ARGENTINA: Hambre infantil no figura en plan anticrisis

Convocadas por la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y otras organizaciones sociales, miles de personas adultas, niñas, niños y adolescentes se movilizaron este viernes en Buenos Aires para exigir medidas que pongan fin al hambre y la desnutrición infantil.

"Es una inmoralidad que en un país donde sobra la comida, los pibes (niños) sigan muriendo de hambre todos los días", dijo a IPS el secretario de relaciones institucionales de la CTA, Víctor de Genaro, que participó de la marcha hacia la céntrica Plaza de Mayo, frente a la sede de la Presidencia.

Bajo la consigna "El hambre es un crimen", sindicalistas, estudiantes, activistas sociales y de derechos humanos marcharon junto a adolescentes y jóvenes de la Fundación Pelota de Trapo, que sostiene hogares, granjas y talleres educativos para menores de edad.

"Se nos mueren, acabaditos de nacer, más de 25 niños antes del nacimiento de las palabras. Testimonios diarios del hambre, su terrible efecto devastador, su indignidad", dijo Alberto Morlachetti, director de la Fundación y coordinador del Movimiento de Chicos del Pueblo, que organizó la marcha.

Los manifestantes reclamaron al gobierno una asignación universal a todos los menores de 18 años, más de 13 millones de personas en una población de casi 40 millones de habitantes, un sector donde 56 por ciento son pobres.
[related_articles]
"Esa asignación, llamada salario familiar, la perciben hoy los padres con ingresos en blanco", dijo De Genaro en referencia a 55 por ciento de la población económicamente activa que trabaja en el sector formal de la economía y recibe ese subsidio por cada hija o hijo menor de 18 años.

Para la CTA, en el marco de la actual crisis financiera internacional que está provocando una desaceleración de la economía nacional, el Estado debería ordenar una suspensión de los despidos por 180 días y otorgar un subsidio universal de 300 pesos —casi 90 dólares— a cada persona menor de 18 años.

La central de trabajadores viene reclamando este subsidio desde fines de los años 90. Algunos partidos políticos de oposición, como la centroizquierdista Coalición Cívica, incluyeron la medida en sus plataformas electorales por considerar que se trata de un derecho y que su aplicación elude prácticas corruptas.

El subsidio permitiría que los hijos de desempleados, subempleados y trabajadores informales se aseguren un ingreso. Y también sería percibido por los menores a cargo de personas con empleo en la economía formal, porque se trataría de un derecho universal.

En las últimas semanas, la presidenta Cristina Fernández anunció medidas de fomento al consumo de sectores de clase media y alta, como créditos para la compra de automóviles o para acceder a paquetes turísticos.

La mandataria propuso además una norma para alentar el retorno de capitales no declarados y radicados en el exterior, que serían gravados apenas con uno por ciento si se destinan a la compra de inmuebles, y anunció un plan para eliminar impuestos a los sueldos mensuales mayores a 7.000 pesos, unos 1.600 dólares.

Pero entre todas las medidas, incluso inversiones en obras públicas, no se contempló la transferencia directa de ingresos a los sectores de menores recursos, ni tampoco un subsidio universal.

La marcha se realizó además para llamar la atención sobre amenazas e intimidaciones a integrantes de la Fundación Pelota de Trapo, aparentemente destinada a silenciar su campaña de denuncias sobre el hambre. En lo que va del año, se registraron ocho ataques, secuestros y golpizas contra educadores y jóvenes de la institución.

En Argentina mueren cada día 25 niños menores de un año por causas evitables vinculadas a la pobreza, como infecciones respiratorias y bajo peso al nacer, si bien la mortalidad infantil registraba un leve descenso hasta 2007, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Además, esa cifra nacional oculta grandes disparidades entre provincias.

Mientras la pobreza afectaba en 2006 a 26 por ciento de los habitantes, era de 40 por ciento en la población menor de cinco años y de 56 por ciento en los menores de 18, según Unicef.

Argentina se comprometió en 2000 a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio, una plataforma para combatir la desigualdad y la miseria en todo el mundo, con metas específicas que deben alcanzarse en 2015.

La meta nacional es reducir en tres cuartos la mortalidad infantil que existía en 1990 y abatir en 20 por ciento la brecha entre las provincias más ricas y más pobres.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe