SERBIA: De vuelta a las armas

La industria armamentística de Serbia crece a buen ritmo, en contraste con la crisis que aqueja a otros sectores de la economía.

Las exportaciones de equipamiento militar ascendieron a 520 millones de dólares en 2008 y alcanzarán los 650 millones este año, según la Cámara de Comercio de Serbia. Alrededor de 90 por ciento del armamento producido en este país se vende al exterior.

"La industria armamentística de Serbia se recuperó. Se venderán unos 20 aviones de entrenamiento Lasta a Iraq a mediados de 2010", informó el ministro de Defensa, Dragan Sutanovac, a su regreso de Bagdad, de donde volvió con un contrato de unos 305 millones de dólares.

"Es uno de los contratos más grandes que haya tenido nuestra industria militar, permitirá crear casi 20.000 puestos de trabajo y significará el regreso de nuestro país a la escena internacional en ese rubro", añadió.

Iraq recibirá la primera aeronave construida en la fábrica de Utva, ubicada en Pancevo, localidad vecina de Belgrado, a fines de este mes.
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"Inauguramos una semana laboral de seis días, contratamos 100 nuevos empleados y aumentamos significativamente los salarios", indicó el gerente de Utva, Tomislav Bjelogrlic. Los sueldos en la industria militar ascienden al equivalente a unos 923 dólares al mes, el doble de otros sectores.

"La recuperación de la industria militar, en especial el contrato con Iraq, propiciará el florecimiento de otros sectores", dijo Sutanovac a la estatal Radio y Televisión de Serbia.

"Nuestras constructoras erigieron el grueso de la infraestructura de Iraq en los años 70 y 80. Quizá puedan regresar en el futuro, pues ese país prevé invertir unos 70.000 millones de dólares en proyectos de reconstrucción", añadió.

Antes de las guerras de disolución de la antigua Yugoslavia en los años 90, el sector armamentístico de Serbia generaba varios miles de millones de dólares al año, una de las principales industrias de exportación. La producción se concentraba en seis fábricas, de las que el Estado era socio mayoritario.

Los principales clientes eran miembros del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), como Iraq y Libia. Con las guerras de los Balcanes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) impuso un estricto embargo sobre la exportación e importación de armas en la región.

Las fábricas de armamento fueron blancos recurrentes del bombardeo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a Serbia en 1999, a raíz de la brutal represión lanzada por las autoridades de este país contra personas de origen albanés de su entonces meridional provincia de Kosovo.

La región declaró su independencia unilateral en febrero de 2008, la que fue rápidamente reconocida por algunas potencias occidentales, como Estados Unidos y Gran Bretaña, pero considerada ilegítima por los propios serbios, además de Rusia y China, entre otros países.

El bombardeo de 11 semanas de la OTAN destruyó fábricas de rifles, armas pequeñas, misiles, artillería antiaérea y municiones, entre otros dispositivos, ubicadas en el centro de este país. La única que se salvó fue la gigante de explosivos Prva Iskra, a 37 kilómetros de Belgrado.

"Ahora se volvió a las armas, pero a la producción y a la industria, no a la guerra", dijo a IPS el analista militar Aleksandar Radic. "Es un negocio totalmente transparente, con contratos acordados por adelantado, supervisados por autoridades responsables y competentes en el ámbito local y extranjero".

El grueso de los 30 millones de dólares exportados este año, 30 por ciento más que en 2008, por la fabricante de armas pequeñas Zastava Oruzje, fue para las misiones de paz de Afganistán e Iraq y para las fuerzas regulares de éste último país, indicó el gerente Rade Gromovac. La empresa también produce rifles de asalto, la mayoría para Estados Unidos.

Los países del NOAL son un destino prometedor para los productos industriales y agrícolas.

El presidente serbio Boris Tadic propuso en la cumbre del NOAL, realizada en Egipto el mes pasado, que la de 2011, cuando se conmemorarán los 50 años del movimiento, sea en Belgrado, donde se organizó la primera en 1961.

"El restablecimiento de la cooperación con los países del NOAL, algunos de los cuales son grandes como India o Indonesia, o están muy interesados en invertir como los de Medio Oriente, servirá para reavivar la economía" local, dijo a IPS el portavoz de la Cámara de Comercio, Ivan Jaksic.

"Hay una gran necesidad de especialistas de la industria militar en esos países", añadió. "Pero también hay una gran demanda de productos agrícolas y de servicios como gestión, construcción, medicamentos, transporte, ingeniería y tecnologías de la información".

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