Pascal Lamy tendrá que reconocer la semana próxima en la cumbre del G-20 que en las actuales circunstancias la OMC, que dirige, incumplirá el mandato encomendado por esos gobernantes de concluir las negociaciones de la Ronda de Doha en 2010, dijeron fuentes diplomáticas.
Personalmente pedí a Lamy, no se si lo hará o no, que comunique a los líderes del G-20 que, si continuamos a este paso, no haremos efectivo ese mandato, declaró a IPS el jefe de negociadores de Brasil, Roberto Azevedo.
"Eso es todo ¿qué más puedo agregar? A este ritmo no alcanzamos esa meta, insistió.
La evaluación del embajador brasileño ante la OMC (Organización Mundial del Comercio) resumió la impresión dominante en muchos de los negociadores que se reunieron este viernes con Lamy para analizar los resultados de una semana de discusiones que tenían por objetivo revitalizar la Ronda de Doha y discutir el mensaje que se llevará a la reunión del G-20.
Los gobernantes del G-20 (Grupo de los 20), conformado por los ocho países más industrializados y economías emergentes, se reunirán el 24 y 25 de este mes en la ciudad estadounidense de Pittsburgh para examinar el cumplimiento de sus objetivos de restaurar el crecimiento de la economía mundial y establecer reformas a los sistemas financieros multilaterales.
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Esos propósitos fueron enunciados por el G-20 luego de su primera reunión convocada en Washington, en noviembre pasado, poco tiempo después de que la crisis económica y financiera estallada en Estados Unidos alcanzara su actual magnitud global de extrema gravedad.
En las deliberaciones de la capital estadounidense, como en la segunda reunión de abril de este año, en Londres, el G-20 prestó también atención a las cuestiones comerciales y a la marcha de las negociaciones de la Ronda de Doha, el proceso lanzado en 2001 en el emirato de Qatar, para profundizar la liberalización del intercambio mundial.
Uno de los puntos de la declaración aprobada en la capital británica demandaba la conclusión de las negociaciones de Doha durante 2010. Y en ese aspecto, los 153 estados que integran la OMC no han conseguido por ahora una coincidencia.
A comienzos de este mes, los ministros de Comercio de unos 30 estados miembros de la institución se reunieron en Nueva Delhi, convocados por el gobierno de India, para discutir las posibilidades de destrabar las negociaciones de Doha, que ya llevan casi cinco años de atraso.
Los ministros pidieron que los negociadores acreditados ante la OMC diseñaran una hoja de ruta con una meta establecida en el acuerdo final de la Ronda de Doha. Ese itinerario ya ha sido establecido y ahora sólo falta andar el camino hasta llegar pronto a un final exitoso, dijo Azevedo.
El plan de trabajo mencionado consiste en una serie de reuniones, con la participación de representantes de alto nivel de los estados miembros, que se realizarían entre 19 y 23 de octubre, 9 y 13 de noviembre, y 14 y 16 de diciembre.
En la reunión de este viernes, los representantes de un grupo selecto de miembros de la OMC, pidieron a Lamy que comunicara al G-20 que sus exhortaciones a una labor expedita para concluir en 2010, "no parece que se estén trasladando a la acción en Ginebra", subrayó el representante brasileño.
Lamy escuchó a los delegados y "por supuesto dijo que una de las cosas necesarias es acelerar los trabajos", refirió Azevedo.
Pero la pregunta es si las delegaciones van a negociar, comentó. En este momento no veo que exista el compromiso político necesario para concretar esas negociaciones, estimó el diplomático de Brasilia.
Otros delegados consultados por IPS mostraron desazón por la ausencia de signos de vitalidad en las negociaciones, que prácticamente no han registrado progreso alguno en lo que va del corriente año.
La delegación de Estados Unidos opinó que un importante elemento para movilizar las negociaciones de Doha sería el establecimiento de compromisos bilaterales entre estados miembros, para evaluar y afrontar la naturaleza de las diferencias que aún persisten.
La declaración, emitida en Washington por la portavoz de la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, Carol Guthrie, subrayó que esos acuerdos deberían enfocar particularmente a las contribuciones de apertura de mercados, dentro de la Ronda de Doha, por parte de las economías emergentes claves.
En esa categoría de mercados emergentes, Estados Unidos y también la Unión Europea, ubican a las naciones en desarrollo más afianzadas en los planos económico y comercial, como China, India, Brasil, Sudáfrica y otras.
El representante de Argentina, Néstor Stancanelli, director de negociaciones económicas internacionales de la cancillería de su país, estimó que el mensaje de la OMC al G-20 debe transmitir el compromiso de los estados miembros de trabajar y buscar una resultado positivo para la Ronda.
Tiene que haber sentido común y tener en cuenta los problemas de cada país. Estamos en medio de una crisis internacional y por tanto todos debemos adoptar una actitud constructiva, dijo Stancanelli.
Los plazos establecidos por el G-20 para la conclusión de la Ronda de Doha no son muy largos, estimó el representante argentino. Los presidentes y jefes de gobierno han señalado el 2010, así que tendríamos que trabajar con vistas a esa fecha, dijo. Esperamos un mensaje positivo en Pittsburgh, entonces vamos a ver que podemos hacer.
Cuando se le observó al delegado argentino que ese tipo de declaraciones de buena voluntad se repiten desde hace años en los círculos de la OMC sin que se concreten en resultados, Stancanelli respondió que "es verdad". "Acá no ha habido la voluntad política de entender esto que estamos hablando. Esperemos que la haya ahora", indicó.
"Hemos planteado muchas veces los problemas que teníamos los países en desarrollo, porque no podíamos aceptar una liberalización total en materia de industria, que necesitábamos espacio para la política industrial", justificó.
"Lamentablemente eso no se entendió y perdimos tiempo. Confiemos que ahora se entiendan los problemas, tanto nuestros como los otros", concluyó.
El G-20 fue creado originalmente en 1999 para discutir aspectos clave de la economía mundial luego de los sobresaltos ocasionados por la crisis desatada a finales de esa década, principalmente en algunos países asiáticos.
El grupo fue desempolvado hace un año para hacer frente a una nueva crisis, pero de mayor envergadura. Sus miembros representan 85 por ciento de la economía mundial y dos terceras partes de la población global, según algunas estimaciones.
El G-20 esta integrado por Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica y Turquía, además de un representante del país que preside la Unión Europea.
En las reuniones también participan gobernantes de España y Holanda, como igualmente los jefes de varias agencias multilaterales.