ECONOMÍA-AMÉRICA LATINA: El mal se cura en origen

La crisis económica global dejará este año seis millones de nuevos pobres en América Latina y el Caribe y por eso la apuesta es a la recuperación de Estados Unidos, donde se originó la debacle, según el examen de coyuntura del Sistema Económico Latinoamericano (SELA).

Al finalizar 2008, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calculó que 182 millones de personas, uno de cada tres latinoamericanos, vivían en condiciones de pobreza.

"La pobreza aumentará con la caída de la inversión, del comercio, de los precios de las materias primas que exportamos, con importaciones más costosas al devaluarse nuestras monedas, con bajas en la manufactura, el turismo y en las remesas de los emigrantes", resumió para IPS el secretario permanente del SELA, el mexicano José Rivera, al presentar el estudio este miércoles en Caracas.

Por ello, "el mejor escenario para nosotros es que en el corto plazo, en unos meses, Estados Unidos comience a salir de su crisis y que su recuperación se consolide en 2010 y 2011", comentó en un mensaje a la reunión del SELA el brasileño Rubens Ricupero, quien fue entre 1995 y 2004 secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

La reunión con representantes de los 27 estados miembros del SELA colocó la recuperación del principal socio comercial a la cabeza de los planteamientos que debe hacer suyos la región al negociar nuevos términos de su relación con Estados Unidos.
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Luego, ubicó la necesidad de evitar el proteccionismo comercial de Estados Unidos y replantear la necesidad de concluir la Ronda de Doha, de acuerdos globales en el marco de la Organización Mundial del Comercio.

Esta ronda de negociaciones para liberalizar más el comercio está estancada desde 2007 por negativas de países industrializados a deponer barreras al mercado agrícola e industrial, eliminar subsidios y compensar a países en desarrollo.

El comercio de América Latina y el Caribe con Estados Unidos creció en esta década. La región exportó a su socio industrializado del norte por 196.000 millones de dólares en 2001 y por 374.000 millones en 2008, y a su vez importó de ese origen por 143.000 millones en 2001 y por 252.000 millones de dólares en 2008, según la Comisión de Comercio Internacional estadounidense.

A los ingresos que así obtuvo América Latina y el Caribe contribuyó el auge en los precios de sus materias primas, por las que Estados Unidos erogó unos 35.000 millones de dólares en 2001 y casi 130.000 millones en 2008, pero una caída de la demanda acarreará una disminución en los ingresos de la región este año.

Por cierto que uno de los países cuyo comercio más creció con Estados Unidos fue Cuba, que compró a ese país por sólo siete millones de dólares en 2001, por 447 millones en 2007 y por 718 millones en 2008, en especial alimentos, pero debido al bloqueo de Washington no pudo venderle en todos estos años ni un dólar, ni un solo habano.

El SELA, del que Cuba es parte, reiteró su demanda de que Washington levante el bloqueo que mantiene desde hace medio siglo sobre esa isla. "Sería la mejor señal que podríamos recibir de un nuevo relacionamiento hemisférico", dijo Rivera.

Otra señal que Rivera quisiera ver es la identificación, por parte de Washington, del mecanismo que debería sustituir el proyecto de Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que Estados Unidos impulsó desde mediados de los años 90 y que "ya no es una opción viable", según el secretario del SELA.

También se reclama de Washington la aprobación de los tratados de libre comercio con Colombia y Panamá, la reincorporación de Bolivia a los beneficios de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de las Drogas, y el compromiso de renovar el Sistema Generalizado de Preferencias, que des-regula aranceles para listas de países y productos.

El SELA reconoce que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "cuenta con una popularidad, fortaleza y favorables expectativas no recordadas para el inicio de una gestión desde la llegada de los presidentes (Franklin Delano) Roosevelt en 1933 o (John Fitzgerald) Kennedy en 1961".

Sin embargo, el optimismo de Rivera es muy cauto, porque el tema comercio no destacó en la campaña electoral de Obama y, tras asumir, "la única directriz que le oímos es que ‘trabajamos con el Grupo de los 20 (países industrializados y emergentes) para promover la demanda de productos estadounidenses en el mercado mundial’".

Los líderes del G-20 se reunirán este jueves en Londres para evaluar alternativas a fin de achicar el impacto de la actual crisis económica y encaminar el mundo a su recuperación.

Rivera recordó, además, que tradicionalmente el Partido Demócrata, que ahora están en el gobierno y son mayoría en el Congreso legislativo, han sido más cerrados ante el comercio internacional que el Partido Republicano.

Ricupero también consideró que la agenda estadounidense hacia la región "ha sido muy pobre, porque se ha centrado en tres temas que ese país ve esencialmente desde su perspectiva, como son las migraciones, el narcotráfico y el libre comercio".

El primero "apunta a limitar los movimientos migratorios, el segundo a operaciones para impedir el ingreso de drogas en su territorio, y el tercero a consolidar las posiciones comerciales estadounidenses", dijo el ex conductor de la Unctad.

"Esa agenda ni siquiera tiene la dimensión humana que, con todas las críticas que puedan hacérsele, estaba inserta en programas como la Alianza para el Progreso que lanzó el presidente Kennedy en 1961", opinó Ricupero.

Los gobiernos de América Latina y el Caribe deberían proponer a Washington una relación equitativa en comercio, pero también "cooperación como socios hemisféricos para cuidar el ambiente y los recursos naturales, para la modernización de los sistemas educativos, frente a la amenaza de la criminalidad trasnacional y para que los avances tecnológicos estadounidenses sean puestos a disposición de nuestros países", dijo Ricupero.

Todo ello es "en borrador", dijo Ricupero, pues "nadie sabe todavía cuál será el poder destructivo total de esta crisis, cuánto tiempo va a durar ni si se mantendrá el sistema económico que hemos tenido hasta hoy o será otro diferente".

El SELA también considera que Estados Unidos debe facilitar el acceso de la región a financiamiento de bajo costo y sin condicionalidades, con el incremento de fondos en las instituciones multilaterales.

Una señal en ese sentido llegó de la ciudad colombiana de Medellín, donde el pasado fin de semana se realizó la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo, del que Estados Unidos es el principal accionista y dio su aquiescencia para una reposición de capital, lo que permitiría a esa entidad multilateral hacerse con unos 6.000 millones de dólares en el corto plazo.

"Creemos, como el presidente (de Brasil, Luis Inácio) Lula (da Silva) que la nueva relación con Washington debe ser mirada por el trabajo y la producción, y no por el narcotráfico y el crimen organizado", dijo el embajador uruguayo en Caracas y presidente del Consejo del SELA, Gerónimo Cardozo.

Las conclusiones y recomendaciones del SELA se despacharán a las cancillerías y ministerios de comercio de sus estados miembros como insumo para cuando los gobernantes de la región, excluida Cuba, se encuentren con los de Estados Unidos y Canadá en la Cumbre de las Américas del próximo 17 de abril en Trinidad Tobago.

En tanto, "no sabemos hasta dónde nos llevará esta crisis, en cuyo desarrollo poco o nada hemos influido los países en desarrollo, aunque, como siempre, pagamos los platos rotos", remató Cardozo.

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