La agricultura de Serbia es el sector más productivo, sobrevivió a la crisis financiera global y registró un superávit comercial de casi 1.000 millones de dólares en 2009, según fuentes oficiales. Pero los campesinos siguen siendo pobres.
Al comienzo de la cosecha este mes, el ministro de Agricultura, Sasa Dragin, anunció que los subsidios para los pequeños agricultores aumentarán de unos 130 a unos 180 dólares por hectárea de tierras cultivadas para mejorar la producción de alimentos básicos como trigo, maíz y verduras.
Sin embargo, la mayoría de los hogares rurales, que suelen tener entre 10 y 20 hectáreas de tierras cultivables, viven en una situación crítica y luchan por adaptarse a la economía de mercado, pese a los logros del sector.
"La mayoría de los buenos resultados son consecuencia de una producción combinada de varias empresas privadas o incluso de compañías internacionales que aparecieron en 2000", dijo a IPS Vojislav Stankovic, de la Cámara de Comercio Serbia.
"Adoptaron el concepto de producción integrada, mediante la cual obtienen recursos baratos de pequeños agricultores y los convierten en buenos productos que les dejan importantes réditos económicos", explicó.
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"Pero para los pequeños agricultores, la situación sigue tan difícil como siempre y es necesario realizar un gran esfuerzo para ayudarlos", añadió Stankovic.
Serbia tiene 4,8 millones de hectáreas de tierras cultivables y la mitad de los 7,4 millones de habitantes de los 4.512 pueblos de este país son la base de la producción agrícola. Alrededor de 40 por ciento de los jóvenes serbios viven allí.
Alrededor de 37,8 por ciento de los hogares campesinos son pobres, con ingresos de unos 129 dólares al mes, según el último estudio sobre la situación de los agricultores serbios, "Exclusión social en zonas rurales de Serbia", realizado por la organización no gubernamental Grupo de Iniciativa Social (Secons).
La organización contó con apoyo para la investigación de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"Podemos asegurar que 27,8 por ciento de los 1.621 hogares encuestados son pobres desde hace años", dijo Mina Petrovic, de Secons, a IPS cuando se divulgó el informe en febrero.
La investigación estudió varios aspectos, desde exclusión social, pobreza, oportunidades de empleo hasta educación, atención médica, escasez material y participación social y cultural.
"También constatamos que los jóvenes emigran porque no encuentran oportunidades para mejorar su vida", apuntó. "Venden su cosecha de frutas y verduras barato y sólo los grandes productores obtienen grandes réditos", añadió.
Unos 700 pueblos, de los 4.512 de Serbia, dejarán de existir en 15 años por el despoblamiento del campo, según otras estimaciones de organizaciones no gubernamentales y de la propia Cámara de Comercio.
Además, más de 200.000 hombres mayores de 40 años de esos pueblos nunca se podrán casar porque las posibles candidatas emigraron a las grandes ciudades en busca de una vida mejor.
"Los jóvenes campesinos no están motivados para seguir estudiando y 44 por ciento nunca terminan la escuela secundaria", dijo a IPS Marija Babovic, de Secons.
"Según la tradición, los hombres se quedan para mantener sus hogares vivos, pero las jóvenes se van a las grandes ciudades, tratan de encontrar trabajo y de escapar a la vida dura del campo. El resultado es una mayor cantidad de hogares de una persona y empobrecidos", añadió.
Los pueblos y las granjas no se desarrollarán "a menos que se diseñe una estrategia para crear una importante masa de intelectuales", dijo a IPS el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Stojan Jevtic.
"La masa debe crearse con especialistas que estén dispuestos a mudarse a zonas rurales, trabajar y vivir allí. Por su parte, el Estado puede ayudar al desarrollo de infraestructura para mejorar las condiciones de vida. Pero eso llevará mucho tiempo", añadió.
Mientras, el gobierno anunció planes para fomentar el cultivo de especies certificadas de uvas y de frutas y vinos de exportación. Se concederá un paquete de estímulo de 650 dólares por hogar, que se pagará tras la cosecha del otoño boreal.
Los fondos de la UE se utilizarán para modernizar la actual flota de 700.000 tractores y otro tipo de maquinaria agrícola.
Europa invirtió casi 91 millones de dólares en el sector agrícola de Serbia desde 2000 y se esperan otros 33 millones para este año y 2011.
Parte de ese dinero se destinará a la construcción de sistemas de irrigación, utilizados en 30.000 a 40.000 hectáreas, menos de uno por ciento de las tierras cultivables de este país.
"Me encantaría que se invirtiera el dinero en eso", señaló Marko Stanisavljevic, del pueblo de Azanja, 100 kilómetros al sur de Belgrado y conocido por ser uno de los más productivos, con mejor aspecto y más disciplinado.
"Es raro mirar al cielo en pleno siglo XXI y preocuparse por si va a llover, o no", añadió el campesino de 58 años.