Brasil busca que el sistema de televisión digital que desarrolla, una ampliación de la tecnología japonesa, sea adoptado por toda América Latina y para lograrlo no escatima ofertas millonarias de asistencia. Este miércoles puso a disposición de Uruguay 40 millones de dólares si deshace su pacto con la Unión Europea.
En una visita relámpago a Montevideo, el ministro de Comunicaciones de Brasil, Hélio Costa, junto a varios asesores, expuso lo que considera bondades del sistema ISDB-T (Integrated Services Digital Broadcasting – Terrestrial) al gobierno saliente de Tabaré Vázquez y al entrante de José Mujica, ambos del izquierdista Frente Amplio.
La intención de Brasilia es que Mujica, que será investido presidente el lunes 1 de marzo, revise el acuerdo con la Unión Europea, que había decidido a Vázquez a adoptar el sistema Digital Video Broadcasting Terrestrial (DVB-T), y sumar a así a este país a Argentina, Chile, Perú, Venezuela y a otros con los que se está negociando, explicó Costa en entrevista exclusiva con IPS al término de la reunión.
Costa fue recibido por una delegación encabezada por el ministro de Industria, Raúl Sendic, y el senador Eduardo Bonomi, principal operador político de Mujica.
"Brasil ofrece hoy a Uruguay 600.000 dólares para usarlos en el campo de interactividad y en la producción de contenidos para la TV digital" y, si da el sí, cuenta ya con "más de 40 millones de dólares" para invertir en la construcción de equipos y desarrollar tecnología, afirmó el ministro, quien no ahorró críticas al sistema europeo preferido hasta ahora por Uruguay.
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IPS: ¿Qué resultados obtuvo de este primer encuentro con el gobierno uruguayo?
HC: Nos ha ido muy bien. Hemos venido para proponer una participación conjunta en el desarrollo de la televisión digital en el Mercosur (Mercado Común del Sur, del que también forman parte Argentina y Paraguay).
Brasil ha adoptado el sistema ISDB-T y lo ha perfeccionado con una serie de innovaciones propias, que pueden atender por ejemplo a programas de salud pública, de seguridad, de educación y cultura.
Partiendo del original japonés, los especialistas brasileños desarrollaron un sistema de mayor amplitud de alcance y más moderno.
IPS: ¿Qué ofrece Brasil a Uruguay?
HC: Una actuación conjunta, para transferirle a Uruguay la tecnología que hemos recibido de Japón, igual a lo que hemos hecho en Argentina, Chile, Perú y Venezuela, que ya adoptaron el sistema. Y seguimos negociando con otros países.
IPS: Pero Uruguay ya eligió el sistema europeo. ¿Cree que el gobierno de Mujica revisará lo actuado por Vázquez?
HC: En Argentina había ocurrido lo mismo en el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), que había firmado con el sistema estadounidense ATSC. Pero luego la administración de Néstor Kirchner (2003-2007), tras un estudio detallado, concluyó que la mejor tecnología era la japonesa.
Lo que pasa es que el sistema europeo que fue propuesto a Uruguay ha sido totalmente superado, ya es vetusto.
Un ejemplo de ello es que el compresor de vídeo que se usa en los sistemas europeo y estadounidense ni siquiera se fabrica más. Está tan viejo que Alemania, que es uno de los principales productores de insumos del sistema DVB, ya considera en pasarse al japonés.
Nosotros queremos la televisión digital con alta definición más pura, de largo alcance (los otros sistemas no pasan de tres o cuatro kilómetros), con transmisión móvil gratuita, conexión con teléfonos celulares también gratuita, todo lo cual la tecnología del sistema DVB no permite por depender de la línea telefónica. Tampoco se pagan regalías por esta tecnología.
IPS: ¿Por qué Brasil adopta por separado un sistema y luego negocia con sus vecinos para que le sigan? ¿No fue posible un acuerdo previo del Mercosur o más amplio de la región?
HC: Posiblemente ese fue un error. Podríamos haber trabajado mejor. Pero en Brasil sentíamos que estábamos muy atrasados en materia de televisión digital respecto del resto del mundo y por tanto no se podía esperar. Si nosotros hubiéramos encarado un proceso conjunto en la región, nos habríamos retrasado dos o tres años.
Tomamos la decisión entonces que mejor atendía la realidad geográfica de nuestro país y de América del Sur y después entendimos que era casi una obligación trasladar a los socios del Mercosur la experiencia positiva que estamos teniendo.
IPS: ¿En qué consiste la oferta?
HC: Si Uruguay decidiera mañana comenzar a trabajar con el sistema japonés-brasileño, adelantaría los procedimientos, porque ya hay como un libreto sobre todo lo que se tiene que hacer, se han fijado las normas con Japón. Ahora todo es más simple.
Y, principalmente, como los japoneses nos transfirieron la tecnología, nosotros estamos dispuestos también a pasarla a los uruguayos.
IPS: Una de las críticas que motivó la elección del sistema ISDB-T fue que, aunque permitiera el desarrollo de tecnología brasileña, ésta no tendría mercado externo, excepto Japón, claro.
HC: Si usted mira hoy el mapa mundial de la televisión digital verá como se ha avanzado en menos de dos años. Además de Japón, Brasil, Argentina, Chile, Perú y Venezuela, ya están a punto de sumarse Ecuador y Costa Rica y trabajamos en Sudáfrica, Mozambique, Bostwana y otras partes de África.
Lo que le interesa a Brasil no es vender equipamiento de televisión digital, lo que queremos es que la región reciba la tecnología que tenemos para que se puedan construir los equipos por ejemplo aquí en Uruguay. Que empresas brasileñas y locales se desarrollen en la región.
IPS: ¿Hay algún ejemplo al respecto?
HC: En este momento hay una empresa brasileña que ya se está instalando en Montevideo para producir transmisores para la televisión digital.
IPS: ¿La propuesta brasileña puede competir con la hecha por la Unión Europea a Uruguay, como el ofrecimiento, a cambio, de ese gran mercado para la producción de sofware local?
HC: La única cosa que la Unión Europea hizo con Uruguay, de modo real, hasta ahora fue viabilizar una donación de 700.000 dólares para que se apliquen en el proyecto de televisión digital.
En cambio Brasil ofrece hoy 600.000 dólares, ya a disposición, para utilizarlos en el campo de interactividad y en la producción de contenidos para la TV digital.
Además, hemos hecho un ofrecimiento al gobierno uruguayo de más de 40 millones de dólares, por medio del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que también puede estar disponible inmediatamente después de que se adopte el sistema ISDB-T, para que se comience con la televisión digital.
Esa es otra de las diferencias con el sistema de los europeos, que vinieron, hicieron conferencias, y luego no aparecieron más para firmar un compromiso.
La sede para América del Sur del BNDES está en Montevideo y aquí está a disposición ese dinero para lo que necesiten las empresas del sector, producir equipos, desarrollar tecnología, etcétera.
IPS: ¿Esta avanzada también se hará en Paraguay, que aún no decidió?
HC: En Paraguay estamos trabajando ya hace algún tiempo. El presidente Fernando Lugo y su gobierno ya saben que tienen a disposición también todas las condiciones para adoptar el sistema japonés-brasileño.
Lo mismo ocurre con Bolivia. Si tenemos un solo sistema sudamericano va a ser muy importante para todos. Yo provengo de la televisión, trabajé muchos años allí, y recuerdo lo difícil que era trabajar de país a país debido a los distintos sistemas de televisión color. Había graves problemas para intercambiar producciones.
IPS: ¿Qué responde a las críticas de que con la adopción del sistema japonés se perdió una oportunidad de democratizar el acceso a los medios audiovisuales, en especial por las negociaciones en las concesiones a los grandes medios?
HC: Que, al contrario de las críticas, este sistema es el mejor para lograr la democratización de la televisión, porque tiene una mayor cantidad de canales. En el europeo hay seis megahercios de la televisión analógica y se divide sólo en tres segmentos y se necesitan dos de tres segmentos para hacer televisión de alta definición. En cambio, el ISDB-T se divide en 13.
Por esta razón, precisamente, Argentina lo adoptó. Pensó muy bien en como hacer la multiplicación de canales.