La actual pandemia de influenza A/H1N1, que se propaga rápidamente por varias regiones del planeta, plantea retos científicos, médicos y especialmente financieros para que las poblaciones del mundo en desarrollo puedan acceder al tratamiento de modo igualitario.
Así quedó de manifiesto en la Reunión de Alto Nivel "Lecciones Aprendidas de la Influenza A/H1N1", que finalizó este viernes en la sudoccidental ciudad mexicana de Cancún y que congregó a ministros de Salud y delegados de 43 países y de las organizaciones Mundial de la Salud (OMS) y Panamericana de la Salud (OPS).
"Dos retos importantes son cómo resolver la inequidad del acceso a tratamiento cuando la enfermedad se extiende por el mundo y la vigilancia de lo que está ocurriendo para conocer cómo cambia el virus", dijo a IPS Samuel Ponce, uno de virólogos más destacados en este país y director de la empresa estatal Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (BIRMEX).
La influenza humana tipo A H1N1, equivocadamente llamada fiebre porcina y surgida en abril pasado en México, ya causó 382 muertes y más de 89.921 casos de contagio en 121 países, según los últimos datos de la OMS.
Estados Unidos encabeza esa lista, con 33.902 casos y 170 decesos, mientras México ha reportado 10.984 infecciones y 119 fallecimientos.
Pero esta semana la enfermedad, que la OMS declaró pandemia el 11 de junio, se ha expandido con fuerza en América del Sur, potenciada por el invierno austral. El Salvador reportó este viernes su primera víctima mortal, un niño de nueve años.
Durante los dos días de trabajos escenificados en Cancún, a unos 1.650 kilómetros de la capital mexicana, el millar de asistentes tocaron temas como el estado de la pandemia, la vigilancia epidemiológica en personas y animales, la capacidad hospitalaria para enfrentar la enfermedad, el acceso a una posible vacuna y las regulaciones sanitarias internacionales.
"El aislamiento es importante, las medidas de higiene, la educación, saber cómo y cuándo acudir al médico y cómo los servicios médicos tienen que reorganizarse ante un incremento en la demanda de atención", indicó Ponce, quien asistió a la cumbre internacional.
El acceso a una eventual vacuna, que estaría lista en el último trimestre de este año, acaparó los debates del encuentro.
La OMS logró el compromiso de empresas farmacéuticas de obtener 250 millones de dosis de la vacuna para los países en desarrollo, pero, como lo reconoció su directora Margaret Chan, serán insuficientes.
El secretario (ministro) mexicano de Salud, Ángel Córdova, demandó este viernes "solidaridad para que no sea el dinero el factor que lleve a los productores a tomar decisiones para la distribución de la vacuna".
Otro tema que preocupa, especialmente a las naciones en desarrollo, es cómo financiar el combate contra la pandemia, en momentos en que la economía global se encuentra golpeada por una crisis generalizada.
El gobierno mexicano gastó unos 85 millones de dólares en medicinas y material médico para la lucha contra lo que entonces era aún una epidemia, según datos oficiales. Además, Córdova estimó en unos 4.000 millones de dólares el impacto económico del padecimiento.
México entregó semanas atrás a la OMS los datos clínicos y científicos y cepas del virus A/H1N1 para la búsqueda de una vacuna. A su vez, el organismo internacional transfirió esa información a los laboratorios para desarrollarla.
Por ello, México reclama una compensación económica. De esa cuenta, un comité de la OPS evalúa esa cuantificación para sugerir el monto que esta nación norteamericana recibiría.
La comunidad internacional continuará el análisis del padecimiento en los próximos meses. En agosto próximo, China organizará el Foro Científico sobre la Pandemia de la Influenza A/H1N1.