Suecia promete mantener su actual nivel de ayuda al desarrollo para las naciones más pobres, alrededor de uno por ciento de su producto interno bruto (PIB), a pesar de la crisis financiera mundial.
"Probablemente estamos solos en el mundo haciendo esto", dijo a IPS la ministra de Desarrollo sueca Gunilla Carlsson.
Sin embargo, alertó, los niveles de asistencia decrecen conforme disminuye el volumen de la economía. "Por tanto, le hemos dado prioridad a la reducción de la pobreza en nuestro presupuesto", indicó.
La ayuda oficial al desarrollo de Suecia al Sur creció de 4.300 millones de dólares en 2007 a unos 4.700 millones de dólares en 2008.
Es probable que se haya mantenido la última cifra en 2009. Los últimos datos serán divulgados a fines de este año.
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La ministra sueca dijo que la principal atención de su gobierno es la ayuda humanitaria, especialmente a África, donde la necesidad es mayor.
"Por tanto, nuestra prioridad es también la ayuda a través de las organizaciones multilaterales, (porque) por lo general tienen grandes posibilidades de alcanzar a los más vulnerables", dijo Carlsson en entrevista con IPS.
Suecia, que hasta el mes pasado ocupó la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE), aprobó un presupuesto para 2010 que busca moderar la caída del empleo, defender servicios sociales básicos, estimular el crecimiento de los negocios y proteger el clima.
IPS: El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, se ha quejado de que la crisis financiera mundial está impidiendo que algunos de los países más pobres alcancen los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, incluyendo la reducción de la pobreza, del hambre y de la mortalidad materna para 2015. ¿Qué papel juega la UE para rectificar esta situación?
GUNILLA CARLSSON: La comunidad mundial de donantes ha compartido la responsabilidad para alcanzar los Objetivos del Milenio. La UE también es el mayor donante y por lo tanto tiene un importante papel que jugar. Esto fue también subrayado en la reunión de ministros de Desarrollo del bloque recientemente en Bruselas.
Entonces, la cuestión es que los países miembro realmente deberían poner plazos para mostrar cómo pretenden incrementar sus propios compromisos para alcanzar la meta de destinar 0,7 por ciento del producto interno bruto a la ayuda al desarrollo.
Suecia ya está en un nivel de uno por ciento. Mientras insiste en la importancia de que otros donantes del mundo asuman sus responsabilidades, erradicar la pobreza es uno de los objetivos de la ayuda.
IPS: ¿Cuánto ha ayudado la asistencia de las naciones occidentales para que los países en desarrollo ganen su batalla contra la pobreza?
GC: Hay muchos buenos ejemplos de cómo la ayuda ha hecho una sustancial diferencia para muchos países pobres. Pero hay un problema para medir y definir los resultados de la cooperación al desarrollo. Botswana es un buen ejemplo de cuándo la asistencia ayuda al desarrollo.
Sin embargo, Suecia ha sido capaz de retirar progresivamente su asistencia a Botswana. Si bien es importante ver a la ayuda como uno de los varios elementos clave para la erradicación de la pobreza, el comercio y las políticas agrícolas (también) entran en acción. Éste es también el caso de Botswana.
IPS: ¿Cuán importante son la buena gobernanza, el imperio de la ley, el multipartidismo, el respeto por los derechos humanos y la libertad de prensa en el proceso de desarrollo de un país? ¿La ayuda de la UE es condicional a la buena gobernanza?
GC: Esos son todos requisitos fundamentales para un desarrollo viable. De hecho, la falta de alimento no es el problema básico en muchos países, sino la falta de libertad. La ayuda total de la UE se ha incrementado enormemente mientras el bloque también ha dado importantes pasos para promover el pluralismo político y seguir creando condiciones para el funcionamiento del imperio de la ley.
IPS: ¿Planea la UE castigar a países como Sudán, Zimbabwe, Sri Lanka y Birmania, acusados de violaciones a los derechos humanos, mala gobernanza y crímenes de guerra? Y si es así, ¿cómo?
GC: Por lo general es en las severas dictaduras donde las personas sufren más. Por lo tanto, siempre es difícil lograr el equilibrio de trabajar con regímenes no democráticos pero al mismo tiempo intentar ayudar a las personas afectadas. La ayuda humanitaria a las víctimas puede hacerse incluso sin que la UE coopere con el régimen. Ese es el caso, por ejemplo, de Zimbabwe.
IPS: ¿Cuál cree que son los más importantes resultados políticos y económicos de la presidencia sueca que terminó el mes pasado?
GC: Suecia tenía dos prioridades con la presidencia: superar la crisis económica mundial en varias formas y tratar el tema climático. En el campo del desarrollo, creo que hemos recorrido un largo camino en ambas áreas. Hemos consolidado la importancia de la voluntad de los países para alcanzar el nivel de ayuda que demanda la ONU, a pesar de la crisis económica mundial.
También hemos llegado a una serie de conclusiones sobre los esfuerzos en el campo de la democracia, y logrado más eficiencia en la cooperación al desarrollo y una mayor coherencia en la asistencia y otras políticas. En el tema del clima, los esfuerzos se han convertido ahora en un componente aceptado e importante de la política general de desarrollo.
También estoy particularmente contenta de que los Días Europeos del Desarrollo de este año en Estocolmo atrajeron a un gran número de participantes, con más de 6.000 visitantes.
Gobernadores, académicos, organizaciones de ayuda y el público participaron en forma conjunta en todas las discusiones importantes, desde el clima y la mortalidad materna hasta la democracia y los derechos humanos.