Es necesario abordar con más precisión los temas de género para responder al VIH/sida, dijo a IPS Geeta Rao Gupta, presidenta del Centro Internacional de Investigación sobre la Mujer, con sede en Washington.
"La epidemia simplemente está alimentando las grietas de la desigualdad y la discriminación que ya existían en nuestra sociedad", dijo en el Noveno Congreso Internacional sobre el Sida en Asia y el Pacífico, realizado esta semana en la isla indonesia de Bali.
IPS: En el Congreso hubo un intento consciente de observar los aspectos sociales en torno al VIH (virus de inmunodeficiencia humana) y a su consecuencia el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). En general se espera que el principal enfoque sobre este tema se centre en cuestiones biomédicas, y sólo después de algún tiempo en las desigualdades.
GEETA RAO GUPTA: Creo que esas soluciones técnicas, cada una de modo independiente, tendrán impacto, pero solamente en relación a los objetivos técnicos que se plantean.
Es necesario que muchas de esas cosas ocurran simultáneamente y en el contexto del tratamiento, la prevención, los cuidados, el paquete estándar de los servicios (de atención a personas con) VIH No se puede hacer una cosa aquí y otra en su país y esperar erradicar la desigualdad de género.
IPS: Usted ha señalado que la debilidad de todo el esfuerzo se debe, en parte, a que muchas veces el género sólo se ve como un tema de las mujeres, y que éste es un error que cometen las propias mujeres.
GRG: Sí, todas lo hemos hecho.
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IPS: ¿Qué rol cumple esto en el contexto del VIH?
GRG: Hasta ahora hemos creado conciencia sobre el género y la desigualdad hablando sobre la realidad de las mujeres, sobre cómo ellas experimentan esa situación y cuán en desventaja están en materia de acceso a recursos productivos como tierras, créditos, empleo y educación. Eso estuvo bien.
Pero también es tiempo de ver la otra parte de la ecuación, porque si se habla sobre la transmisión sexual del VIH esto compromete a dos individuos y no a uno, ¿verdad?
Si muchas de las desventajas que experimentan las mujeres en las relaciones sexuales se deben al modo como se construye la masculinidad. Entonces, mientras intentamos ayudarlas, también tenemos que cambiar las normas de esa masculinidad, trabajando con ellos para que comprendan cómo las cuestiones de género los presionan para que sean de un modo en particular, así como presionan a las mujeres para que sean de una manera en particular.
Así que (el concepto generalizado es que) los hombres deben ser los proveedores, deben ser enérgicos en las interacciones sexuales y deben saber sobre sexo. La sociedad perpetúa estas ideas. Entonces los hombres, a fin de ser considerados tales, tienen que cumplir con esas normas, y al hacerlo en realidad alimentan la epidemia.
Por lo tanto, ¿cómo podemos hacer que la comunidad vea esa relación y sus consecuencias negativas y ver cómo podemos cambiar? Tienen que comprender que la violencia contra las mujeres no es solamente contra ellas, sino contra todos.
IPS: Usted dice que los esfuerzos no se han centrado de modo suficiente en
GRG:
en fijarse tanto en los hombres como en las mujeres, y en ayudar a ambos a buscar soluciones juntos. No vivimos en comunidades que sean sólo de mujeres, sino que son de mujeres y hombres.
IPS: ¿Eso equivale a decir que así se ayuda a perpetuar la noción de la mujer como objeto?
GRG: Sí. Y se ejerce toda la presión sobre ellas para que encuentren una solución. Pero está la otra mitad de la ecuación, a la que no se está haciendo responsable.
IPS: En el Congreso se debatió mucho sobre los enfoques biomédicos, en los que se dice: "Éste es el problema y éste es el fármaco". Pero no hay un remedio para cambiar estereotipos.
GRG: No hay una solución mágica, pero sabemos cuáles son los ingredientes. Y se los puede identificar para lograr el cambio social.
Un ingrediente es un entorno legal adecuado, a fin de que no se pueda criminalizar, discriminar o estigmatizar, porque entonces, sin importar lo que usted haga, no va a tener éxito, porque el entorno estará en su contra.
Así que se necesitan leyes que descriminalicen, que protejan los derechos de las personas. Ésta es la primera condición, necesaria pero no suficiente. La segunda es que todos los servicios vinculados al sida estén disponibles para todos. Y la tercera es que las comunidades participen en la elaboración de soluciones.
IPS: ¿Puede citar algún ejemplo?
GRG: He visto cómo ocurrió esto en algunas comunidades pequeñas de Mumbai. Por ejemplo, he visto a una comunidad pobre empezar diciendo "no, las mujeres no pueden ser iguales a los hombres, eso arruinará nuestro tejido social, ésta es la manera como está organizada la sociedad".
Y luego comenzamos a explicarles que cuando su hija se case se enfermará y morirá si no tiene información sobre cómo protegerse, si no puede dejar una relación que ella sabe que es riesgosa, si no tiene una manera de ser económicamente independiente y su esposo es VIH-positivo. Y sus nietos quedarán huérfanos.
Cuando se plantean los vínculos que existen entre el empoderamiento de las mujeres y sus implicaciones para su comunidad, la gente quiere cambiar. He visto a esos mismos padres hacer fila para decir "por favor, eduquen a mi hija sobre sexo, díganle sobre los condones".
Generar el cambio social no es difícil. Pienso que no damos suficiente crédito a las comunidades y a la gente, y que nos quedamos estancados con las cúpulas políticas.