La oposición a la dictadura instalada en Honduras comenzó este jueves una huelga general de dos días, mientras la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, se encamina hacia el fracaso y el mandatario derrocado, Manuel Zelaya, dice que volverá a su país en las próximas horas.
En un nuevo intento por salvar el diálogo, Arias puso a consideración una nueva propuesta titulada Acuerdo de San José, para intentar la reconciliación nacional y el fortalecimiento democrático en Honduras, en la cual incluye los siete puntos presentados el sábado, con algunos agregados del documento sugerido por los delegados del gobierno de facto de Roberto Micheletti.
Arias mantuvo el retorno de Zelaya al gobierno como punto central, lo cual había hecho naufragar la propuesta anterior al ser rechazado de plano por Micheletti, pero ahora aumentó los condicionamientos para ese regreso al exigir la integración de un gabinete de "reconciliación" con representación de los dos partidos tradicionales, el derechista Nacional y el centroderechista Liberal.
Además plantó instalar una "comisión de la verdad" sobre lo ocurrido antes y después del golpe de Estado perpetrado el 28 de junio, cuando Zelaya fue expulsado del país por un centenar de militares que irrumpieron en la madrugada en su residencia.
Ninguna de las dos partes ha respondido por sí o por no al documento presentado el miércoles por el premio Nobel de la Paz, lo cual hace que la Organización de Estados Americanos (OEA) mantenga aún esperanzas de una solución política, como lo indicó este jueves su secretario general, el chileno Miguel Insulza.
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En conferencia de prensa en la sede del foro continental en Washington, Insulza se mostró dispuesto a intentar nuevas "gestiones diplomáticas" si es que finalmente Arias fracasa en su misión. Es que el temor de una enfrentamiento interno es muy grande y por ello pidió una respuesta positiva a lo planteado por el mediador.
También señaló que no es conveniente que Zelaya regrese al país sin antes llegar a acuerdos, pese a que dijo entenderlo, pues desde el mismo día en que fue desplazado por la fuerza del gobierno ha querido volver a Honduras, como lo intentó el 4 de este mes, cuando vehículos militares impidieron al avión en que viajaba aterrizar en el aeropuerto de Tegucigalpa.
HUELGA DE VIGILIA
Zelaya afirmó que volverá este viernes o el sábado a Honduras por tierra desde Nicaragua, desarmado y sólo en compañía de su familia.
En su respaldo, comenzó este jueves una huelga general de dos días, que es acatada hasta ahora de modo parcial, a la par de movilizaciones callejeras y bloqueos de rutas. La protesta es convocada por las tres centrales sindicales del país, la General de Trabajadores (CGT), de tendencia conservadora, la socialcristiana Confederación de Trabajadores de Honduras y la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, de distintas corrientes izquierdistas.
Daniel Durón, líder de la CGT, informó a IPS que, además de cortes en el tránsito de carreteras en Tegucigalpa y otros sitios, en los centros hospitalarios sólo se atienden emergencias y los maestros de educación primaria y secundaria no dan clases en atención a una decisión sindical anterior de sólo trabajar de lunes a miércoles hasta que dure la dictadura.
"Estos días serán de mucha movilización a nivel nacional para hacer que se vuelva al orden constitucional", manifestó Durón.
Hasta ahora IPS ha observado la paralización de tareas en oficinas de la seguridad social de Tegucigalpa y la toma por trabajadores de las sedes del Instituto Nacional Agrario, de Formación Profesional, la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda y las empresas telefónica Hondutel y de Energía Eléctrica que, empero, mantienen los servicios.
En la Universidad estatal no ha habido suspensión de clases y el sindicato salió a acompañar otras marchas sectoriales en barrios y asentamientos, en sintonía con la estrategia del movimiento social llevada a cabo desde el golpe de Estado. Se presume que la protesta se intensificará este viernes, si se concreta al regreso de Zelaya.
CONDICIONES EN ESPERA
El Acuerdo de San José también pide que se respete la aprobación del presupuesto general de gastos del Estado para el período fiscal de 2009 aprobado horas atrás por el parlamento, algo que es señalado como una de las violaciones a la legalidad que habría cometido Zelaya.
Otra de las nuevas condicionantes puestas por Arias fue que, a la par de la comisión de la verdad, se instalaría una de verificación y seguimiento de los virtuales acuerdos, entre los que destaca la renuncia a la consulta popular para convocar una Asamblea Constituyente, uno de los principales argumentos esgrimidos por los golpistas.
La amnistía política, el adelanto de las elecciones previstas legalmente para noviembre y el traspaso del mando militar para el Tribunal Supremo Electoral un mes antes de los comicios generales para custodiar las urnas y la transparencia del proceso, se mantuvieron en la nueva propuesta que, de ese modo, pasa de siete puntos a 11.
"No me doy por vencido, porque ha habido dos rondas de discusiones en donde han ido bajando las tensiones y ello en sí es un logro democrático, porque cada minuto de diálogo es un minuto que hemos robado a la violencia y a la locura, pero los plazos se acortan y debemos buscar la paz de un pueblo que se merece un retorno al orden constitucional", dijo en la víspera Arias. Algo que por estas horas parece muy lejano.
"La victoria será a medias para ambos por lo que hay que alejar las miradas sobre las razones que llevaron al enfrentamiento para volverlos en desafíos que deben llevar a la reconciliación", añadió.
Pero la representante de Zelaya, Ricci Moncada, fue tajante al señalar que se aceptaba la primera propuesta, pero desde la última reunión a la fecha "no ha ocurrido nada extraordinario y el Acuerdo de San José ha fracasado ( ) y responsabilizamos al régimen golpista por su intransigencia".
En iguales términos se expresó desde Managua, el propio Zelaya al asegurar que "los golpistas se niegan totalmente a mi restitución, desconocen a la OEA, no se someten a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y quieren que se legalice un golpe militar; eso es inaceptable". Las referencias son a las sendas condenas al golpe emitidas por los dos foros.
Por su parte, portavoces de Micheletti sostuvieron que, si bien la propuesta de Arias mantiene entre sus puntos el retorno de Zelaya, incluyó en la misma muchas sugerencias hechas por su delegación al citar artículos constitucionales y, según dijeron, "reconocer en forma implícita que en Honduras existe una división de poderes".
Arturo Corrales, integrante de la comisión negociadora de la dictadura, dijo a IPS que en su propuesta Arias prácticamente "acepta que aquí hay una historia por escuchar". "Nos han escuchado y para nosotros, el diálogo comienza, pues no sólo reconoció independencia de poderes sino que también tenemos leyes y una Constitución que respetar, y ese es un gran avance".
Arias, expresó Corrales, "nos ha facilitado el camino para ir a la OEA, a la ONU, al mundo para que nos escuchen".
"No salió el diálogo perfecto, pero de aquí hay mucho por rescatar y para nosotros, la mediación no ha fracasado, al contrario, el diálogo empieza a triunfar y amerita que nos sigamos escuchando", añadió.
La delegación enviada por Micheletti dijo al mandatario costarricense que iba a presentar la propuesta a los otros poderes del Estado en vista que incluía aspectos que para el régimen de facto no eran negociables como el retorno de Zelaya. Hasta ahora, la Corte de Justicia y la Fiscalía del Estado se oponen a negociaciones en términos de amnistía que permitan impunidad.
Si los simpatizantes de Zelaya no han abandonado las calles desde el día del golpe Estado, quienes respaldan la nueva situación institucional también hacen lo suyo. Una multitudinaria manifestación se realizó el miércoles, encabezada por empresarios, estudiantes, trabajadores, iglesias y grupos sociales reunidos en un frente cívico que representa lo más conservador del país.
Para el analista Juan Ramón Martínez, esta polarización sólo indica que "se debe ahondar en la mediación, en donde por ahora, podemos decir que ha existido un discreto avance que indica que Arias está empezando a hacer su trabajo".
