Las futbolistas australianas Sara Abueid, de 15 años, y Jamillah Noordin, de 16, llevan la misma vestimenta deportiva que sus compañeras de equipo y, además, usan velo. Ambas se oponen a la decisión de la FIFA de prohibir el uso de ese atuendo islámico en los próximos Juegos Olímpicos de la Juventud.
Las adolescentes juegan todas las semanas con la camiseta y el short de su club. Como muchas de sus compañeras, se ponen el velo islámico, que les cubre la cabeza y el cuello, pero no el rostro.
"Es muy significativo porque es mi religión, no puedo no tenerlo. Si no lo uso estaría haciendo algo mal", dijo a IPS Abueid, guardameta del Brunswick Zebras, un club de Melbourne.
Abueid y Noordin nunca tuvieron problemas por jugar con velo, pero no es el caso de todas las futbolistas musulmanas.
Una niña de 11 años no pudo jugar al fútbol en Canadá en 2007.
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La FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) decidió en abril reemplazar al equipo de fútbol femenino iraní por el de Tailandia para los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se realizarán en agosto en Singapur.
El argumento fue que el velo que usan las iraníes contraviene las normas de la organización. El "equipo no debe lucir ningún símbolo político, religioso ni personal", según el artículo cuatro del reglamento de FIFA.
Ese organismo o cualquier organizador de un campeonato pueden sancionar a un equipo que infrinja la norma.
El Comité Olímpico iraní envió cartas de protesta a la FIFA, al Comité Internacional Olímpico, el Consejo Olímpico de Asia, a la Asociación del Comités Nacionales Olímpicos y a la Confederación de Fútbol de Asia, pero las adolescentes iraníes se quedarán sin participar en el torneo que reunirá a 3.600 atletas de entre 14 y 18 años.
"No es una ventaja para el equipo que tiene una jugadora con velo", arguyó Noordin, cuestionando la decisión.
"Es parte de mi identidad. Y sí es un problema, díganle a todos los jugadores que tienen tatuajes o llevan cruces que se los saquen", señaló la centrocampista, refiriéndose al argumento de la FIFA de que el velo es un símbolo religioso.
"Eso es igualdad. Cuando exista, aceptaremos que no podemos utilizar velo", añadió.
No queda claro cómo reaccionarán las autoridades del fútbol de Australia ante la prohibición de la FIFA.
Las jugadoras pueden usar velo "con la condición de que sea del color principal de la camiseta", dijo a IPS un portavoz de la Federación de Fútbol de Victoria, uno de los estados más poblados del país, de donde es originario el club Brunswick Zebras.
Pero las autoridades del estado de Nuevo Gales del Sur, al parecer, imitarán la decisión de la FIFA, según versiones de prensa. La Federación Australiana de Fútbol no ha respondido a las consultas de IPS.
"Creo que tienen que revisar la norma", sostuvo la ex jugadora Afifa Saad.
"No pueden prohibir la participación de personas. La gente hace elecciones. Si quieren llevar velo es su decisión. Si quieren jugar al fútbol, es su elección", remarcó.
"Grandes órganos como la FIFA no deberían desalentar a las mujeres a jugar al fútbol. Es un deporte que se practica en todo el mundo, ¿qué mensaje transmiten así?", añadió Saad.
Musulmana de origen libanés, Saad comenzó a usar velo en la enseñanza secundaria. Se vio envuelta en una polémica en 2004, cuando jugaba en el South Melbourne, un equipo importante de esta ciudad.
El árbitro le pidió que se quitara el velo y ella no accedió. "El incidente me impactó", recordó. "Dos minutos antes del comienzo del partido, me dijo que no podía jugar", añadió.
Recibió apoyo de sus compañeras y de las jugadoras del equipo contrario cuando le explicó al árbitro que el velo "era algo religioso". Pero no pudo ingresar al terreno de juego.
Las autoridades de entonces sostuvieron que no fue un caso de discriminación religiosa y que el árbitro sólo quería que el velo de Saad fuera del mismo color que la vestimenta del equipo.
Las autoridades del fútbol de Victoria "lo respaldaron. Él no quería que llevara velo", aseguró Saad, quien jugó como delantera, centrocampista y guardameta.
Profesora de educación física, Saad aspira a jugar al fútbol sala tras el nacimiento de su hijo. Pero no lo hará sin velo.
"Hay gente que no comprende, incluidas muchas musulmanas que creen que una vez que te pones el velo, no puedes hacer nada, no puedes trabajar ni hacer deporte. Es un mito. Puedes hacer lo que quieras, el límite es el cielo", señaló.
El velo debería ser una inspiración.