Atún azul en peligro… y se derrama crudo en Golfo de México

Es posible que el atún azul, que en esta época llega al Golfo de México a desovar, encuentre muy cambiado uno de sus lugares clave de reproducción. Su supervivencia es una incógnita.

En las últimas cuatro décadas disminuyó 20 por ciento la población del oeste del océano Atlántico.

La zona está contaminada de petróleo o dispersantes y no se sabe realmente las consecuencias que podrá tener para ese pez.

La biología no favorece a la especie. Un ejemplar, que puede ser tan grande y rápido como un automóvil de carrera, sólo desova una vez al año y en sitios específicos. La hembra suelta los huevos cada ocho o 10 años, lapso en que el pez sale del huevo y se convierte en un adulto que puede llegar a pesar más de 200 kilogramos.

Además fracasó el intento de prohibir el comercio internacional en marzo, cuando las partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres rechazaron las propuestas presentadas.
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Sólo quedan unos 41.000 ejemplares de atún azul en el oeste del océano Atlántico, según estimaciones del Pew Environment Group.

"El derrame ocurre en el único lugar y en el momento mismo del desove. El desastre ocurre quizá en el peor sitio y en el peor momento", señaló Lee Crockett, de política de pesquería federal de la organización.

"No creo que podamos saber las consecuencias reales hasta dentro de unos años", cuando sean jóvenes los que deberían nacer ahora, explicó. "Si no vemos peces de determinada edad o si hay menos, es posible que el actual derrame haya afectado a los huevos o a las larvas", añadió.

El crudo que emana de la perforación de la compañía British Petroleum y que cubrirá la zona de desove en el norte del Golfo de México, está en el límite de la plataforma continental, según un estudio divulgado por la revista científica de Internet PLoS ONE.

Especialistas de la Fundación Tag-A-Giant estuvieron cinco años etiquetando y rastreando al atún azul y al de aleta amarilla en la costa de América del Norte para identificar el lugar exacto de reproducción.

Las conclusiones que alcanzaron no presagian nada bueno para el atún azul, pues puede sufrir directamente las consecuencias del derrame.

El atún azul suelta sus huevos en los 15 metros superficiales y luego la corriente cálida, que entra por el canal de Yucatán, los arrastra hacia el océano Atlántico por el estrecho de Florida.

Los huevos, los peces jóvenes y los adultos quedarán expuestos al petróleo y a los dispersantes químicos que comienzan a contaminar las aguas superficiales de esa corriente.

Los dispersantes son especialmente problemáticos porque los huevos están compuestos de aceites que pueden romperse con los químicos, según varios estudios.

NUEVA ERA PARA EL ATÚN AZUL EN EL GOLFO DE MÉXICO

Otra de las conclusiones del estudio divulgado el viernes es que el atún azul elige sitios específicos para desovar, a diferencia del de aleta amarilla que lo hace en cualquier lugar. Eso hace que sea posible proteger al primero de ser atrapado por los que pescan el segundo.

La captura accesoria, no intencional, del atún azul es un grave problema desde hace décadas. Está prohibida su pesca desde 1982, pero los grandes barcos pueden, y de hecho lo hacen, atrapar sin querer a algunos de ellos, así como marlines, tiburones, aves, tortugas y mamíferos marinos.

Entre 300 y 500 ejemplares de atún azul son capturados cada año cuando los barcos pescan los de aleta amarilla y los peces espada, señaló el director de política de pesquería federal de Pew Environment Group. "Muere casi 100 por ciento" de los que atrapan, añadió Crockett.

La visibilidad que el derrame petrolero le dio a las especies del Golfo de México puede contribuir a que se tomen medidas para prevenir la mortal captura accesoria.

Crockett espera que el dinero para indemnizar a los pescadores por la pérdida de productividad, debido a la contaminación del crudo, se aproveche para "realizar una transición para cambiar la forma en que se pesca el atún de aleta amarilla y el pez espada".

Hay dos formas para que la pesca sea más sostenible, indicó.

Se pueden usar aparejos alternativos como uno que tiene los anzuelos suspendidos cerca de la superficie, y otros que flotan, que no tienen más de dos ganchos, que se sacan con la mano. Estos métodos sirven para ciertas especies y evitan que el atún azul sea víctima de la captura accesoria, explicó.

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