Cada vez más hombres en Estados Unidos aprovechan la licencia por paternidad o incluso renuncian a sus empleos para criar a sus hijos mientras sus esposas van a trabajar, pero el estigma social atado a los papeles tradicionalmente femeninos no desaparece.
"Está la idea, particularmente en la cultura estadounidense, de que los hombres son importantes según cuánto dinero obtienen. Los hombres tienen que estar en el trabajo, deben ganar dinero, y se supone que eso deben hacer", dijo a IPS Armin Brott, autor de exitosos libros sobre paternidad y fundador de Padres en el Trabajo, organización que ayuda a los hombres a encontrar el equilibrio entre el empleo y el hogar.
La licencia por paternidad y la capacidad de trabajar menos horas y contar con más flexibilidad cuando los hijos son pequeños son derechos reconocidos en los países escandinavos desde hace varias décadas. En el resto del mundo, y especialmente en Estados Unidos, muchos hombres todavía dependen de la buena voluntad de sus empleadores para obtener el tiempo que necesitan.
Se calcula que en 2006 había 159.000 hombres que se quedaban en el hogar para criar a sus hijos, según la Oficina de Censos. Estos padres casados con hijos menores de 15 años han permanecido fuera de la fuerza laboral por más de un año, principalmente para atender a su familia, mientras sus esposas trabajan fuera.
Sin embargo, el número total de adultos que se quedan en el hogar para cuidar a sus hijos es de 5,7 millones, lo que revela que aún la vasta mayoría son mujeres.
"Incluso en empresas con licencias de 12 meses pagas y de 12 meses sin sueldo se tiene la idea que eso se ofrece sólo en el papel. El verdadero tema es si los hombres sienten que realmente pueden tomar ese tiempo y cuántos lo hacen efectivamente", dijo Phoebe Taubman, abogado de A Better Balance (Un mejor equilibrio), organización legal con sede en Nueva York dedicada a temas de trabajo y familia.
El número de hombres que se toman tiempo libre por razones familiares parece crecer. Según una encuesta realizada en 2007 por la firma Flex-Time Lawyers y la revista Working Mothers, 88 por ciento de las 50 principales firmas del país ofrecían un promedio de 4,6 semanas de licencia paga por paternidad. El año pasado, esos números crecieron a 90 por ciento y a un promedio de 5,8 semanas.
La encuesta de 2008 mostró que 62 por ciento de los nuevos padres aceptaron la licencia por paternidad cuando se les ofreció, y este año la cifra saltó a 83 por ciento.
Sólo 13 por ciento de las compañías en Estados Unidos ofrecen licencias pagas por paternidad.
Mientras, el número de hombres que se quedan en la casa para cuidar a sus hijos aumenta, y más mujeres se convierten en las encargadas de traer los ingresos al hogar.
"Esta crisis financiera afecta más a los hombres que a las mujeres por la naturaleza de los empleos que están siendo recortados. Por tanto, muchos hombres, les guste o no, invierten más tiempo de calidad con los hijos", dijo a IPS el presidente del grupo no gubernamental Iniciativa Paternidad Nacional, Roland Warren.
Según una encuesta del sitio CareerBuilder.com, 37 por ciento de los padres que trabajan dijeron estar dispuestos a dejar su empleo si su esposa o pareja ganara suficiente dinero para sostener a la familia. Si le dan la opción, otro 38 por ciento estaría dispuesto a una reducción de salario con tal de tener más tiempo con los hijos.
"Los hombres se están dando cuenta de que no quieren hacer el tipo de cosas que hicieron sus padres y abuelos y bisabuelos. Hay mucho de la identidad masculina atada a nuestros empleos, a cuánto dinero ganamos y qué hacemos para vivir. Muchos ven esto y sienten que no les satisface. Esto no ayuda", dijo Brott.
"Más y más hombres están diciendo que no son felices con las opciones que tuvieron, que no están felices al ver qué hicieron sus padres y cómo sufrieron porque no pudieron invertir tiempo en sus hijos", añadió.
La encuesta concluyó que 24 por ciento de los padres trabajadores sienten que el empleo les está afectando negativamente la relación con sus hijos. En términos de tiempo, 25 por ciento señalaron que pasan menos de una hora con sus hijos cada día, y 42 por ciento pasan menos de dos horas por día.
Mientras más compañías ofrecen opciones para un equilibrio con la vida privada, más de un tercio de los padres que trabajan señalaron que su empleador no ofrece flexibilidades, como el tele-trabajo o distribuir las tareas con otros empleados.
Y aun si su jefe entiende, no así amigos y otros miembros de la comunidad. "Muchos hombres que se quedan en casa tienen que soportar a la gente que les dice: Espero que encuentres un trabajo pronto, ¿Hoy te tocó cuidar a los niños? o ¿Dónde está la mamá?", dijo Brott.
Una encuesta realizada por A Better Balance entre estudiantes de leyes de la Generación Y (nacidos después de 1979) de la Universidad de Nueva York reveló que los hombres jóvenes están tan preocupados sobre poder equilibrar su trabajo y su familia que las mujeres.
"Ya están preocupados por eso, sin tener aún una familia", dijo Taubman. "Hay estigmas y estereotipos sobre el trabajo del cuidado (a los hijos), que ha sido menospreciado en nuestra sociedad y vinculado a reglas y valores de género", añadió.
Hombres también temen que la decisión de quedarse en casa perjudique sus carreras, o que se pierdan la oportunidad de un ascenso, y a veces están en lo cierto. "Los padres son tratados como héroes si piden tiempo para estar con sus hijos, pero si piden mucho tiempo, entonces la cosa cambia", señaló Ellen Galinsky, presidenta del Instituto Familias y Trabajo.
Las compañías deben entender que si apoyan políticas favorables a los padres, harán que sus empleados estarán más felices, permanezcan en la empresa más tiempo y sean más productivos, sostuvo Brott.
"De esa manera, las empresas lo harían no porque es algo lindo de hacer, sino porque puedes ganar dinero con ello", añadió.