ECONOMÍA-NICARAGUA: Golpeando las puertas del Norte

El gobierno de Nicaragua busca frenéticamente recuperar la confianza de la Unión Europea (UE) y de Estados Unidos para destrabar millonarios fondos congelados luego de una serie de denuncias de fraude electoral en noviembre.

Este país necesita desesperadamente esos recursos en medio de una crisis financiera que amenaza con colapsar su débil economía.

El lunes, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que el canciller Samuel Santos partió en gira oficial a Washington y Bruselas con el fin de recuperar la cooperación económica que la Casa Blanca y la UE congelaron a fines del año pasado.

La cancelación de la ayuda fue decidida por las potencias luego de que sectores de la derecha nicaragüense, de la Iglesia Católica, organizaciones de la sociedad civil, empresarios privados y diplomáticos acreditados en Managua denunciaron fraude electoral en los comicios municipales de noviembre.

El Consejo Supremo Electoral le reconoció la victoria al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional en 105 de las 146 alcaldías en disputa.
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La UE suspendió entonces desembolsos a Nicaragua por 37 millones de dólares, originalmente destinados al presupuesto 2008. Tampoco efectivizó ni hizo oficial la entrega de 94 millones de dólares para 2009.

Estados Unidos también suspendió la donación de 64 millones de dólares al programa Cuenta Reto del Milenio, que financia proyectos de carácter social y agrícola en el occidente nicaragüense, y puso como fecha tope para aclarar la situación el 11 este mes.

El martes, la oficina de prensa de la cancillería emitió una nota de prensa informando sin más detalles que Santos se había reunidos con el subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, para analizar las relaciones bilaterales.

Una semana antes de irse a Bruselas, Santos se mostró cauto sobre el resultado de los intentos de acercamiento.

"Garantías no existen. Creo que hasta donde hemos dialogado, donde se está dialogando, no hay ninguna garantía en estas cosas porque son criterios políticos que se discuten", dijo el canciller en rueda de prensa tras reconocer oficialmente al nuevo jefe de la delegación de la UE para América Central y Panamá, Mendel Goldstein.

El diplomático alemán sustituyó a la embajadora Francesca Mosca, quien dejó el cargo en agosto de 2008.

El propio presidente Daniel Ortega había amenazado con declarar a Mosca persona no grata y expulsarla del país, luego de que ésta, junto a la denominada Mesa de Donantes, emitiera un comunicado manifestando su preocupación por la falta de transparencia en el manejo de recursos donados por Venezuela.

El comunicado además manifestaba la preocupación de los donantes por supuestas persecuciones y amenazas oficiales a medios de comunicación y organismos no gubernamentales, así como por lo que consideraron falta de pluralismo político, al restringirse a dos partidos aspirantes a participar en el proceso electoral de 2008.

A las gestiones internacionales de la cancillería se unió el presidente de la Asamblea Nacional, el ex comandante sandinista René Núñez, quien la semana pasada pidió públicamente a Washington que no cancelara los fondos para la Cuenta Reto del Milenio.

El mismo presidente Ortega, quien el año pasado se enfrentó a los donantes, reiteró en discursos públicos en los últimos meses la necesidad de recurrir a la comunidad internacional para plantearle las necesidades de Nicaragua.

Apenas el año pasado, el mandatario calificaba de "imperialistas", "terroristas" y "colonizadores" a los gobiernos europeos y a Washington, a quienes acusó incluso de conspirar para derrocar a su gobierno.

Este mes, el embajador de España y representante pro témpore de la UE en Nicaragua, Antonio Pérez-Hernández, reveló que aún no se ha oficializado una programación sobre el monto de la cooperación al país.

Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Managua, Robert Callahan, dijo este mes que la Cuenta Reto del Milenio seguía suspendida y que su país valoraría la cooperación sólo si Nicaragua aclaraba las denuncias de fraude.

El asesor presidencial Bayardo Arce dijo a IPS que este país requería de una "inyección urgente" de recursos líquidos que tradicionalmente provienen de los países donantes, pero subrayó que oficialmente el gobierno no tocaría más el tema de las denuncias de fraude electoral "ni con los historiadores".

La falta de recursos aportados por la UE y Estados Unidos llevó al gobierno nicaragüense a recortar en enero hasta 650 millones de dólares en el presupuesto general de 2009.

Eso incluyó una reducción de cerca de 12,7 millones de dólares al Ministerio de Salud y de aproximadamente 7,3 millones de dólares al de Educación.

Pero la perspectiva económica y social empeoró aun más el lunes pasado, cuando el presidente del Banco Central, Antenor Rosales, dijo en rueda de prensa que se necesitarían más recortes para ajustar la brecha producida por el cese de los recursos externos.

Rosales aclaró que se evitaría recortar la inversión social, pero dijo desconocer qué rubros del presupuesto serían afectados.

"Yo estoy seguro de que los donantes, y me estoy refiriendo a los pueblos y gobiernos de esos países, van a querer que Nicaragua y los pobladores nicaragüenses, fundamentalmente los más pobres y necesitados, no pasen esta situación tan compleja y difícil por la que estamos viviendo", dijo Rosales.

"Seguiremos empeñados en mantener una comunicación fluida, tratando efectivamente de que la cooperación internacional encuentre en la acción gubernamental y, por supuesto, en los resultados que se tienen en la lucha contra la pobreza, un referente para continuar cooperando con Nicaragua", agregó.

De no conseguirse los fondos, a criterio del sociólogo Javier Meléndez, director ejecutivo del no gubernamental Instituto de Estudios y Estrategias de Políticas Públicas, Nicaragua no podría cumplir los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Milenio en el año meta de 2015, y se agravaría la situación de pobreza.

Según cifras presentadas este año por el gobierno a la Comisión de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU en Ginebra, 77,8 por ciento de los 5,7 millones de nicaragüenses sobreviven con menos de dos dólares diarios.

Además, 42,6 por ciento obtienen menos de un dólar al día y aproximadamente 2,1 millones de personas se encuentran en la indigencia.

"Es una situación muy delicada. Realmente el gobierno entraría en una situación donde se deberá preguntar ‘¿Y ahora qué hacemos?’, y no veo una respuesta seria a esa inquietud", dijo Meléndez a IPS.

"Nicaragua ya no es un país confiable para la cooperación externa. Se nota un cansancio en los países que tradicionalmente apoyaban al país, y eso empeora en estos momentos con la crisis financiera mundial. Simplemente, si no viene la ayuda, nos hundimos", sostuvo.

Lo mismo vaticinó el economista Adolfo Acevedo, de la no gubernamental Coordinadora Civil.

De acuerdo con Acevedo, 2008 fue el peor de los últimos 14 años para Nicaragua en materia de cooperación externa.

Según cifras basadas en los informes anuales del Banco Central, la cooperación extranjera —tanto en donaciones como en préstamos—, se redujo el año pasado 36,4 por ciento.

Comparados con los 571 millones de dólares promedio anuales que ingresaron hasta 2007, el año pasado apenas llegaron 401 millones de dólares, la cifra más baja desde 1994.

"Ahora existe un riesgo mayor, reconocido oficialmente por el gobierno mismo, de que esa cifra baje en un contexto de crisis internacional y de falta de confianza política al país", dijo el economista a IPS.

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