El partido laico Fatah, que controla la Autoridad Nacional Palestina (ANP), lucha por su supervivencia, debilitado por disputas internas y ataques de distintos frentes.
La situación se hizo evidente durante su sexto congreso, el primero en 20 años, que comenzó el martes en esta ciudad cisjordana.
Fatah es el principal partido de la Organización para la Liberación Palestina (OLP) comandada por Mahmoud Abbas, quien preside la ANP y es el interlocutor ante Israel y la comunidad internacional en las negociaciones para poner fin al prolongado conflicto palestino-israelí.
Las divisiones también afectan a la administración palestina. Desde que ganó las elecciones legislativas en enero de 2006, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), rival de la OLP, tuvo varios enfrentamientos armados con Fatah y con cuerpos de seguridad de la ANP, a la que terminó expulsando de la franja de Gaza en junio de 2007.
Hoy, la ANP sólo controla Cisjordania.
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El resultado del congreso es dudoso, debido a las divisiones internas, incluida una fractura entre los dirigentes históricos y la nueva generación y la detención de más de 200 miembros en Israel. Además, Hamás prohibió a los delegados de Fatah que residen en Gaza participar en el encuentro.
El Comité Electoral de Fatah no se puso de acuerdo sino hasta último momento sobre quiénes podían participar en el congreso. Finalmente, alrededor de 60 por ciento de los más de 2.000 delegados son miembros mayores de 65 años, algunos de los cuales volvieron del exilio.
Muchos de ellos, líderes históricos que asumieron la causa palestina desde los países árabes vecinos tras ser expulsados de sus tierras en los años 50 y 60, se enfrentan con los más jóvenes, quienes se formaron políticamente durante la primera Intifada (levantamiento) desde fines de los 80 a principios de los 90.
"Los jóvenes queremos compartir el poder con los mayores. Vivimos en los territorios ocupados y sufrimos la primera Intifada", dijo a IPS desde la norteña ciudad cisjordana de Qalqilia el dirigente juvenil Hisham Dweikat, quien estuvo preso cinco años en una cárcel israelí.
"La nueva generación no tiene la experiencia de la vieja, sobre todo para negociar con la comunidad internacional", dijo a IPS Fathi Najjar, quien vivió durante años en Jordania y Líbano y ahora en Túnez, desde donde viajó para participar en el congreso.
Los delegados sesionaron este miércoles a puertas cerradas para discutir asuntos delicados, como la posibilidad de reanudar algún tipo de resistencia armada contra la ocupación israelí.
Algunos defienden la legitimidad de esa opción arguyendo la falta de avances en el terreno dada la permanente construcción de asentamientos judíos en territorios palestinos y la expropiación de los recursos naturales.
Pero otros sostienen que la única posibilidad de crear un Estado palestino es negociar con Israel, a pesar de sus continuas violaciones al derecho internacional.
Las divisiones dejan a la ANP en una situación muy delicada. Para seguir recibiendo asistencia económica y tener legitimidad regional e internacional, Abbas no tiene más remedio que negociar con Israel, aunque sea en los términos impuestos por Estados Unidos.
Washington sigue considerando al Estado judío su principal aliado regional.
Muchos palestinos consideran que la ANP es como una milicia israelí, tiene que asumir la seguridad de los colonos judíos en Cisjordania y mantener a raya a Hamás sin recibir nada a cambio.
Fatah no se rinde sin pelear. Los delegados elegirán este viernes a los nuevos integrantes del Comité Central y del Consejo Revolucionario, lo que podrá darle nuevos aires al partido.
"Trabajamos duro para asegurar la supervivencia de Fatah y un reparto más equitativo del poder y lograr un frente unido para lidiar con nuestros enemigos", dijo a IPS Dweikat.
"Hay muchos asuntos importantes para discutir", remarcó Saeb Erekat, negociador de la ANP y miembro histórico de Fatah. "Es fundamental que el partido tenga una nueva agenda y logre tener consenso de cara al futuro".
El último Consejo Revolucionario se realizó en Túnez en 1989. Fatah, fundado a fines de los años 50, se incorporó a la OLP en 1968.
Las negociaciones entre Israel y la OLP derivaron en los Acuerdos de Oslo en 1993 que permitieron crear la ANP.