SALUD-PAKISTÁN: Avanza lucha antipolio, pero aún le falta mucho

Al oponerse por motivos religiosos a las campañas de vacunación, y a menudo mediante la violencia, el movimiento extremista Talibán ha dificultado la erradicación de la poliomielitis en las zonas de Pakistán bajo su control.

"Mi hijo está lisiado por culpa del Talibán", se lamentó Mohammad Hakim. "En los últimos dos años no hubo aquí equipos de vacunación", añadió el padre de Mohammad Ibrahim, de dos años, a quien el Instituto Nacional de Salud de Islamabad le diagnosticó poliomielitis el 25 de octubre.

Ibrahim vive con su familia en la aldea de Koza Banda, en el valle de Swat, situado en la Provincia de la Frontera Noroccidental.

Él es uno de los 15 niños y niñas que no hubiera contraído la poliomielitis si hubiera sido inmunizado contra la enfermedad, que atrofia y puede llegar a paralizar los músculos del cuerpo.

El Talibán tomó el control de Swat en enero de 2007 y fue expulsado por el ejército pakistaní en mayo último, mediante una operación a gran escala.
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Este movimiento islamista, que gobernó la mayor parte del territorio del vecino Afganistán entre 1996 y 2001, se opone a la vacuna oral antipoliomielítica con el argumento de que esteriliza y deja impotente a quien la tome.

Al mejorar la seguridad en el distrito de Swat se pudo vacunar a 63 por ciento de la población inmunizable en septiembre y a 99,3 por ciento el mes siguiente, un cambio drástico respecto de julio, cuando en plena campaña no se pudo suministrar ninguna dosis.

El Talibán quizá ya no sea una amenaza contra las iniciativas de inmunización, pero los clérigos musulmanes de línea dura se oponen totalmente al procedimiento en la atribulada Provincia de la Frontera Noroccidental porque sostienen que es una herramienta de Estados Unidos para impedir la procreación.

Fueron esos mismos religiosos quienes, por indicación del Talibán, llevaron adelante la campaña contra la inmunización mientras el movimiento islamista afgano controló la zona.

"Es un programa estadounidense para reducir la población musulmana. No vamos a permitir la campaña contra la poliomielitis porque avalarla es contrariar a Dios todopoderoso", señaló Umar Hadi, clérigo de Mattani, localidad vecina de Peshawar, capital de la Provincia de la Frontera Noroccidental.

Varios clérigos emitieron numerosos decretos en 1995 para evitar que los padres vacunaran a sus hijos. Pero no todos los religiosos piensan igual.

"Es responsabilidad de los padres y es su deber religioso vacunar a sus hijos contra cualquier enfermedad", indicó Maulana Akhtar Shah, un clérigo de Waziristán del Sur, en un decreto emitido en agosto de 2008. "Los que se niegan a la inmunización les hacen daño."

"Las vacunas contra la poliomielitis son seguras y no tienen ningún componente que atente contra la fertilidad, no se les agrega ni estrógeno ni progesterona en ninguna etapa del proceso de elaboración y tampoco se encuentran en el producto final", aseguró el médico Jalif Bile Mohamud, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Pakistán.

Las dosis suministradas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia a Pakistán cumplen con las especificaciones establecidas por el Comité Internacional de Expertos sobre Estandarización Biológica, de la OMS, que fija las normas de las vacunas suministradas a los países que integran el foro mundial.

"Esas especificaciones hacen que sea imposible que las vacunas contengan cualquier otra sustancia biológica activa no declarada como virus, hormonas u otras", añadió.

Las vacunas usadas en Pakistán tienen la misma alta calidad que las que se suministran en otras partes del mundo, remarcó Bile.

En los últimos 20 años, añadió, se administraron más de 10.000 millones de dosis contra la poliomielitis a más de 1.000 millones de niños y niñas en todo el mundo. "No se ha registrado ningún efecto colateral en ese periodo", apuntó.

"Desde 1994, alrededor de una docena de organizaciones internacionales, encabezadas por la OMS, destinaron más de 1.000 millones de dólares al año para erradicar la atroz enfermedad de este país, pero no hay ninguna señal de mejoría", dijo a IPS el experto en inmunización Jawad Ali.

El Talibán y los religiosos radicales son responsabilizados por la situación.

En Pakistán se registraron 117 casos de poliomielitis el año pasado, 52 de los cuales en la Provincia de la Frontera Noroccidental y la mayoría de las otras zonas controladas por el Talibán, a donde no llegó la campaña de inmunización.

"De los 72 casos confirmados en los 28 distritos en los que existe la enfermedad, 29 se registraron en Swat y Bajaur, donde no se había vacunado a nadie desde febrero de 2008 por la oposición del Talibán", dijo a IPS Abdul Jabbar, jefe del equipo de inmunización de la Iniciativa para la Erradicación de Poliomielitis para esta provincia y para las vecinas Áreas Tribales Federalmente Administradas (FATA).

Este programa se lanzó a nivel nacional en 1994, en colaboración con la Iniciativa Global para la Erradicación de la Poliomielitis, que había comenzado seis años antes en el ámbito de la OMS.

La oposición del Talibán a la vacunación derivó en un brote de poliomielitis en Swat, donde se registraron 18 casos en agosto, la mayor cantidad observada en un único distrito hasta ahora.

Pakistán es uno de los cuatro estados donde la poliomielitis es endémica, según la OMS, y ha sido el foco de propagación del virus a otros países declarados libres de la enfermedad.

Zaheer Ahmed, de 22 años, dio positivo al análisis clínico en mayo de 2007, cuando estudiaba en Australia. La posterior secuenciación genética del virus demostró que procedía de Pakistán. Fue el primer caso de poliomielitis registrado en ese país desde 1986.

De los 1.169 casos de poliomielitis registrados en todo el mundo en lo que va del año, 77 por ciento se concentraron en cuatro países: Afganistán (23), Pakistán (65), Nigeria (382) e India (431).

El Talibán representó un gran obstáculo para la correcta vacunación, señaló Mujahid Hussein, alto funcionario de la campaña para erradicar la poliomielitis, quien, sin embargo, insistió en que la situación mejora.

"Las dificultades de acceder a las zonas controladas por el Talibán fueron superadas. El 12 de octubre quedaron sin vacunar 473.158 niños y niñas en esta provincia y en las FATA, en comparación con el millón que en julio no recibió la dosis correspondiente, de los seis millones de menores de cinco años" que deben ser inmunizados, explicó a IPS.

Las autoridades de salud federales debieron suspender la inmunización en el distrito de Bajaur en agosto de 2008 después de que hombres armados golpearan a los vacunadores en el área de Charmang.

El 25 de mayo de 2007, el máximo funcionario del área de la salud pública de las FATA, Abdul Ghani Jan, murió en un atentado con bomba cuando salía de una reunión para afinar la campaña contra la poliomielitis en ese distrito, bastión del Talibán.

Entre quienes no recibieron las dosis interceptadas por el Talibán en Bajaur se encuentra Wahidullah, de 20 meses, quien ahora es uno de los 30 niños que contrajeron la enfermedad.

Nawab Ali, de Swat, decidió ser voluntario en la campaña de vacunación luego de que su hija Yasmin, de dos años, contrajera la enfermedad.

"Ahora quiero salvar a otros niños", explicó el padre de Yasmin, quien no pudo recibir la vacuna oral por la oposición del Talibán.

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