Una reestructuración de los programas de estudio en Camboya permitirá a los jóvenes conocer los detalles del régimen genocida del Jemer Rojo (1975-1979), sobre el que hasta ahora casi no se enseñaba.
Al recorrer el edificio de la capital camboyana donde funcionaba la prisión de Tuol Sleng o S-21 no puede evitarse el impacto de las cientos de fotografías en blanco y negro de prisioneros que fueron torturados y ejecutados allí.
Dos millones de camboyanos murieron bajo el régimen del Jemer Rojo. De ellos, se etima que alrededor de 20.000 —hombres, mujeres, niños y niñas— fueron asesinados en ese centro de detenciones.
Hasta ahora, los estudiantes de las escuelas del país no han aprendido mucho más que eso. Sólo unos pocos párrafos describían esos años en los programas.
Chea Vandeth, estudiante del último grado en Phnom Penh, dijo que en todos sus años de escolaridad tuvo apenas una lección dedicada a la era del Jemer Rojo. Aunque vive a tres kilómetros de la prisión S-21, nunca la visitó.
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"Mis amigos y yo aprendimos muy poco sobre la historia del Jemer Rojo en la escuela, y lo que aprendimos no estaba muy claro. Pero me gustaría haber sabido mucho más", señaló.
Vandeth dijo que la mayor parte de lo que conoce sobre el régimen lo supo hablando con sus padres o transmisiones radiales del tribunal que juzga los crímenes de guerra del Jemer Rojo.
El juicio se realiza en las afueras de la ciudad. El hombre que está en el banquillo es Kaing Guek Eav, más conocido como "Duch". Ex profesor de matemáticas, fue el director y jefe de carceleros de Tuol Sleng.
Este año, la carencia de nociones históricas que padecen los programas de estudio cambiará. El Ministerio de Educación de Camboya está reestructurándolos para incluir la era del Jemer Rojo.
Junto con la principal organización de investigaciones sobre el genocidio —el Centro de Documentación de Camboya (DC-Cam)—, los funcionarios de educación han creado un exhaustivo programa de estudios que involucra el uso del primer libro de texto sobre el Jemer Rojo. Se llama "Una historia de Kampuchea Democrática (1975-1979)".
El satinado libro de 70 páginas, publicado en mayo, contiene fotografías y mapas, testimonios de sobrevivientes y antecedentes sobre personajes clave y acontecimientos de la historia del Jemer Rojo. También explica por qué éste llegó al poder y cómo gobernó Camboya.
Ton Sa Im, subsecretaria de Educación, fue la responsable de coordinar este agregado al programa. Según ella, es vital que los estudiantes de la enseñanza secundaria sepan lo que sucedió en el país.
Algunos de ellos incluso dudan que esos hechos terribles —hambre, enfermedades, asesinatos aprobados por el Estado— hayan ocurrido alguna vez.
"Cuando hablamos cara a cara con los estudiantes, vemos que algunos creen que el genocidio ocurrió, pero otros son escépticos. Aunque el tribunal (que juzga los crímenes) del Jemer Rojo está concitando la atención de muchos estudiantes, que están empezando a creer que estas cosas sucedieron", explicó.
Cuando se inicie el nuevo año académico, en octubre, alrededor de 3.000 maestros habrán sido capacitados para enseñar según el nuevo programa. Pero, probablemente, cualquier maestro que tenga más de 40 años tendrá recuerdos vívidos y terribles por haber sobrevivido al genocidio.
Youk Chhang, director de DC-Cam, tiene experiencia de primera mano en este sentido. En abril, la organización llevó a 400 estudiantes y sus maestros a Phnom Penh. La delegación visitó el tribunal del Jemer Rojo, y luego miró una película sobre las víctimas y los perpetradores del genocidio.
Luego, los estudiantes debatieron sobre si era posible una reconciliación nacional, y realizaron una votación sobre el tema. El resultado fue ampliamente favorable a la reconciliación. Entonces, uno de sus maestros se puso de pie y le pidió permiso a Youk Chhang para hablarles a los estudiantes.
"Les dijo: Miren, todos ustedes. Ustedes no saben cuánto sufrí. Perdí a mi padre, perdí a mi hermano, a mi hermana. A ellos hicieron morir de hambre, a mí me torturaron. Ustedes no saben cómo me siento. ¿Y ahora quieren que yo los perdone?", recordó Youk Chhang.
Los estudiantes quedaron conmovidos. "Toda la habitación quedó en silencio. Nadie hablaba", dijo Youk Chhang, agregando que el incidente ilustra por qué DC-Cam hizo participar a psiquiatras y expertos en estudios sobre el genocidio para ayudar a compilar el libro de ayuda a los maestros "de un modo científico".
Ton Sa Im, ex maestra, comprende el tema mejor que muchos. Toda su familia —tanto sus padres como sus siete hermanos— murieron durante el periodo del Jemer Rojo. Pero opina que los riesgos asociados a la enseñanza del nuevo programa se ven totalmente superados por los riesgos de no enseñarlo.
"La investigación de este libro es tan detallada que puede permitir a los estudiantes comprender el motivo por el cual ocurrió una matanza genocida, y pueden recordar esa atrocidad, así que entienden que este capítulo de la historia nunca debería repetirse", dijo.
El periodo en cuestión no sólo aparecerá en las lecciones de historia, explicó. También se trabajará en clases de literatura Jemer, así como de filosofía social. De este modo, los estudiantes podrán comprender mejor cómo se ubica la era del Jemer Rojo en los diferentes aspectos sociales y culturales de la historia camboyana.
Enseñar a los jóvenes lo que ocurrió se ajusta al cometido de DC-Cam, sostuvo Chhang. Buena parte de la información contenida en el libro procede de investigaciones realizadas por su organización sobre el pasado brutal del país.
Chhang considera que el rol de DC-Cam consiste en investigar lo que ocurrió y luego transmitir ese conocimiento.
También señaló un breve poema en la introducción del texto que deja en claro que aprender sobre el pasado puede ayudar a sanar a una nación traumatizada: "Transformar el río de sangre/En un río de reconciliación/Un río de responsabilidad".
"Queremos transformar esa historia para poder reconciliarnos y vivir de modo pacífico", concluyó.