INDÍGENAS-AMÉRICA: «Cinco siglos en guerra… y sigue»

Los pueblos indígenas de América continúan viviendo en una guerra que ya lleva 517 años y buscan la toma del poder político para gobernarse y desplazar a los estados coloniales, dice el senador boliviano Lino Villca al explicar las protestas y violencia registradas en la selva amazónica de Perú.

Senador Lino Villca Crédito: Franz Chavez/IPS
Senador Lino Villca Crédito: Franz Chavez/IPS
En una entrevista concedida a IPS, Villca indica que la lucha organizada de los indígenas se ha reanudado en 1992, y considera que la resistencia a la explotación de recursos naturales de parte de nativos en Bagua, en la nororiental región peruana de Amazonia, es un renacer de los pueblos inspirados en el pensamiento del presidente de Bolivia, el indígena aymara Evo Morales.

El senador Villca es un agricultor de coca de la región semitropical de los Yungas, en el norte del departamento de La Paz, y fue uno de los actores del proceso de formación del hoy gobernante Movimiento al Socialismo en función de la identidad cultural y las antiguas organizaciones pre-coloniales. Al igual que Morales, es de la etnia aymara.

"No acepto y condeno la versión del estado peruano que quiere culpar de injerencia política al hermano Morales y de la muerte de 50 indígenas en la selva de ese país", indicó Villca en referencia a los choques en Bagua. Las autoridades dijeron que las víctimas fatales en ese lugar fueron 24 policías y 10 nativos, pero jefes comunitarios aseguran que fueron asesinados decenas de manifestantes.

IPS: ¿Cuál es el origen de las luchas que libran en América los pueblos indígenas?

LINO VILLCA: Desde Venezuela, pasando por Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Argentina, parte de Paraguay y Chile, somos históricamente un solo pueblo representado por el gran (imperio del) Tahuantinsuyo.
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En 1533 teníamos un líder político que se llamaba Atahuallpa y como pueblos no tuvimos fronteras hasta la llegada de los españoles, que organizaron el territorio americano en virreinatos. Aun a pesar de ello, estábamos organizados como un sólo pueblo.

En 1781, la gran sublevación ante la corona (española) fue comandada en al altiplano, que ahora es territorio de Bolivia, por Tupak Katari y Bartolina Sisa, mientras que los hermanos Nicolás y Tomás Katari encabezaron la rebelión hasta Tucumán, hoy Argentina.

La zona andina que ahora pertenece a Perú fue escenario de las luchas de TupacAmaru, que se extendieron hasta las regiones que hoy comprenden Ecuador.

Ese fue el gran grito libertario en América. Posteriormente, a comienzos del siglo XIX, vendría el descuartizamiento de nuestros territorios en repúblicas.

IPS: ¿Dónde nace ese deseo de unificar las luchas de los pueblos indígenas de América?

LV: Hoy los aymaras y quechuas continúan siendo un solo pueblo dentro de los estados coloniales con fronteras, con una historia milenaria que trasciende los 517 años desde la invasión española.

Por ello, hoy trabajamos a nivel internacional por el respeto a los pueblos aborígenes para ser consultados sobre el uso de los recursos naturales.

Es cumplir con la Declaración de la Organización de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, que reconoce la libre determinación sobre sus recursos, su economía y organización.

En ese marco, desde 1992, los pueblos aztecas, mayas, del antiguo Tahuantinsuyo y Kollasuyo, hemos tenido grandes encuentros pidiendo a los estados coloniales el derecho a autogobernarnos.

Nos preguntamos: ¿quiénes somos, a dónde vamos y quiénes nos gobiernan? Pensamos que cortaron nuestras ramas, los tallos, pero nunca pudieron cortar nuestras raíces. Un pueblo sin identidad es un pueblo sin destino.

IPS: ¿Cómo se ha traducido este pensamiento en las organizaciones sociales de Bolivia?

LV: A raíz de ese pensamiento, en Bolivia hemos construido un instrumento político con un proceso de formación de líderes con identidad de los pueblos indígenas. De ese periodo surgieron líderes esclarecidos como Felipe "Mallku" Quispe, Alejo Veliz y el propio Evo Morales, el primer presidente indígena en el continente, mientras van cayendo los neoliberales.

Los pueblos indígenas reconocen a Morales como su presidente, al margen de los presidentes de sus estados.

Los pueblos indígenas de Ecuador, Perú, Colombia y Bolivia reconocen el mandato de Morales y esperamos que surjan líderes indígenas en estos estados para gobernarnos.

Hemos tenido presidentes coloniales como Gonzalo Sánchez de Lozada (1992-1997 y 2002-2003 en Bolivia) que se ha bañado con la sangre indígena y luego fue expulsado, y un prefecto (gobernador) del departamento de Pando, Leopoldo Fernández, quien cometió genocidio con la muerte de 15 indígenas en septiembre de 2008.

No acepto y condeno la versión del estado peruano que quiere culpar de injerencia política al hermano Evo Morales y de la muerte de 50 indígenas en la selva de ese país. Somos un solo pueblo en lucha por nuestros derechos, y buscamos la autodeterminación frente a los estados coloniales.

IPS: Un mensaje de Morales dirigido al encuentro de los líderes aymaras de América, también llamada Abya Ayala, generó una reacción del gobierno de Lima.

LV: Este encuentro se realiza desde 1992, es la gran cruzada intercontinental, y luego creamos el Consejo Andino de los cocaleros de Bolivia, Perú y Colombia. Nuestro presidente Morales siempre tuvo participación en todos esos foros.

IPS: ¿Cuál es la naturaleza y el origen del reconocimiento de los pueblos indígenas al liderazgo de Morales?

LV: Es que es un líder de identidad, de nación, frente a un estado establecido e, implícitamente, infunde un pensamiento (entre los sectores aborígenes), y eso no significa injerencia política. Es un llamado de la sangre que se expresa sin necesidad de un contacto verbal con el líder. En Perú surgirá un dirigente así porque hay un despertar en la conciencia de los pueblos indígenas.

IPS: ¿Después de varios siglos de sacrificio humano y de derramamiento de sangre indígena, cuándo acabará esta lucha?

LV: Es una guerra de 517 años. Es una lucha por una nación con millones de muertos, desde la explotación en las minas de plata con el exterminio de indígenas, transitando por las sublevaciones de 1871 desde Quito hasta Tucumán y el sacrificio de vidas en la lucha por la independencia donde los indígenas fueron actores en lugar de los criollos y mestizos.

Es una guerra permanente hasta su consolidación. En Bolivia ha comenzado este proceso.

IPS: ¿La llegada al poder político en Bolivia no implica el final de la guerra?

LV: Hoy no estamos consolidados en Bolivia, hemos apostado al marco jurídico de la democracia y tenemos mucho que avanzar. El reconocimiento de las 36 nacionalidades en la nueva Constitución debe reafirmarse en el nuevo reordenamiento jurídico.

La derecha se resiste y no deja de ser dominante ante los pueblos, y en Perú el enfrentamiento con más de 50 muertos ha roto el hielo y el amordazamiento de la política del estado colonial que prohibía las manifestaciones públicas.

Mañana serán los aymaras de Puno (departamento de Perú), pasado serán los quechuas de Cusco (antigua capital del imperio inca) y luego se unirán las nacionalidades de Perú, siguiendo los pasos de la rebelión de los indígenas de la Amazonia.

* Excluida su publicación en Italia.

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