EEUU-ASIA PACÍFICO: Clinton de gira con mucho equipaje

La secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Clinton, realiza esta semana una gira al Pacífico Sur con la misión de fortalecer alianzas.

Estrechar los vínculos con Australia, mejorar las relaciones con Nueva Zelanda e impulsar las negociaciones con Japón sobre la polémica reubicación de una base aérea militar en Okinawa son sus principales objetivos.

Aunque no viajará ni a China ni a Japón, como sí lo hizo el presidente Barack Obama en noviembre, la creciente influencia de Beijing en la región, las tensiones con Tokio y las objeciones chinas a la decisión de Washington de vender misiles y baterías antimisiles por 1.000 millones de dólares a Taiwan serán temas que pesarán en su viaje.

Al comenzar el martes en Honolulu su gira de nueve días, Clinton se reunió con el canciller japonés Katsuya Okada con el objetivo de aliviar las tensiones por el estancado acuerdo para reubicar las fuerzas estadounidenses en Futenma, base aérea en la prefectura japonesa de Okinawa, que comprende 160 pequeñas islas.

"No creo que veamos un gran avance (en las reuniones entre Clinton y Okada). Lo que estamos viendo es un intento febril para mirar más allá de Futenma", dijo a IPS el presidente del Foro Pacífico del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, Ralph Cossa. "Si serán exitosos o no, es otro tema".
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Antes de asumir el cargo en septiembre de 2009, la plataforma de la campaña electoral del primer ministro japonés Yukio Hatoyama incluyó un llamado a revisar los vínculos con Estados Unidos, con particular atención en los 50.000 soldados de ese país instalados en Japón.

"Hatoyama quiere mostrar que defiende los intereses de Japón y procura una relación más ‘igualitaria’, pero no va a ganar votos socavando las relaciones con Estados Unidos", dijo Cossa.

Clinton también ha sido cuidadosa en subrayar la fortaleza de la alianza entre Washington y Tokio, así como en destacar las áreas en las que históricamente han cooperado ambos gobiernos.

"Hemos tenido una serie de interacciones muy positivas, con el nuevo liderazgo japonés", dijo Clinton a periodistas el lunes.

"Estamos muy agradecidos de que jueguen ese papel de liderazgo en Afganistán. Su compromiso, un fondo muy importante de 5.000 millones de dólares, empequeñece todo lo que haya hecho otro país", afirmó.

Japón ha jugado un destacado papel en la coordinación de las reuniones entre donantes para la reconstrucción de Afganistán, y ha trabajado con Estados Unidos y otros aliados en operaciones contra la piratería en el océano Índico.

Tras su discurso en Honolulu, Clinton se dirigirá a Papúa Nueva Guinea para llamar la atención sobre temas como protección ambiental y derechos de las mujeres.

Clinton luego viajará a Nueva Zelanda y Australia, donde la guerra en Afganistán, el comercio, la creciente influencia china en el Pacífico y el programa de desarrollo nuclear de Irán serán los principales asuntos de la agenda.

La secretaria de Estado se reunirá este viernes con el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, un encuentro que se espera consolide las relaciones bilaterales.

La administración de centro-derecha de Key, que asumió en 2008, se muestra más cercana a Washington que el Partido Laborista, que gobernó los anteriores nueve años.

Es probable también que Key presione a Clinton para que apoye la "Asociación Transpacífica", un pacto de libre comercio que incluirá a Australia, Brunei, Chile, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Perú, Vietnam y Singapur.

Este domingo, Clinton y el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, se entrevistarán con el primer ministro australiano Kevin Rudd y sus pares de ese país.

Esos encuentros probablemente se concentrarán en la guerra de Afganistán. Se espera que Clinton y Gates pidan a Canberra que incremente su actual contribución de 1.500 efectivos a 30.000.

Si bien China no está en el itinerario de Clinton, los efectos de las últimas ventas estadounidenses a Taiwan harán sombra sobre su viaje.

La administración de Obama rápidamente ha salido a aclarar que el acuerdo no incluye aviones de combate F-16 ni helicópteros Halcón Negro.

Beijing ha expresado preocupación por la decisión de Washington de avanzar en este acuerdo por 1.000 millones de dólares, negociado durante el gobierno de George W. Bush (2001-2009), así como por la intención de Obama de reunirse con el exiliado líder espiritual tibetano Dalai Lama.

El lunes, Clinton, dispuesta a disipar la idea de que los vínculos entre Estados Unidos y China se deterioran, dijo a periodistas que ambos países tenían "relaciones maduras" que "no se descarrilan cuando hay diferencias de opinión".

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