FORO SOCIAL MUNDIAL: Tras la difusa huella de Karachi 2006

Mientras la novena edición del Foro Social Mundial (FSM) transcurre con gran éxito en Belém, capital del norteño estado brasileño de Pará, este movimiento parece haber perdido sus bríos en Pakistán.

Crédito: TerraViva
Crédito: TerraViva
En el cierre del FSM realizado en la meridional ciudad portuaria pakistaní de Karachi en 2006, uno de los tres convocados ese año, el escritor y activista político Tariq Ali pronosticó que ya no se lograría "generar nuevos movimientos sociales", porque percibía que las organizaciones no gubernamentales alejaban a la gente de la política. El foro policéntrico en esa oportunidad se completó con los encuentros realizados en Bamako y Caracas.

Irfan Mufti, miembro del Comité Directivo Nacional de Pakistán y co-convocante del comité organizador del FSM-Karachi, ahora presidente del Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza (GCAP, por sus siglas en inglés), concedió a IPS una entrevista por chat sobre por qué el foro se tambalea en Pakistán.

IPS: ¿Qué está ocurriendo con el FSM en Pakistán?

IRFAN MUFTI: El problema es que está dirigido por organizaciones no gubernamentales. Esto ha arruinado el espíritu del foro en Pakistán. Fue una decisión consciente de iniciarlo así para después abrirlo gradualmente a otros, y traspasarlo a los movimientos sociales. Sin embargo, pienso que ha llevado demasiado tiempo lograr ese objetivo.

IPS: ¿Por qué no es responsabilidad de las organizaciones de la sociedad civil?

IM: Creo que la responsabilidad del FSM es un desafío en todas partes, no sólo en Pakistán. Esto es una realidad desafortunada. Necesitamos ser pacientes porque llevará tiempo, puesto que la globalización de la sociedad civil y los movimientos no es una tarea fácil.
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IPS: ¿Eso tiene que ver con la financiación de estos encuentros?

IM: Pienso que el dinero no es un gran problema. Hay varios socios globales del FSM que están dispuestos a brindar apoyo a ese proceso. Además, las organizaciones no gubernamentales en Pakistán también deberían proporcionar ese apoyo a un organismo independiente.

Yo también sé a partir de mi propia experiencia que los movimientos sociales y otros grupos políticos también contribuyen inmensamente con la fuerza voluntaria, la logística y muchas otras áreas clave del foro, así que no hay necesidad de volverlo dependiente del dinero de las organizaciones no gubernamentales.

IPS: ¿Cómo está el capítulo indio del FSM?

IM: Le está yendo bien, y es un muy buen ejemplo de un proceso independiente administrado y mantenido por un colectivo de grupos y movimientos políticos y sociales.

IPS: Si el dinero no está en cuestión, ¿cómo se lo debería valorar más allá de las organizaciones no gubernamentales?

IM: Se lo debería volver independiente, con un organismo autogobernado y una secretaría como la de Sao Paulo.

Creando un nuevo comité nacional y dando más representación a movimientos y agrupaciones políticas, estableciendo un comité independiente y una secretaría que esté gobernada por el comité nacional, debería haber un curso claro de acción que entonces lideraría el proceso en los próximos años.

Necesitamos disociarlo de todas aquellas fuerzas que son pro-corporaciones y elaborar una agenda claramente favorable a los pobres. Los grupos no gubernamentales deberían mantenerse fuera del proceso principal. Se necesita desarrollar una organización de expertos que proporcione orientación a sus acciones políticas.

IPS: Este interés cada vez menor que el FSM concita en diferentes países, ¿será tratado en Belém?

IM: Hasta cierto punto, sí. Principalmente, (se hablará sobre) si el proceso del FSM es viable como para invertir más energías, si se necesitan reformas o abocarse a un nuevo inicio con una agenda de acción clara.

Dentro del Consejo Internacional del FSM hay muchos puntos de vista todavía sin resolver. Por ejemplo, los brasileños no están escuchando otras voces, lo que por lo tanto está creando divisiones.

IPS: Volviendo a Pakistán, ¿cree usted que en el foro realizado allí podrían haber cobrado impulso muchas de las luchas sociales?

IM: Sí, es así como lo construimos en los primeros tres años, y el FSM de Karachi fue un buen ejemplo al que asistieron numerosos movimientos de todo el país. Pienso que necesitamos revivir el mismo espíritu y adoptar decisiones osadas.

Todavía recuerdo que durante la reunión de Karachi varios amigos de las provincias de Punjab (oriental) y Sindh (sudoriental), así como de la Provincia de la Frontera Noroccidental, vinieron a decirme que era la primera vez que sentían que había un verdadero diálogo entre movimientos en Pakistán.

Pienso que necesitamos despegar al FSM de las personalidades que están dominando el proceso y traer a representantes genuinos de los movimientos campesinos, sindicales, feministas y juveniles a su organismo gobernante.

Desafortunadamente, en los últimos dos años este proceso se estancó. Luego del primer paso hubo algunos errores estratégicos. Deberíamos haber abierto el proceso a otros inmediatamente. Pero eso no ocurrió.

IPS: ¿Qué impidió que el Comité Directivo Nacional abriera el proceso?

IM: Veo dos razones principales para este fracaso. Primero, consideremos la crisis general en la que está la sociedad. Hay un gran caos y confusión en todas las esferas. La sociedad está en transición y los conflictos de valores sociales, culturas, identidades y visiones causa una apatía general por el proceso.

Segundo, las organizaciones no gubernamentales no han hecho sus tareas, y dependen de viejas ideas, usando las mismas prácticas y métodos. Esto tampoco está ayudando al movimiento.

IPS: Pero a menudo las crisis infunden una nueva energía al movimiento social, y pueden usarse como una oportunidad para insuflar nueva vida al foro.

IM: Sí, tiene razón, y es por esos errores estratégicos que estamos perdiendo oportunidades que se podrían haber usado positivamente. En el actual enfrentamiento India-Pakistán, el FSM puede movilizar al público para que se manifieste fuertemente por los reclamos de paz.

Necesitamos favorecer abiertamente las agendas sociales y los movimientos por la paz contra el imperialismo y los monopolios. Y eso no está ocurriendo, dado que las organizaciones no gubernamentales o bien son parte del problema o bien no están dispuestas a dar pasos osados contra quienes las apoyan.

IPS: ¿Puede listar algunas oportunidades "perdidas" donde el FSM de Pakistán pueda haber dejado su huella?

IM: Hay varias, como las crisis alimentarias, el colapso financiero, la guerra en Afganistán y la presencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el conflicto con India, la privatización de bienes estatales y ahora Gaza.

Ni siquiera reaccionamos ante las operaciones militares en la Provincia de la Frontera Noroccidental que mata a ciudadanos inocentes en nombre de aliados occidentales.

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