BRASIL-EEUU: ¿Un portavoz latinoamericano ante Obama?

El gobierno de Brasil espera cambios políticos y oportunidades comerciales para América Latina a partir del encuentro entre el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y su par de Estados Unidos, Barack Obama.

Lula acudió a la reunión de este sábado con una larga lista de reclamos regionales y la esperanza de poner fin a la conflictiva herencia de la administración de George W. Bush.

"Hay una sólida amistad entre los dos países, pero siempre se puede hacerla más sólida aún", dijo Obama a Lula al recibirlo en la Casa Blanca, según un comunicado de prensa.

El nuevo gobierno de Estados Unidos está en una "posición única y excepcional para mejorar las relaciones con América Latina", dijo Lula.

Aunque la cancillería aclaró que Brasil no iba como "portavoz" de la región al encuentro, el primero de Obama con un presidente latinoamericano, el equipaje de Lula estuvo cargado de temas vinculados a países vecinos.
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En esos asuntos se espera avanzar a partir de la "afinidad intelectual y de ideas" entre Obama y Lula, "dos líderes que hablan de esperanza y cambio", según el canciller brasileño Celso Amorim.

El primero de esos temas fue anticipado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que dijo haber dado "luz verde" a Lula para intentar una aproximación entre Caracas y Washington.

Amorim ve indicios de mejora en la reacción "equilibrada" del gobierno de Obama ante el último referendo venezolano, que consagró la reelección indefinida del presidente, reconociendo que tuvo lugar "dentro de los principios democráticos".

"Es necesario respetar la democracia de Venezuela y creo que el presidente Obama esta abierto a eso", dijo Amorim a la prensa.

Pero Brasil buscará su propio camino en otros temas de interés estratégico, que podrían afectar indirectamente a Venezuela.

Estados Unidos estaría interesado en firmar acuerdos con Brasil para comprarle petróleo y reducir su dependencia de las importaciones de petróleo de Venezuela.

El interés de Estados Unidos habría surgido a partir de los últimos descubrimientos de petróleo de Brasil en su plataforma marítima, lo que lo podría convertirlo en uno de los principales productores de crudo a mediano plazo.

El vicepresidente de la Asociación de Comercio Exterior, Jose Augusto de Castro, estima que eso será posible en 2015 o 2016 cuando Brasil tenga condiciones tecnológicas de extraer petróleo de esas cuencas.

"Brasil tendrá un excedente de petróleo leve , el que le interesa a Estados Unidos y que hoy compra a Venezuela. Es bueno para Estados Unidos reducir las compras a ese país e importar de Brasil, que políticamente es neutro", dijo De Castro a IPS.

La empresa brasileña Petrobras ya anticipó que las nuevas reservas le permitirán al país no solo garantizar su abastecimiento sino ampliar su mercado internacional, exportando no solo a Estados Unidos, sino a Japón y China.

Mientras niega públicamente la existencia de negociaciones con ese rumbo, el gobierno de Brasil, considerado potencial aliado por Estados Unidos —en una región con gobiernos de izquierda críticos a la política de Washington—, está dispuesto a poner sobre la mesa otros temas, como el de Cuba. "si Estados Unidos se refiere a ellos".

"Es inevitable hablar sobre Cuba. Es muy simbólico para América Latina", dijo el canciller.

Amorim consideró que las condiciones son adecuadas para modificar la posición de Estados Unidos, que sostiene un bloqueo económico contra Cuba desde los años 60, y eso contribuiría a mejorar las relaciones con el resto de América Latina.

En declaraciones a IPS, el ex canciller Luiz Felipe Lampreia, dijo no tener dudas de que Lula transmite a Obama su "preocupación en relación al embargo contra Cuba".

"Brasil siempre ha estado en contra del embargo y siempre ha creído que es contraproducente en el sentido de una evolución cubana hacia la democracia", destacó.

¿Mediador, puente, amortiguador, aliado de Estados Unidos ante los gobiernos de izquierda de América Latina?

Lampreia no cree que el gobierno brasileño "tenga interés" en jugar esos papeles.

"Brasil tiene su relación tanto con Estados Unidos como con los países de América Latina. Yo creo que esta idea de que Brasil puede ser mediador va en contra de toda la orientación de la política externa brasileña, en prácticamente toda la historia independiente del país", recordó.

Lula "no fue elegido portavoz de la región, pero dará su opinión. Llevará su visión sobre América del Sur y América Latina en general pero sin afán de dar consejos, sino de exponer su percepción", aclaró Amorim.

"Después del 11 de septiembre del 2001, América Latina ha salido totalmente del radar americano (estadounidense) con una consideración de poco nivel. Ahora puede volver, por razones buenas y malas. Por la crisis. Pero también por oportunidades", opinó Lampreia.

Por primera vez, un gobierno de Estados Unidos parece dispuesto a escuchar y hasta a "aprender" de la experiencia brasileña. Dicho en términos diplomáticos por la Casa Blanca, "el presidente Obama hará consultas al presidente Lula sobre medidas efectivas para reaccionar ante la crisis financiera global".

Para Lampreia, "quizás sea porque Brasil ha sido históricamente un país que siempre ha tenido un sistema financiero muy robusto, por el hecho de que el estado tiene un peso grande. Hasta poco tiempo atrás esto era una cosa que no contaba a favor de los países pero ahora esta de moda que el Estado tenga un papel más fuerte", comentó el ex ministro.

Además, este país tiene activos "muy sólidos": es el cuarto mayor tenedor de Bonos del Tesoro de Estados Unidos, tiene reservas por unos 200.000 millones de dólares, un comercio exterior significativo y uno de los 10 productos internos brutos más grandes del mundo.

Por primera vez desde 1999, este país sudamericano tendrá este año un déficit comercial estimado de entre 1.000 y 2.000 millones de dólares con Estados Unidos.

De Castro lo atribuye a la caída del precio internacional de los productos básicos, como arrabio (hierro de primera fundición), petróleo y celulosa.

Brasil tiene interés de expandir el mercado internacional del etanol, un alcohol combustible que obtiene de la caña de azúcar.

Según explicó a IPS Adriano Pires, del Centro Brasileño de Infraestructura, este interés encuentra una ocasión propicia porque el Departamento de Agricultura de Estados Unidos pretende aumentar la proporción con que se mezcla el etanol a la gasolina, que hoy es de dos o tres por ciento, a 12 y 13 por ciento.

"Para alcanzar esa meta será fundamental la entrada del etanol brasileño a Estados Unidos incluso porque el maíz, principal materia prima para la producción de etanol estadounidense, tiene una demanda muy fuerte de la industria alimentaria", sostuvo.

Brasil y Estados Unidos representan e 80 por ciento de la producción de etanol en el mundo. Pero se calcula que el brasileño es tres veces más barato.

Brasil que produce más de 17.000 millones de litros al año, destina la mayoría a su mercado interno. Casi 100 por ciento de su flota automotriz funciona con motores Flex, aptos para gasolina y etanol.

Pero para vender etanol al mundo a gran escala, los productores tienen que superar desafíos internos, según Pires, como mejorar la tecnología y la productividad para impedir al avance de la caña de azúcar en áreas como la selva amazónica, y mejorar las condiciones precarias de los campesinos que trabajan en su cosecha.

También será necesario superar las barreras impuestas por Estados Unidos al etanol brasileño para proteger a su propia industria.

El "proteccionismo" es otro de los asuntos abordados con Obama.

Lula insiste con el mismo mensaje que llevará a la reunión del Grupo de los 20 Países con intereses en el sistema financiero internacional , que se reunirá en abril en Londres: "es necesario evitar la tentación de responder a la crisis económica internacional con medidas proteccionistas".

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