Las inundaciones en el norte y nororiente de la ciudad de México requieren nuevos métodos de extracción rápida del agua de lluvia, así como poner fin a la automatización de los drenajes, para evitar la saturación de los canales ante la persistencia de las precipitaciones. Así lo planteó Agustín Breña, académico del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica de la estatal Universidad Autónoma Metropolitana.
“El problema de las inundaciones es que no se resolverán a la brevedad, por lo que debe pensarse en estrategias de mediano y largo plazos”, dijo Breña a Tierramérica.
En 1910 la mancha urbana en la zona metropolitana ocupaba 27 kilómetros cuadrados, en 1960 saltó a 382 y para 2000 llegó a 1.350. Se estima que en 2010 ascenderá a 1.475 kilómetros cuadrados, por lo cual se necesitará de una mayor infraestructura hidráulica.