Un grupo de empresarios, inversionistas y gerentes de bancos rusos buscan apoyo de su gobierno para una enorme inversión en la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC, por sus siglas en inglés), auspiciados por el Consejo Empresarial Rusia-Sudáfrica.
Hay diferencias entre el renovado interés de los políticos rusos en esa región africana, de largo plazo, y el de los empresarios, motivados por prioridades más urgentes. Pero hay señales de que se podrán acortar las distancias.
Las propuestas de inversión de mediano plazo de las empresas rusas en los países de la SADC se estiman en unos 5.000 millones de dólares.
"África austral tiene un mercado bien organizado y estable", dijo a IPS el secretario ejecutivo del Consejo Empresarial Rusia-Sudáfrica, Victor Polikarpov, por correo electrónico al termino de una de las conferencias de negocios realizada a fines de abril.
Polikarpov considera a la SADC un prototipo africano de la Unión Europea (UE).
[related_articles]
Entre los participantes había embajadores de Namibia, Sudáfrica, Tanzania y Zimbabwe, además de representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y del parlamento, de empresas rusas, de organizaciones no gubernamentales y de medios de prensa. Hubo unas 20 exposiciones durante la conferencia.
El interés económico de este país en África austral llevó a las empresas rusas destinaran unos 3.000 millones de dólares en inversiones directas en los recursos naturales de esa región en la última década, señaló Polikarpov.
Pero lamentablemente, señaló, las principales empresas que participaron en la expansión ya estaban actuando, en especial en los sectores de los metales ferrosos y no ferrosos, diamantes, petróleo y uranio.
Esas iniciativas colocaron al gobierno y al sector empresarial ruso en carrera con otros inversores extranjeros, actores "tradicionales", como Estados Unidos y la UE, y emergentes, como China.
"En materia de inversiones, tenemos varias empresas allí", apuntó Polikarpov. "Por ejemplo el Grupo Renova, que explota manganeso, y que antes de la crisis financiera había prometido invertir 1.000 millones de dólares, pero las cosas cambiaron. Hay que tener en cuenta los vaivenes de la economía mundial".
"Creo que ahora sólo China puede realizar inversiones a gran escala, en especial en el sector minería", añadió. El nicho de Rusia es diferente.
"Hay que decir que las empresas nacionales no gozan de mucho apoyo del gobierno en África. Tratamos de cambiar la situación organizando conferencias y foros que llamen la atención sobre este asunto", apuntó.
Las pequeñas y medianas empresas de este país no podrán llegar a África sin un adecuado apoyo del gobierno.
"Las empresas rusas que vayan a África austral deben saber que llevan 15 años de retraso. Hay competencia, pero con un poco de suerte se sobrepondrán", concluyó Polikarpov con optimismo.
"Las compañías rusas tiene mucho para ofrecer a los africanos, como combustible limpio derivado del carbón, tecnología basada en energías renovables, experiencia en gestión no contaminante de residuos, fertilizantes verdes y otros productos de nueva generación", dijo a IPS Sergéi Litovchenko, director ejecutivo de Asociación de Gerentes Rusos.
Esa organización instó a empresarios y a compañías de inversiones a reinvertir los ingresos procedentes de la venta de recursos minerales de África austral en proyectos sustentables que generen puestos de trabajo para la población local, en un informe llamado "Repensar las inversiones rusas en África austral".
"La Unión Soviética apoyó movimientos de liberación en muchos países africanos. Es hora de que haga lo mismo con la revolución verde y la lucha contra la dependencia energética y de los minerales en África", dijo a IPS la autora del informe y jefa del programa de inversión y comercio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Ivetta Gerasimchuk.
"La actual crisis financiera ofrece nuevas oportunidades para una cooperación que beneficie tanto a Rusia como a África, pues ese continente se caracteriza por una biodiversidad única y abundantes fuentes de energía solar y eólica", alegó.
En los últimos años, África austral fue destino de importantes inversiones rusas. Los emprendimientos no se concentraron en Sudáfrica, incluyeron Angola, Botswana y Namibia, con posibilidades de expandirse al resto de los miembros de la SADC.
Los participantes de la conferencia empresarial de abril divulgaron un comunicado dirigido al gobierno ruso en el que subrayan que la recesión económica ha dejado al descubierto los desafíos comunes que afronta este país y los de África austral.
Además, pidieron a las autoridades un esfuerzo sostenido a fin de aprovechar los recursos naturales del continente en beneficio de ambas partes.
El comunicado también señala que en el marco de los esfuerzos de Rusia por fortalecer su posición geopolítica y su influencia económica en el mundo, es necesario incorporar a esa región africana a su política exterior.
El documento destaca el enorme potencial de crecimiento del mercado de África austral y los avances económicos registrados en la SADC.
Los países del bloque africano pueden llegar a diversificar su economía y terminar convirtiéndose en una "tercera fuerza" capaz de equilibrar la expansión de China y de las naciones occidentales en la región.
En el marco de la crisis financiera mundial, la cooperación entre Rusia y la SADC puede lograr una recuperación económica y un desarrollo sustentable mediante las innovadoras industrias rusas y la colaboración científica y técnica.
La participación de Rusia en el Banco de Desarrollo Africano puede facilitar las adquisiciones a las compañías rusas, afirman los promotores de estos negocios.
Las comisiones intergubernamentales son otras medidas prácticas que contribuirán a diversificar las fuentes sustentables de crecimiento económico en los países de la SADC y Rusia, aseguran.