La crisis financiera mundial acaparó los discursos de la cumbre Asia-Pacífico en Lima. Mientras el presidente estadounidense George W. Bush insistió con el libre mercado como receta, el mexicano Felipe Calderón invocó a Sigmund Freud, padre del psicoanálisis.
La prescripción de Bush, expresada este sábado ante los altos ejecutivos y empresarios presentes en la conferencia, se resumió en confiar en "el poder los mercados".
"Juntos, nuestros países deben concentrar esfuerzos en tres grandes fuerzas que impulsan el crecimiento: la libertad del mercado, la libertad del comercio y la libertad de los pueblos", señaló.
Expertos resaltaron que Bush evitó en su discurso ubicar entre las causas de la crisis internacional la falta de controles y los desequilibrios del sistema financiero estadounidense.
Bush llegó a Lima el viernes por la tarde para participar en la XVI Reunión de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en lo que constituye su última visita a América Latina antes de entregar el 20 de enero la presidencia a su sucesor, Barack Obama.
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"Dejaré la presidencia en dos meses, pero este gobierno" hará todo lo posible para alcanzar un acuerdo en la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales de comercio, com señal de que "rechazamos el proteccionismo en el siglo XXI", añadió.
Las economías de APEC suman 56 por ciento del producto bruto mundial y 46 por ciento del comercio internacional. Sólo tres países de América Latina integran este foro: Chile, Perú y México
El economista Humberto Campodónico señaló que, a pesar de la importancia de la cumbre, los discursos presidenciales son sólo "buenos deseos".
Resulta difícil, dijo, que los países ricos liberen sus mercados en momentos de crisis, sin protegerlos de las exportaciones de países como los de América del Sur o Asia.
"Lo que se ha dicho es un saludo a la bandera. Si en momento de crecimiento los países desarrollados no liberalizaron sus economías, ¿por qué lo harían ahora, en tiempos de crisis? Resulta incoherente", señaló a IPS.
En una entrevistada publicada el jueves por el diario peruano El Comercio, Bush señaló que esperaba que la reunión de APEC "hiciera eco de los buenos propósitos" del Grupo de los 20 (G-20), que integran las mayores economías mundiales, tanto industriales como emergentes, y que realizó su cumbre la semana pasada en Washington.
En la reunión del G-20 se acordó apelar al gasto público para combatir la recesión, afianzar el control sobre los mercados, atacar el proteccionismo y reanimar las negociaciones hacia un acuerdo multilateral de comercio que hoy se encuentran bloqueadas.
Sin embargo no hubo anuncios sobre mecanismos concretos para implementar esos compromisos, sobre todo en los países en desarrollo.
En la primera declaración conjunta emitida el sábado, los líderes de las 21 economías de APEC se comprometieron a evitar en los próximos 12 meses cualquier medida que obstaculice la marcha del libre mercado y expresaron su apoyo a los países emergentes.
"Nos abstendremos dentro de los siguientes 12 meses de elevar nuevas barreras para la inversión o el comercio de bienes y servicios, imponiendo nuevas restricciones a las exportaciones", señala el documento.
De esta manera, los líderes expresaron su respaldo a los acuerdos del G-20 en Washington sobre la crisis y el Plan de Acción para la reforma de los mercados financieros dirigido a evitar un enlentecimiento del crecimiento económico por medidas proteccionistas que, según ellos, agravaría la actual situación.
También se pronunciaron por reformar y fortalecer las instituciones financieras internacionales "para reflejar la voz y representación creciente de las economías emergentes y en vías de desarrollo".
Los jefes de Estado y de gobierno reafirmaron su compromiso con el logro de un acuerdo para la Ronda de Doha a la brevedad y establecer un área de libre comercio en el área de APEC, así como con los Objetivos de las Naciones Unidas para el Desarrollo del Milenio. Bush señaló en Lima que "la recuperación de la crisis financiera llevará tiempo, pero es posible, y al hacerlo comenzará una nueva era de prosperidad".
El presidente estadounidense recordó que los países de Asia-Pacífico han afrontado juntos diversas pruebas en el pasado, como el terrorismo, la proliferación de armas, los desastres naturales, y que salieron airosos etapas difíciles.
Para estar a tono con lo que piden sus pares, Bush señaló que es partidario de realizar reformas al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial.
El mandatario aprovecha a su visita a Lima para coordinar el desarme de Corea del Norte. Con ese fin se reunió el viernes con el presidente de China, Hu Jintao, y el sábado con los representantes de Corea del Sur y Rusia.
El economista Alan Fairlie señaló que en foros como APEC se enfatizan las coordinaciones globales y declaraciones, sin que se aprueben, precisamente, medidas concretas.
"El asunto fundamental es qué hacemos en nuestros países para evitar magnificar la crisis. Lo que hará APEC será un llamado para buscar los mejores mecanismos", dijo Fairlie a IPS.
"Hay que actuar de inmediato. No debemos esperar que sea la inversión extranjera la que resuelva nuestros problemas. Todo dependerá de nuestros recursos y de nuestras medidas. Es hora de dejar de hacer anuncios. Lo que se debe hacer es actuar y pronto", advirtió.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, formuló un discurso más reflexivo. Hizo hincapié en las razones de la crisis y precisó que se trata de un problema global generada por las "economías desarrolladas", léase Estados Unidos.
Sin embargo, agregó, la crisis impactará en las economías emergentes, sobre todo en América Latina, porque implicará una caída de las exportaciones, entre otras consecuencias.
Por eso, Calderón propuso soluciones estructurales que no caigan en la turbulencia del corto plazo y un liderazgo "más firme" del próximo gobierno estadounidense y de los países que participan en APEC.
Con ese propósito, planteó, como primera medida debería, esfuerzos para "detener la hemorragia y el ciclo de incertidumbre" que reclama soluciones técnicas y financieras pero también "soluciones 'adaptativas' para corregir la falta de confianza".
Para Calderón, al gran problema económico se le suma "la incertidumbre y la incredulidad en el futuro", por lo que habría que recurrir a Freud.
"Lo que necesitamos es detener el pánico generalizado que es lo que está hundiendo nuestras economías en estas semanas", apuntó.
En la misma tónica de su homólogo mexicano, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, instó el viernes a la comunidad internacional a orientar su mirada a soluciones globales que permitan superar la crisis.
Bachelet pidió una solución "inclusiva" a la crisis, es decir, que considere a los países en desarrollo, En ese sentido, calificó la cumbre del G-20 de positiva, pero considerada como "el primer paso".
La presidenta chilena señaló que instituciones como el FMI y el Banco Mundial deben dejar de estar regidas por Estados Unidos y la Unión Europea, y que los países latinoamericanos deberían tener lao portunidad de encabezarlas.
También el presidente de China, Hu Jintao, señaló el viernes que "los países en desarrollo deben tener mayor voz y representación en las instancias financieras internacionales".
En medio de fuertes medidas de seguridad, las reuniones tuvieron como escenario principal la sede del Ministerio de Defensa en el distrito limeño de San Borja. Los jefes de Estado y de gobierno sesionaron a puertas cerradas desde las dos de la tarde del viernes.
"Los discursos que hemos escuchado expresan la voluntad de hacer cosas que no se definirán en este foro sino en la OMC. Todo esto de la liberalización del comercio y el rechazo al proteccionismo es una especie de masaje moral, nada más", explicó Campodónico a IPS.
El presidente de Perú, Alan García, aseguró el viernes que "el mundo no está enfermo, sino que afronta una crisis de crecimiento".
García ofreció a Perú como "un refugio" para los capitales espantados por el desequilibrio, porque ofrece estabilidad política, social y económica. También ofreció a sus pares y a los empresarios presentes en la cumbre una cartera de proyectos en minería y gas.
El presidente peruano cerró el miércoles las negociaciones de un tratado de libre comercio con China, y el viernes inició negociaciones para acuerdos similares con Japón y con Corea del Sur.
Los jefes de Estado y de gobierno emitirán el domingo la Declaración de Lima, en la que expondrán los acuerdos alcanzados en la cumbre.
Cerca de 50.000 uniformados, más de la mitad de toda la fuerza policial del país, custodian a los más de 8.000 participantes en las distintas instancias de la cumbre en la capital peruana.