La crisis financiera mundial atenta contra los esfuerzos por lograr las metas del milenio en Asia. La recesión que se inició en Estados Unidos y se propagó a otras economías industrializadas ha agotado los mercados para las exportaciones de esta región.
Los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, definidos en 2000 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que padecen pobreza y hambre, respecto de los índices de 1990, garantizar la educación primaria universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil y la materna.
También mandata combatir el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), el paludismo o malaria y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, todo esto con 2015 como plazo.
Actualmente, en el mundo hay alrededor de 1.400 millones de personas que viven en la pobreza extrema.
A consecuencia, los países pobres de Asia no pueden centrarse en las exportaciones —tradicionales motores de sus economías— para ayudarlos a cumplir los Objetivos del Milenio, señalan algunos expertos.
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"El tamaño de la contracción de las economías en el mundo industrializado y la deuda pública significan que a esos países les llevará algún tiempo más de lo previsto volver a crecer", dijo Tiziana Bonapace, de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico, una agencia regional de la ONU con sede en Bangkok.
"Lo que preocupa en nuestra región es que pueda producirse un enlentecimiento en la reducción de la pobreza", agregó.
La actual crisis es mucho más desalentadora para la región que la que enfrentó en 1997, que comenzaron en Tailandia y se propagaron a otras partes de Asia sudoriental. Entonces fueron las economías regionales las que se achicaron.
Algunos países, como Tailandia, pasaron de un crecimiento de dos dígitos a una contracción.
"La crisis de 1997 tuvo forma de V; la profundidad de la crisis fue dramática, aunque la recuperación fue rápida", dijo Bonapace en una entrevista.
"Las economías orientadas a la exportación en la región se exportaron a sí mismas de la crisis porque las economías industrializadas no fueron afectadas", agregó.
"Pero esta vez es diferente. La oportunidad de salir de la crisis a través de las exportaciones no está allí. Esta crisis financiera significará que los gobiernos tendrán menos recursos para invertir en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio", señaló.
Un informe del Banco Asiático de Desarrollo plantea un punto de vista similar, argumentando que la región Asia-Pacífico enfrenta un desafío para cumplir sus Objetivos del Milenio en materia de pobreza, debido al colapso económico mundial,
"Con la reciente crisis mundial, que ha causado grandes reducciones de las exportaciones, la producción y la demanda agregada, el crecimiento regional continuará bajo una severa presión a la baja", señaló el economista jefe del Banco Asiático de Desarrollo, Jong-Wha Lee, en un comunicado que acompañó al informe.
"Un crecimiento más lento en el corto plazo dificultará los avances en el logro de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio para muchos países en Asia y el Pacífico", añadió.
"El año pasado, los ingresos de inversiones extranjeras directas cayeron fuertemente en varias economías, a consecuencia de la crisis económica mundial", agregó la institución financiera regional con sede en Manila, en su publicación anual "Indicadores clave 2009".
Informes difundidos a comienzos de este año señalaron las épocas problemáticas que enfrenta la región. En mayo, por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que la crisis económica podía hacer que los desempleados de la región Asia-Pacífico en 2009 llegaran a entre nueve y 26,3 millones.
Tal pronóstico puede significar que "la cantidad de personas desempleadas en Asia-Pacífico en su totalidad pueda alcanzar a 112,2 millones de personas", constituyéndose en la mayor de la región, según la organización con sede en Ginebra.
"La crisis dejó al descubierto cuán vulnerable es el sector exportador", dijo el economista Gyorgy Sziraczki, de la oficina de la OIT para Asia-Pacífico, en Bangkok.
"En el pasado Asia se benefició de su dinamismo exportador pero, a consecuencia de eso, ahora quedó vulnerable", agregó.
"Las mujeres son las más afectadas, porque constituyen la mayor fuerza laboral en el sector exportador de esta región. Ellas ayudaron a sus familias a salir de la pobreza trabajando en fábricas de áreas urbanas", declaró a IPS.
China, el gigante asiático que en los últimos 15 años surgió como la fábrica del mundo, ha jugado un rol significativo en la reducción de la pobreza en la región.
Fue responsable de cerca de 68 por ciento de la caída general de la cantidad de personas que viven con menos de un dólar por día. Se estima que en 1990 había 377 millones de chinos que vivían en la pobreza absoluta, cantidad que actualmente bajó a 173 millones.
Ahora, alrededor de 640 millones de personas en Asia y el Pacífico —o casi la quinta parte de la población de los países en desarrollo de la región— viven con menos de un dólar diario. La mayoría reside en India, el otro gigante asiático, con cerca de 330 millones de habitantes.
"En los últimos 15 años, Asia logró rápidos avances en la lucha contra la pobreza, reduciendo la cantidad de pobres de alrededor de una de cada dos personas a alrededor de una cada cuatro", señala el Banco Asiático de Desarrollo en su informe.
"Sin embargo, grandes bolsones de pobreza extrema persisten aunque muchas economías han registrado un crecimiento récord en ese tiempo", agrega.
La actual preocupación en torno a la crisis financiera mundial y su relación con el Objetivo del Milenio sobre la pobreza se hace eco de preocupaciones similares surgidas en los últimos dos años.
Otro factor que contribuyó con la inquietud fue el aumento en los precios del petróleo y los alimentos. Se estima que 100 millones de personas en todo el mundo fueron empujadas a la pobreza absoluta debido al encarecimiento de los alimentos, reveló la ONU el año pasado.