Los venezolanos acudieron masivamente a sufragar en las elecciones para gobernadores de estados y alcaldes, consideradas, pese a su carácter regional y local, un nuevo test sobre el liderazgo del presidente Hugo Chávez.
Al anochecer, a la hora local 18:00 (22:30 GMT), dos horas después de que cerrasen las primeras mesas, todavía había electores en fila ante numerosos centros de voto en las principales ciudades, presagio de una participación superior al promedio histórico para este tipo de comicios, y que oscila ente 45 y 50 por ciento.
Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), se congratuló por "la nueva lección de democracia que nos ha dado el pueblo" y reiteró que hasta tanto ese organismo no entregue resultados con al menos 85 por ciento de actas, se prohíbe a los interesados divulgar públicamente resultados extraoficiales.
Varias parcialidades filtraron sin embargo a medios como IPS cifras de sus primeras encuestas a boca de urna, que daban cuenta, hasta mediados de la tarde, de una reñida competencia entre el oficialismo y la oposición en algunas plazas clave.
La más emblemática circunscripción, el petrolero estado de Zulia, en el noroeste, el más rico y poblado del país, "enseña una clara ventaja para el candidato opositor, Pablo Pérez, aunque nada será definitivo hasta tener las actas en la mano, porque aún hay gente votando", dijo a IPS una fuente regional que siempre ha entregado resultados fiables.
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Zulia, y la nororiental Isla de Margarita, fueron los dos estados, de un total de 23, que pudo ganar la oposición en los comicios regionales de cuatro años atrás. Los seguidores del presidente Chávez se hicieron además con 90 por ciento de las alcaldías.
La mayoría de las firmas encuestadoras vaticinaron que la oposición mostraría avances este domingo, con la captura de entre cuatro y 10 gobernaciones, así como de un centenar de las 328 alcaldías que están en juego.
Chávez se empleó a fondo en esta campaña, visitando una decena de veces el Zulia durante los dos meses de campaña. "Está en juego el futuro de la revolución, del socialismo, de nuestro gobierno y de Hugo Chávez", clamó una y otra vez.
Sus críticos y muchos candidatos opositores replicaron reclamando el voto "por la libertad y la democracia, y contra el autoritarismo", antes que en favor de sus propias figuras o de sus programas para encarar los problemas de estados y municipios.
Los analistas concuerdan en que una amplia victoria oficialista facilitará a Chávez proponer de nuevo un cambio en la Constitución para posibilitar su reelección indefinida, más allá del término de su mandato en 2013, y en que, al contrario, un claro avance de quienes se le oponen frenará ese propósito y dibujará un nuevo mapa político del país. "Salvo algunos inconvenientes que no son de importancia, el proceso ha transcurrido de manera normal, con una participación como la esperada o mayor, aunque aún no tengamos cifras, y con un buen funcionamiento del sistema de voto automatizado", dijo a IPS Luis Lander, de la organización de observación independiente Ojo Electoral.
Una organización de jóvenes observadores, Nuevas Premisas, reportó mal funcionamiento de algunas máquinas de votación, propaganda por parte del oficialismo cerca de los centros de voto, pese a que fue prohibida durante la jornada, y mesas que desoyeron la orden de cerrar a la hora indicada si no hubiese electores en espera.
Por ejemplo, el gobernador del sudoccidental estado de Barinas, Hugo de los Reyes Chávez, padre del presidente y del aspirante a sucederlo, Adán Chávez, vio como el comprobante de su voto mostró un resultado distinto al que emitió en la máquina.
Las autoridades de la mesa anularon el voto y permitieron que el progenitor del presidente, de 75 años de edad, sufragase nuevamente.
La hora de cierre pareció convertirse en la clave para dirimir circunscripciones muy reñidas, en las que la oposición contaba con imponerse si se abstenían simpatizantes del oficialismo renuentes a formarse en las largas colas.
Vecinos denunciaron ante la televisión que algunos centros, una vez cerrados, volvieron a abrir ante la llegada de camionetas con votantes conducidos por activistas oficialistas.
Lucena demandó a las organizaciones políticas que mantuviesen la calma a la espera de los resultados oficiales, que en ningún caso se entregarán mientras haya votantes en fila, después que algunos líderes opositores amenazaron con divulgar ilegalmente sus proyecciones si juzgaban que la ley se violaba en relación al cierre de mesas.
La tensión correspondía con el careo de resultados de boca de urna como los suministrados a IPS por fuentes del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y una organización privada de radio y televisión con corresponsales en todo el país.
Según el PSUV, sus candidatos se imponían en prácticamente todo el país, mientras que según la fuente alternativa los opositores llevaban ventaja en Zulia, Mérida (Andes del sudoeste), Miranda (este de Caracas), Carabobo (zona industrial al oeste de Caracas) y en la alcaldía mayor de la capital.
Disidentes del oficialismo, equidistantes de Chávez y de la oposición, se impondrían, según esos primeros números, en dos estados de las llanuras del centro y sudoeste, Guárico y Barinas.
* /Atención editores y abonados: En Venezuela está prohibida la difusión de cifras antes del primer boletín oficial del Consejo Nacional Electoral.