Las fuerzas de Israel mataron a decenas de civiles no combatientes en sus ataques desde aviones no tripulados sobre Gaza, en diciembre y febrero, estimó este martes la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HWR).
En su informe titulado "Precisamente equivocados: Civiles de Gaza muertos por misiles lanzados por aviones israelíes sin piloto", HRW analizó seis casos de ataques con misiles lanzados desde aviones teledirigidos, en los que murieron 29 palestinos, ocho de ellos niños.
"HRW no halló en ningún caso evidencias de que hubiera combatientes palestinos presentes en el área inmediata al ataque en ese momento", indica el estudio, basado sobre relatos de testigos corroborados por médicos, así como las pruebas balísticas y forenses recabadas en el terreno.
"Estos ataques violaron el derecho internacional humanitario", señala.
Marc Garlasco, alto analista militar del programa de emergencias de HRW, estimó que al menos 87 civiles murieron en 42 ataques con aviones sin piloto.
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"Las opciones de objetivos por parte de Israel son inaceptables e ilegales, especialmente considerando que los vehículos no tripulados de combate aéreo brindan la plataforma más precisa en el arsenal militar, y que Israel es el líder mundial en tecnología de aviones teledirigidos", declaró en una conferencia de prensa en Jerusalén oriental.
El estudio incluye información técnica sobre estos artefactos, así como de los misiles lanzados por ellos.
Los aviones teledirigidos israelíes poseen sensores avanzados, combinando radares, cámaras electro-ópticas e infrarrojas, y láseres que ofrecen imágenes en tiempo real, de día y de noche.
"Esos sensores permiten al operador de un avión teledirigido determinar si una persona en el terreno está armada", enfatizó Garlasco.
Además de estas cámaras de alta resolución, un misil disparado desde uno de estos vehículos tiene sus propias cámaras que permiten al operador observar el blanco desde el momento de disparar.
"Si en el último segundo se suscita una duda sobre un objetivo, el operador puede desviar el misil disparado con una palanca de mando", señala el informe.
Todo lo que ve el operador del avión teledirigido queda registrado. "Para estos aviones no hay niebla de guerra", dijo Garlasco.
Sin embargo, "el ejército israelí no distinguió entre objetivos militares y civiles", agregó.
Según fuentes palestinas, durante las operaciones israelíes murieron 900 civiles, entre un total de más de 1.400 muertos.
El informe de HRW señala que un tercio de las víctimas fatales fallecieron por misiles lanzados desde aviones teledirigidos. Fuentes israelíes sitúan la cantidad de civiles muertos en 300.
"HRW no está en contra del uso de aviones teledirigidos en la guerra. Su precisión y su concentrado radio de explosión de hecho pueden reducir la cantidad de víctimas civiles", admitió Garlasco.
Pero, a su vez, estos artefactos, que son muy parecidos a "rifles de francotirador, solamente son tan buenos en eludir civiles como el cuidado que tenga la gente que los opera", sostuvo.
El ejército israelí cuestionó la credibilidad de la investigación de HRW, que, aseguró, "se basa sobre fuentes palestinas anónimas con conocimientos dudosos en materia militar, que claramente no son observadores imparciales y que son parte de la maquinaria de propaganda en Gaza".
Garlasco replicó: "Realizamos entrevistas separadas a miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Si había combatientes, las entrevistas se interrumpían inmediatamente. Simplemente, no las usamos".
"Puede haber errores, pero aquí hay un patrón claro: muchos civiles fueron asesinados. Al parecer, las reglas israelíes de combate fueron muy laxas, manteniendo las víctimas israelíes en un mínimo, valorando las vidas de sus soldados más que las de los civiles palestinos", dijo Garlasco.
El estudio llama a Israel a realizar una "investigación caso por caso" sobre el uso de misiles lanzados desde vehículos aéreos no tripulados.
"El personal militar o civil responsable de cometer u ordenar ataques ilegales desde aviones teledirigidos debería ser sometido a investigación o a juicio", señala.
Según Garlasco, la investigación de HRW sirve como advertencia para Estados Unidos, por su "continuo uso" de estos aviones en Afganistán y Pakistán.
Activistas de derechos humanos manifiestan preocupación por el uso que da Washington a aeronaves no tripuladas.
El relator especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Philip Alston acusó este mes en Ginebra a Estados Unidos de crear "zonas de impunidad" al casi no investigar a contratistas privados y agentes de inteligencia que participaron en matanzas de civiles desde esos aviones.
Alston urgió a que un fiscal especial independiente se encargue de las denuncias penales contra funcionarios del gobierno acusados de malas acciones.
"Incluso cuando se ataca un objetivo militar legítimo, no se puede causar víctimas civiles" desproporcionadas, dijo Garlasco.
Sin embargo, la dependencia de las tácticas basadas en aviones teledirigidos puede superar el poder de los derechos humanos en los foros internacionales.
La semana pasada, el Canal Dos de la televisión israelí reveló que el Estado judío había condicionado la venta a Rusia de una decena de aviones teledirigidos a que Moscú no le vendiera a Irán avanzada tecnología de misiles antiaéreos.
Irán busca desplegar el sistema ruso de misiles S300 de esas características, contra un posible ataque israelí a sus plantas nucleares.
Moscú se concientizó sobre la necesidad de contar con aviones teledirigidos en agosto de 2008, durante su guerra de cinco días con Georgia.
Georgia operaba aviones no tripulados de factura israelí, que demostraron ser muy efectivos. Los rusos usaron uno propio sin gran éxito.
Los funcionarios militares rusos no hicieron ningún secreto de sus intenciones de usar modelos israelíes para mejorar su programa de desarrollo de aviones teledirigidos.
