La ópera «Motecuhzoma II», escrita por el italiano Antonio Vivaldi (1678-1741) y adaptada por el músico mexicano Samuel Maynez, rescata la visión del mundo indígena ante la versión eurocéntrica.
"Se busca dar un espacio a la réplica indígena a la conquista. Se intenta un rescate de la cosmoacústica mesoamericana merced al uso de las verdaderas lenguas que resonaron durante la confrontación de culturas y a la yuxtaposición de instrumentos musicales prehispánicos en la orquestación vivaldiana", explicó a IPS Maynez, profesor del Conservatorio Nacional de Música de México.
Vivaldi escribió la partitura en 1733 a partir de un libreto de su coterráneo y coetáneo Alvise Giusti (1709-1766), el cual narra la historia del emperador azteca Moctezuma y su hija Teutile, quien se enamora de un hermano de Hernán Cortés, el conquistador español del territorio que hoy ocupa México.
Máynez, quien ha tocado en prestigiosos teatros como la Scala de la ciudad italiana de Milán, el Lincoln de Miami y el mexicano Palacio de Bellas Artes, se basó en una copia del manuscrito original para crear una ópera de tres actos, de más de dos horas de duración y que incluye diálogos en náhuatl, la lengua de los aztecas, maya y español del siglo XVI e instrumentos musicales prehispánicos.
La puesta en escena, estrenada el fin de semana pasado en México y patrocinada por instituciones mexicanas e italianas, reunió a intérpretes locales y del país europeo. La orquesta fue dirigida por Francesco Fanna, director del Instituto Italiano Antonio Vivaldi, y participó también el grupo de cuerdas italiano Sonatori de la Gioiosa Marca.
"El país está en grado de refutar el monólogo histórico dándole voz a sus propios forjadores. Vivaldi no innova desde el punto de vista musical, empero, es un pionero en el acercamiento a un personaje del México antiguo", señaló Maynez, un violinista que estudió en la estadounidense Universidad de Yale y en el Conservatorio Verdi, de Milán.
El manuscrito de Vivaldi, autor entre otras obras centrales de la música universal de "Las cuatro estaciones", permaneció extraviado entre 1733 y 1945, cuando un tanque del ejército ruso trasladó de Alemania a la ciudad soviética de Kiev, hoy capital de Ucrania, unos cofres con obras de arte expoliadas por los nazis.
La leyenda detrás del texto es digna de toda obra perdida. A inicios de esta década, unos académicos de la estadounidense Universidad de Harvard lo descubren en el Conservatorio de Kiev y el documento retorna a la Academia Coral de la localidad alemana de Berlín.
Si bien Vivaldi no tuvo un contacto directo con el continente americano, sus antecesores los hermanos Ugolino y Vadino Vivaldi, originarios de la ciudad italiana de Génova, navegaron, mucho antes que lo hiciera Cristóbal Colón, en busca de una ruta más corta hacia lo que llamaban entonces las Indias Orientales.
"El padre rojo", como se le conoció al artista italiano por el color de su pelo, escribió unas 90 obras musicales, de las cuales entre 30 y 40 están desaparecidas, sobre todo óperas. Asimismo, las óperas barrocas escritas en México durante el siglo XVIII tuvieron el mismo destino.
"Motecuhzoma II", sobre la cual Maynez empezó a trabajar en 2005 y cuya representación costó unos 300.000 dólares, plantea la unión artística que simboliza dos mundos en antagonismo constante y constituye la primera aproximación de un europeo a un personaje de la historia de México. En su versión, el artista mexicano "corrige" el original para dar voz al pueblo azteca.
Con motivo de que el año próximo México celebra los dos siglos de su independencia de España, es posible que la ópera sea montada en otros sitios de esta nación norteamericana. Además, no se descarta su exhibición en Europa.
"Encontré mucha aceptación en Italia, les ha interesado la propuesta", indicó Maynez, un músico especialista en Vivaldi y a quien ha interpretado muchas veces.
"A Vivaldi le debo mucho, le debo que me haya aligerado muchas horas de mi infancia", recordó.
En 2007, un grupo de músicos alemanes y mexicanos realizó otra puesta en escena de la ópera, pero sin las readecuaciones emprendidas por Maynez.
Actualmente, el violinista mexicano labora en la recuperación de las obras de Ignacio Girosaleme, un hasta ahora ignoto músico italiano que vivió y murió en México, y que serás publicadas próximamente.