Mientras está en ciernes un gobierno de unidad nacional en Zimbabwe, las organizaciones femeninas presionan para que las mujeres tengan más espacio en la toma de decisiones.
Las primeras señales son poco auspiciosas. El 30 de enero se formó el Comité de Control e Implementación Conjunta, que vigilará que todos los partidos cumplan con el acuerdo alcanzado por el gobierno y la oposición. De sus 12 miembros, solo tres son mujeres, una por cada partido.
El Proyecto de Educación Política Feminista se comprometió activamente con líderes regionales y nacionales durante las disputadas elecciones del año pasado y las negociaciones que se desarrollaron desde entonces.
También trabaja con mujeres dentro de Zimbabwe, como parte del esfuerzo por asegurar que las voces y los puntos de vista femeninos se integren en el afianzamiento de la democracia nacional.
IPS dialogó con Theresa Mugadza, abogada, activista de derechos humanos y una de las coordinadoras de Proyecto de Educación Política Feminista.
[related_articles]
IPS: El gobierno designó solamente a tres mujeres para el Comité de Control e Implementación Conjunta. ¿Qué se espera de la futura representación femeninas en el próximo gobierno de Zimbabwe?
THERESA MUGADZA: La composición femenina del Comité es de 25 por ciento, muy lejos del Protocolo de Género de la Comunidad de Desarrollo de África Austral y de las pautas de la Unión Africana, que proponen 50 por ciento para 2010. Por lo tanto, no confío en que veamos una mayor representación en el nuevo gobierno.
IPS: ¿Cuál es el objetivo? ¿Qué haya mujeres en puestos de toma de decisiones?
TM: Queremos más mujeres en posiciones de autoridad, y no para hacer número. Tenemos muchas mujeres competentes que pueden cumplir mejor que los hombres, que han fracasado. Es hora de que se les dé una oportunidad a las mujeres.
Hay muchos ejemplos aquí y en la región de mujeres que se han distinguido en empresas y que pueden hacer lo mismo en la política. La ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Nkosazana Dlamini-Zuma, se ha distinguido en círculos diplomáticos ayudando a abordar muchas disputas políticas en todo el continente.
En Zimbabwe hay mujeres capaces de asumir cualquier puesto en el gobierno, como quedó en evidencia por los roles que muchas figuras femeninas nacionales ya juegan en el escenario internacional.
Por ejemplo, la legisladora del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) Paurina Mpariwa tiene un papel destacado en el Parlamento Panafricano. Lucia Matibenga lideró el Consejo Coordinador de Sindicatos Sudafricanos y se desempeñó en el consejo de administración de la Organización Internacional del Trabajo.
Éstas son apenas unas pocas entre muchas que poseen antecedentes probados, y no veo por qué no deberían estar en el gobierno.
IPS: Pero ¿qué diferencia espera que concreten las mujeres si son incluidas en el gobierno?
TM: Una manera diferente de hacer las cosas. Las mujeres no son tan tímidas como los hombres. Sudáfrica ha reconocido su valor manteniendo su fe en ellas. Se han acercado a los problemas de un modo más empresarial, y en la mayoría de los casos han concluido las tareas que emprendieron.
IPS: ¿Cómo se reflejan las cuestiones de género en la crisis de Zimbabwe? ¿Cuáles son los diferentes impactos en las mujeres del colapso económico, los problemas de salud, la escasez alimentaria y la violencia política?
TM: La crisis ha vuelto más complejo los problemas de género. Es más probable que cada vez más hombres vean a las mujeres como objetos sexuales, debido a la violencia política a las que están sometidas, que las afecta física y emocionalmente, minando la confianza en sí mismas.
IPS: ¿Cómo debería enfocarse la reconstrucción del país en el abordaje de esos impactos específicos?
TM: Nos gustaría que las mujeres jueguen un rol activo en la gobernanza del país. Ésta es una oportunidad perfecta para que el nuevo gobierno trate con asuntos de igualdad de género y justicia de género.
El preámbulo del Memorando de Entendimiento entre la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe/Frente Patriótico y los dos partidos denominados Movimiento para el Cambio Democrático reconoce la necesidad de construir una sociedad fundada sobre la justicia y la igualdad. Debería reconocerse eso en referencia al género. Debería haber un esfuerzo deliberado y consciente para dar a las mujeres una voz política.
IPS: ¿Cuáles son sus propias expectativas sobre el nuevo gobierno?
TM: Ésta es una oportunidad de hacer las cosas de modo diferente. El mundo nos está mirando.
Debemos poner a punto los estatutos legislativos, desde la Constitución a las leyes que consagran la igualdad de género. Es tiempo de presionar por una representación de 50-50. Las mujeres capaces están allí y podemos proveerlas en todos los sectores.
A los líderes políticos les decimos que no hay nada vergonzoso en consultar a las varias organizaciones que tratan con mujeres. Pueden brindar cifras que pueden hacer avanzar al país.