DESARROLLO-INDIA: Nadie sabía qué era un retrete

Bindeshwar Patak fue galardonado con el Premio del Agua de Estocolmo 2009 en la conferencia de la Semana Mundial del Agua, que se desarrolla en la capital sueca desde el domingo hasta este sábado.

El fundador del no gubernamental Movimiento Sulabh de Saneamiento, que promueve la instalación y el uso de retretes en India, recordó que antes de independizarse ese país del mandato británico, en 1947, era inusual ver letrinas en las aldeas.

Una mujer inglesa que planeaba un viaje a la India colonial escribió una carta al propietario de una pequeña posada que también era maestro en la escuela del pueblo. Estaba preocupada por saber si el hotel contenía un "WC", siglas en inglés que designan al retrete ("water closet").

El maestro, que no dominaba las sutilezas de los acrónimos en inglés, le preguntó al sacerdote del lugar si sabía el significado de "WC".

Juntos consideraron los posibles significados de esas letras y concluyeron que la mujer quería saber si había una capilla al borde del camino ("wayside chapel"). Nunca se les pasó por la mente que esas iniciales aludieran a un baño, relató Pathak.
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Así que el maestro respondió a la misiva diciendo: "Estimada señora: Tengo sumo placer en informarle que el WC está ubicado a nueve millas (casi 15 kilómetros) de la casa, en el medio de un bosquecillo de pinos, rodeado por hermosos jardines".

"Como se espera que lleguen muchas personas en los meses del verano, le sugiero que venga pronto. Ésta es una situación desafortunada, especialmente si usted tiene el hábito de ir regularmente", continuó.

"Le recomiendo que planee ir un jueves, dado que hay acompañamiento de órgano. La acústica es excelente e incluso los sonidos más delicados pueden oírse en todas partes. La incorporación más nueva es una campana que suena cada vez que alguien ingresa", agregó.

"Anhelo escoltarla yo mismo hasta allí, y hacerla sentarse en un lugar donde todos la puedan ver. Atentamente, El Maestro", concluyó.

"No resulta sorprendente que la mujer británica nunca visitara India", dijo Pathak en medio de las carcajadas de los presentes.

Pathak compartió este relato en la conferencia de la Semana Mundial del Agua, a la que asisten científicos, autoridades gubernamentales, representantes del sector privado, de organizaciones no gubernamentales y donantes.

India ha recorrido un largo camino desde la época colonial en sus esfuerzos por satisfacer las necesidades de saneamiento de una población en crecimiento de 1.100 millones de personas. Se tata del segundo país más poblado del mundo después de China.

Pathak dijo que uno de los complejos de cuartos de baños más grandes del mundo se ubica en Shirdi, en el occidental estado indio de Maharashtra, y cuenta con 120 letrinas, 108 baños, 28 retretes especiales y 5.000 armarios con llave para que usen los peregrinos.

En India todavía hay 600 millones de personas sin acceso a retretes y, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alrededor de 2.500 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a saneamiento básico, y unas 1.200 millones no tienen ningún tipo de letrina o cloaca.

Desde que creó el Movimiento Sulabh de Saneamiento en 1970, Pathak desarrolló sistemas de saneamiento baratos y trabajó para cambiar las actitudes sociales hacia prácticas tradicionalmente nocivas para la salud en tugurios, aldeas rurales y áreas urbanas densamente pobladas.

"Los resultados de los esfuerzos de Pathak constituyen uno de los ejemplos más sorprendentes de cómo una persona puede impactar en el bienestar de millones", dijo el comité que ofició como jurado del Premio del Agua de Estocolmo.

Presentado por primera vez en 1991, dicho galardón es considerado el más prestigioso del mundo destinado a los logros destacados en actividades vinculadas al agua. El premio anual incluye 150.000 dólares y una escultura de cristal.

Cuando comenzó su movimiento de reforma social en 1970, Pathak buscaba solucionar tres problemas sanitarios básicos que enfrentaba India: la defecación al aire libre, la limpieza manual de los retretes de cubo por parte de personas conocidas como "carroñeros humanos" y lugares públicos sin instalaciones para retretes y orinales.

En India, las mujeres eran quienes más sufrían: tenían que defecar antes del amanecer o después del atardecer para asegurarse cierta privacidad, dijo Pathak.

Las niñas no iban a la escuela por falta de baños y muchos niños fallecían por diarrea y deshidratación. Y a los extranjeros no les gustaba visitar India por la carencia de instalaciones sanitarias.

Los "carroñeros humanos" eran tratados como "intocables" y odiados, humillados e insultados por las personas para quienes trabajaban.

En la sociedad india previa a la independencia, una persona nacida dentro de una casta intocable moría como tal. No había ninguna posibilidad de cambiar en la estructura social, dijo Pathak.

Pese a proceder de una familia ortodoxa de la casta brahmán, considerada una de las superiores en el país, Pathak decidió prepararse para abandonar sus propios prejuicios contra los intocables.

"Fui a vivir en una colonia de carroñeros durante tres meses", dijo. Así experimentó personalmente los estilos de vida de los intocables.

Hasta ahora, el Movimiento Sulabh de Saneamiento ha instalado 1.200 millones de retretes en base a su tecnología, y el gobierno de India también construyó 54 millones.

Pathak desarrolló dos tecnologías. La primera utilizó los excrementos recogidos en los retretes de cubo para convertirlos en abono. Es a este tipo de retrete que se le llama Sulabh.

Y la segunda fue la creación de baños públicos en lugares como paradas de autobús, estaciones de tren, puntos turísticos y lugares religiosos.

En los años 70, los indios nunca pagaban por usar retretes. Pathak introdujo el primer baño público en 1974 en Patna, en el oriental estado de Bihar, manteniéndolo en base al concepto de "pague y use".

"Al principio la gente se burlaba de mí y se mostraba escéptica, diciendo: ¿quién pagará por usar un retrete?", recordó.

Pero ya el primer día lo usaron 500 personas, y se recaudó un total de cinco dólares, dijo.

Su movimiento ha instalado más de 7.500 baños públicos basados en nuevas tecnologías, y ahora otras organizaciones no gubernamentales y empresas privadas comenzaron a trabajar en este sector.

Los baños construidos por Sulabh, tanto individuales como públicos, son utilizados por 10 millones de personas diariamente.

En las últimas tres décadas y más, los indios han desarrollado el hábito de pagar para usar los retretes públicos en todo el país.

Esto ha ayudado a reducir la carga que suponía su mantenimiento para el erario público, dijo Pathak.

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