La trata de mujeres nigerianas en Italia aumentó más de 10 veces en el último año, advirtieron organizaciones de derechos humanos.
El año pasado, 1.782 mujeres de Nigeria llegaron al centro de detención de inmigrantes en la sureña Lampedusa, en comparación con 166 en 2007, informaron organizaciones de derechos humanos.
La isla de Lampedusa, 205 kilómetros al sur de la costa italiana, se encuentra entre Túnez y Sicilia a 205 kilómetros de la costa italiana y alberga principalmente un campo de detención para inmigrantes africanos.
La trata de personas, como se define el tráfico humano con fines de explotación, se transformó en la tercera fuente de ingresos de las organizaciones criminales en todo el mundo, luego de los medicamentos y las armas, según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) publicado este año.
Cerca de 80 por ciento de la trata implica la explotación sexual de las personas, en su gran mayoría mujeres, indica el informe.
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Las representantes de mujeres de 25 países solicitaron al Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos que apoyen medidas internacionales concretas contra este tipo de violencia de género. El G-8 está integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia.
"La presidencia italiana del G-8 nos ofrece la singular oportunidad de colocar el tema internacional de la violencia contra las mujeres en el orden del día de los líderes", aseguró la ministra italiana de Igualdad de Oportunidades, María Rosa Carfagna, en la conferencia de grupos defensores de los derechos de las mujeres, que tuvo lugar en Roma el miércoles y el jueves.
"No estamos aquí para apenarnos por la situación de las mujeres, sino para mostrarle al mundo nuestra disposición a favor del cambio", agregó.
La conferencia analizó varios temas, como las violaciones, la violencia doméstica, la mutilación genital femenina, el acceso a la enseñanza y la violencia contra las jóvenes.
La declaración conjunta adoptada por la conferencia se presentará a los ministros de Relaciones Exteriores del G-8 que se reunirán en la Asamblea General de la ONU, cuyo 64 período de sesiones comenzará el martes 15 en Nueva York.
El informe de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) indica que la mayoría de las víctimas de trata son mujeres y niñas, pero las mujeres también son la mayoría de las victimarias en 30 por ciento de los países que aportaron datos sobre el género de los delincuentes. Muchas de las que fueron víctimas se convierten en tratantes, impulsadas por motivos psicológicos o financieros.
"Estas mujeres, a quienes llamamos 'maman', nos obligan a pasar días enteros en la calle, aunque tengamos la menstruación o estemos embarazadas y pocos días después de dar a luz somos llevadas a la calle otra vez, o la 'maman' nos roba a nuestros hijos", afirmó a IPS la nigeriana Isoke Aikpitanyi, de 30 años.
Aikpitanyi abandonó Nigeria en 2000 con la promesa de un empleo en Londres, pero fue vendida a una organización criminal, enviada a Italia y obligada a ejercer la prostitución.
"Aquí encontré el infierno, un mundo de violencia diaria perpetrada por hombres y por otras mujeres, y también por nuestras propias familias, que hacen la vista gorda y se quedan con parte del dinero", relató.
Aikpitanyi asegura haber recaudado 40.000 dólares con su trabajo para quienes arreglaron su viaje a Europa. Las mafias les prestan dinero a las mujeres para su traslado, y éstas deben devolvérselo trabajando. Invariablemente, son obligadas a prostituirse para pagar la deuda.
"Hoy, las chicas cuestan 80.000 dólares. En muchos casos lleva años devolver el dinero", dijo Aikpitanyi. "Las jóvenes obligadas a prostituirse dicen que por cada mujer víctima de la trata de personas, una italiana se salva de ser violada", manifestó, porque a menudo las contactan hombres violentos que son violadores en potencia.
Una joven que compartía una habitación con Aikpitanyi fue asesinada después de denunciar hechos de violencia a la policía. En 2003, cuando Aikpitanyi reunió el valor para escapar de quienes la detenían e informar a la policía, fue duramente atacada y cayó en coma.
Pasó mucho tiempo antes de que hallara la protección de una organización de mujeres y luego pudiera crear su propio grupo, Chicas de Ciudad Benin, así llamado por el nombre de una urbe del sur de Nigeria. Ahora ayuda a muchas nigerianas que cayeron como ella en la trata.
"El gobierno de Nigeria hace mucho para poner fin a la trata de personas", declaró a IPS el ministro de Promoción de la Mujer y Protección de la Infancia, Barry Bibata.
"En 2003 promulgamos una ley que estableció una condena muy severa para los responsables de la trata de personas, y creamos un organismo para su prohibición que ofrece refugios y protección a las víctimas", aseveró.
"Estas chicas con frecuencia son muy jóvenes, no tienen la madurez suficiente para decidir acerca de su futuro", declaró Bibata. "El gobierno nigeriano coopera con Italia para identificar a las víctimas, asistirlas en su retorno y reintegrarlas a sus familias en su país de origen", explicó.
Italia ofrece protección a las víctimas de trata gracias a una ley que proporciona permisos de residencia a las mujeres que logren huir de sus victimarios. Entre 2000 y 2006 unas 673 mujeres recibieron estos permisos. Las víctimas también pueden solicitar ayuda a un número de teléfono gratuito: 800 290 290.