IBEROAMÉRICA: La ciencia en la ciberautopista

Las redes electrónicas de revistas científicas han servido para difundir el conocimiento en Iberoamérica, pero al mismo tiempo han evidenciado la necesidad de que los países del Sur promuevan esa divulgación.

En la región se han destacado las redes de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, de México (Redalyc), la brasileña Scientific Electronic Library Online (Scielo) y la de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de América Latina y el Caribe del argentino Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

"El impacto ha sido grande, creciente. Para formar capital humano se debe difundir la investigación científica", dijo a IPS Eduardo Aguado, director general de Redalyc.

"La actividad científica está en proceso de crecimiento, porque se han acelerado los niveles de competencia entre instituciones y países", añadió.

El portal, auspiciado por la estatal Universidad Autónoma del Estado de México (Uaemex), surgió en 2003 con la inclusión inicial de 28 revistas y actualmente enlista a 653, de las cuales 614 están en línea y el resto en proceso de aceptación,

Para captar contenidos, Redalyc invita a las revistas a sumarse o bien éstas presentan su candidatura. Para alcanzar el objetivo deben cumplir con 33 criterios, en los cuales priman la llamada revisión por pares, que se trata de un dictamen de expertos sobre un artículo, y la naturaleza científica de la publicación.

Esa red, en la cual laboran 70 personas, acumula más de 15 millones de visitantes. En 2009 registró 32 millones de descargas de archivos, mientras que ese dato rebasó sólo en mayo pasado los cuatro millones. Entre 700 y 1.000 artículos fueron posteados en la autopista electrónica en las últimas semanas.

De hecho, las consultas del año pasado rebasaron la capacidad tecnológica de Redalyc, por lo cual sus responsables tuvieron que actualizar la plataforma para tener un total de 10 servidores y espacio para entre tres y cuatro años más de operación. De hecho, el contenido abarca ahora sólo 10 por ciento del almacenamiento total.

Los tres proyectos fueron mencionados como hemerotecas modélicas por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y por el Consejo Internacional de Ciencias Sociales en su informe mundial sobre el estado de las ciencias sociales en el mundo, divulgado en junio.

Ese reporte, de 443 páginas de extensión, destaca la demanda del acceso al conocimiento y el modelo a seguir para difundir las indagaciones científicas.

Las revistas especializadas editadas en América del Norte y Europa occidental representan 75 por ciento de las publicadas en todo el globo, 85 por ciento de las cuales están redactadas total o parcialmente en inglés, según el informe.

Por sitio de edición de las publicaciones, nueve de los primeros 20 países de la clasificación son europeos, cuatro asiáticos, dos de Oceanía y se completa con Estados Unidos, Canadá, Brasil, México y Sudáfrica.

En Estados Unidos se edita la cuarta parte de todas las revistas especializadas en ciencias sociales.

En el caso de Redalyc, cuyo lema es "la ciencia que no se ve no existe", la mayoría de las consultas provienen de México, seguido por Colombia, Brasil, Argentina y España. Las visitas originadas en Estados Unidos han registrado un crecimiento significativo.

Esta hemeroteca "puede ser un modelo de comunicación científica para potenciar la investigación de los países del sur", según Aguado.

"Queda claro que los países desarrollados tienen el poder adquisitivo para acceder al conocimiento, lo que han hecho es concentrar y hacer resurgir esfuerzos de países e instituciones", como las redes mencionadas, al decir del académico.

La Uaemex, cuya sede central se ubica en la ciudad de Toluca, a 66 kilómetros al noroccidente de la capital mexicana, puso en marcha en 2009 el proyecto Universidad Digital, con el propósito de impulsar la cultura tecnológica dentro del campus.

Las universidades Nacional Autónoma de México y la brasileña de Sao Paulo, ambas estatales, lideran la producción editorial en la región.

En México surgió en 1984 el Sistema Nacional de Investigadores, que agrupa a más de 16.000 investigadores y cuya labor alimenta parcialmente el acervo de Redalyc.

Los gobiernos, consejos de investigación, fundaciones y organismos de financiamiento deben proporcionar a las universidades e instituciones de investigación la tecnología y dinero necesarios para soportar este tipo de proyectos, recomienda el informe de la Unesco y el Consejo Internacional de Ciencias Sociales.

Redalyc quiere proseguir en la ruta de la expansión y, para ello, se plantea contener 1.000 revistas antes de 2015.

Uno de los proyectos más ambiciosos es la construcción del Atlas Iberoamericano de la Ciencia, financiado por la Secretaría (ministerio) de Educación Pública y que será lanzado oficialmente en noviembre en la sureña ciudad chilena de Valdivia durante el Segundo Congreso Internacional de Editores.

La actividad, cuya primera versión se escenificó en 2008 en Toluca, es organizada por la Uaemex y las universidades Austral de Chile, estatal, y la Católica de Valparaíso, privada.

"Es un conjunto de indicadores y redes de colaboración que permitirá a los editores, a las instituciones y a los países darse cuenta cómo se desarrolla la ciencia. Podemos tener una radiografía de la forma como se hace ciencia en Iberoamérica", indicó Aguado.

Redalyc ganó el año pasado el primer lugar nacional como mejor sitio de Internet en ciencia y tecnología y recibió una mención honorífica en la fase internacional del reconocimiento del World Summit Award de la Unesco.

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