RUSIA-AMERICA LATINA: Maniobras económicas superan a las navales

A bordo del destructor Almirante Chabanenko, anclado en La Guaira, 20 kilómetros al norte de esta capital, los presidentes Dimitri Medvédev, de Rusia, y Hugo Chávez, de Venezuela, inauguraron este jueves las maniobras que flotas de guerra de sus países efectuarán en aguas caribeñas.

Las operaciones de una semana, en las que participa el mayor crucero de propulsión nuclear en el mundo, el Pedro El Grande, marcan el regreso de navíos rusos de combate al mar Caribe, en el que no incursionaban desde los tiempos de la Guerra Fría, cuando la extinta Unión Soviética mantenía una estrecha relación con su aliada Cuba.

Pero más que acciones bélicas parecen un telón de fondo para el viaje de Medvédev por Lima, Río de Janeiro, Caracas y La Habana, animando otra clase de maniobras, económicas y comerciales, para explotar oportunidades de inversión, comercio y venta de tecnología y armas que se le abren a Rusia.

"Los rusos vienen en plan de venta, para ganar dinero en esta región del mundo donde los precios de sus armas parecen ser competitivos", dijo a IPS la venezolana Rocío San Miguel, quien dirige la organización no gubernamental venezolana Control Ciudadano para la Seguridad y defensa.

En Venezuela "los rusos vienen a revisar el estado de ejecución de contratos de armamentos por 6.000 millones de dólares suscritos hasta 2008, y con perspectivas de llegar a 10.000 millones antes de 2015", dijo San Miguel.

Venezuela ha adquirido o pactado la adquisición de flotas de cazabombarderos Sukhoi y helicópteros MI, 100.000 fusiles Kaláshnikov y la instalación de una fábrica de esos rifles y municiones, navíos, submarinos, aeronaves de transporte y sistemas de radares.

"La región es hoy uno de los más importantes clientes de armas rusas en el mundo. Las ventas pasaron de 300 millones de dólares en 2001 a 3.000 millones en 2006, y van en aumento", observó Moisés Naim, director de la revista estadounidense de temas internacionales Foreign Policy.

"Por supuesto que el apoyo estadounidense a Georgia en la reciente guerra del Cáucaso fue irritante y motiva a Moscú para mostrar que también ellos pueden meterse a fastidiar a los yanquis en su vecindario. Pero para los familiares, socios y amigos del Kremlin ésas no son las cuentas que verdaderamente importan, sino las bancarias", dijo Naim. El comercio ruso-latinoamericano ha crecido casi 30 por ciento interanual en los últimos tres años y alcanzaría los 15.000 millones de dólares en 2008, según Moscú.

El canciller ruso, Sergéi Lavrov, señaló que el objetivo de su país en América Latina es "potenciar las exportaciones de tecnología de punta y la colaboración en el campo de la energía, la producción y transporte de gas y petróleo, la maquinaria de construcción, las industrias metalúrgicas y de transporte, el uso pacífico de energía nuclear y la exploración espacial".

Medvédev inició su gira por la región asistiendo a la cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) que se realizó en Lima, y a continuación viajó a Río de Janeiro para reunirse con su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

El presidente ruso elogió a Brasil como su "primer socio comercial en América Latina" y ambos presidentes firmaron acuerdos para suprimir visas —y agilizar así los viajes de negocios— y de cooperación espacial, pues Moscú ayuda a Brasilia para que desarrolle su propio vehículo lanzador de satélites.

Hay un fuerte interés ruso por participar como proveedor de armamento para Brasil, así como en la explotación petrolífera y el tendido de gasoductos de ese país.

Con Venezuela se han firmado decenas de acuerdos el último bienio. Chávez visitó Moscú dos veces en 2008 e irá de nuevo el año próximo. Sin embargo, en la escala caraqueña de Medvédev se rubricaron otros ocho convenios.

Entre ellos figuran acuerdos para facilitar la participación de empresas rusas en la exploración y explotación de hidrocarburos en la sudoriental Faja del Orinoco, para brindar ayuda a la industria ligera venezolana y para cooperación nuclear con fines pacíficos.

"Esta es la hora del encuentro entre la gran patria rusa y la patria grande latinoamericana", exclamó Chávez al imponer a su invitado la máxima condecoración de su país, la Orden del Libertador Simón Bolívar.

Los mandatarios recordaron los intereses que comparten como países exportadores de petróleo, necesitados además de precios estables que beneficien a productores y consumidores.

Rusia además considerará ser miembro asociado de la iniciativa ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas) que reúne a Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela.

Horas antes de su arribo a Caracas, una cumbre de gobernantes de esos países más el de Ecuador, Rafael Correa, dispuso el estudio de una zona monetaria común, con un acuerdo de compensación comercial que margine al dólar.

Con Cuba, que tiene en Rusia su décimo socio comercial, existe una corriente comercial que Medvédev también quiere reforzar, y que alcanzó el año pasado 363 millones de dólares. Las perspectivas de aumento de esa cifra son claras, porque gran parte de la industria cubana y de su parque automotor es de origen soviético.

Las señales que entrega Rusia indican que regresa al Caribe y América Latina "para quedarse", y más si junto con las maniobras que reafirman su papel de actor de primera línea en la política global puede avanzar en la concreción de negocios que le permitan invertir en la expansión y modernización de su economía.

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