Los gobiernos de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) confirmaron su negativa a reconocer al gobierno de Honduras y designaron al ex presidente argentino Néstor Kirchner (2003-2007) como primer secretario general del bloque.
Presidentes y representantes de los 12 países de América del Sur tomaron juramento al nuevo secretario general de la Unasur, el esposo y predecesor de la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández, en una cumbre extraordinaria realizada en Campana, localidad ubicada 60 kilómetros al norte de Buenos Aires.
El mandatario de Ecuador, Rafael Correa, cuyo país ejerce la presidencia temporal del grupo, confió en que Kirchner y su equipo "sabrán impulsar el día a día" de la Unasur, para alcanzar resultados concretos de integración regional.
La cumbre abordó además el tema de la asistencia financiera a Haití, azotada por un terremoto el 12 de enero. Correa reveló que, pese al compromiso de aportar 300 millones de dólares asumido en enero, la Unasur sólo desembolsó 7,5 millones. El resultado fue "paupérrimo", cuestionó.
A su vez, Fernández adelantó en rueda de prensa que los países se comprometieron a enviar 100 millones en las próximas dos semanas.
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Por otra parte, Correa transmitió el "malestar" de él y sus pares por la invitación cursada por España al gobierno hondureño de Porfirio Lobo para asistir a la cumbre Unión Europea (UE)-América Latina y el Caribe, a realizarse el 18 de mayo en Madrid.
La mayoría de los países de la Unasur no reconocen la presidencia de Lobo, quien asumió en enero tras ganar las elecciones organizadas en noviembre por el gobierno surgido del golpe de Estado cívico-militar que derrocó a Manuel Zelaya el 28 de junio de 2009.
"Hay un malestar mayoritario que impediría que muchos países vayan a esa cumbre", advirtió Correa, quien recordó que Honduras quedó fuera de la Organización de los Estados Americanos y de otros sistemas de integración de la región tras el golpe de Estado. Reconocer a su sucesor "sería un antecedente funesto" para la región, dijo.
En el marco de la Unasur, sólo reconocieron a Lobo los gobierno se Colombia y Perú, que en Campana estuvieron representados por sus respectivos cancilleres.
"Todos queremos ir (a la cumbre de Madrid), pero no queremos claudicar de nuestros principios, ni que se minimice la ruptura del orden constitucional", añadió Correa. "Nos sentimos desestimados, se está actuando como si aquí no hubiera pasado nada", criticó.
La designación de Kirchner fue destacada, entre otros, por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. "Es la consolidación de una etapa de transformación" para la Unasur, sostuvo.
El ex presidente argentino "tiene experiencia, conoce el continente y nuestras diferencias", dijo. La candidatura había sido propuesta por Correa. "Se requiere de una figura de alto nivel", "de mucho peso y mucho liderazgo", definió antes de tomarle juramento a Kirchner, quien luego participó de las deliberaciones, pero no hizo declaraciones.
Los mandatarios Hugo Chávez, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia, también celebraron la designación.
Chávez recordó la forma en que Kirchner lideró la IV Cumbre de las Américas, de 2005 en la sudoriental ciudad argentina de Mar del Plata, mientras que Morales resaltó el apoyo que recibió su país durante su gobierno.
La postulación no contaba con el acuerdo de Montevideo, que mantiene un diferendo con Buenos Aires por la instalación de una fábrica de celulosa sobre un río limítrofe del lado uruguayo.
El conflicto fue llevado por el gobierno de Kirchner ante el Tribunal Internacional de La Haya, que falló el 20 de abril en contra de Uruguay en cuanto a que no consultó a Argentina para instalar la industria, como indica el tratado bilateral sobre uso del río, a la vez que aseguró que esa fábrica no contamina, como acusaba Buenos Aires.
El dictamen, considerado salomónico, y las reuniones de Fernández con su par uruguayo, José Mujica, aliviaron la tensión bilateral y permitieron que Montevideo levantara el veto a Kirchner.
"Hemos decidido priorizar América del Sur para que pueda darse una representación", destacó Mujica. "Sin pedir condiciones ni que nadie nos las haya pedido, acompañamos el consenso de los presidentes para que se pueda dar ese paso", añadió sin mencionar a Kirchner.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien por primera vez participaba en una cumbre de la Unasur, resaltó que la designación de Kirchner es "una gran oportunidad" para que el bloque se ponga "metas ambiciosas" a fin de "legitimar las democracias, derrotar el subdesarrollo, superar la pobreza y reducir las desigualdades excesivas".
"La diferencia entre un sueño y un proyecto es que los proyectos tienen metas y plazos", remarcó, y exhortó a sus pares a fijarse "metas exigentes y plazos definidos" para alcanzarlas.
Consultado por IPS, el chileno Álvaro Ramis, coordinador de la Mesa de Articulación de Asociaciones Nacionales y Redes de Organizaciones No Gubernamentales de América Latina y el Caribe, consideró "positivo" el "buen espíritu" demostrado por los mandatarios, y celebró que se haya designado un secretario, más allá del nombre.
"Esta cumbre evidencia la urgencia de fortalecer las políticas públicas para el crecimiento con equidad, de forma simultánea y no secuencial. Esta meta sólo es posible si se encara de forma urgente el desafío de la integración y una de las estructuras más importantes en ese proceso es la Unasur", destacó.
La consolidación de este espacio "es un aporte a la democracia y el fortalecimiento de la ciudadanía", remarcó. No obstante, lamentó que en este proceso no se haya reconocido la importancia de los actores sociales ni la participación ciudadana, un fenómeno que contradice la letra del tratado constitutivo, recordó.
El tratado señala que se "deben generar mecanismos y espacios innovadores que incentiven la discusión de los diferentes temas, garantizando que las propuestas que hayan sido presentadas por la ciudadanía, reciban una adecuada consideración y respuesta".
Ramis exhortó a que en la próxima cumbre se programe una reunión pública de autoridades de alto nivel con organizaciones ciudadanas.
También participó de la cita el mandatario paraguayo, Fernando Lugo, quien se llevó la "solidaridad" de la Unasur en momentos en que "lucha contra la violencia criminal" en cinco departamentos donde fue declarado estado de excepción.
Por iniciativa de los movimientos sociales en Ecuador, los presidentes también se pronunciaron contra la llamada "ley Arizona" de Estados Unidos (Senate Bill 1070), que criminaliza la inmigración en ese país.