Habitantes de la noroccidental provincia argentina de Catamarca mantienen cortado el camino de acceso hacia un yacimiento cuya explotación por parte de la firma canadiense Yamana Gold dañaría el ambiente, alegan. Los trabajos “no están completamente autorizados” y sin embargo la actividad continúa, dijo a Tierramérica Sergio Martínez, vecino de Andalgalá, municipio situado a 25 kilómetros de la mina de oro, cobre y molibdeno de Agua Rica, con un potencial de 730 millones de toneladas de mineral.
Martínez reveló que la Universidad Nacional de Tucumán realizó “muchísimas observaciones” al estudio de impacto ambiental presentado por la compañía y, a pesar de ello, “siguen haciendo pozos, mediciones y levantando muestras” para comenzar en junio de 2010.
Habitantes de la zona, identificados como Vecinos por la Vida de Andalgalá, interceptaron a los camiones “para defender el territorio y la sanidad del agua”, dijo.