MINERÍA-ARGENTINA: Oro riojano amenaza agua escasa

Con un bloqueo que impide el ascenso al cerro Nevados de Famatina, habitantes de la provincia de La Rioja, en el noroeste de Argentina, protestan desde hace 17 meses contra un proyecto minero que podría contaminar el agua de un distrito considerado el más seco de este país.

"El cerro es nuestra única fuente de agua y regula el clima de la región", dijo a IPS Marcela Crabbé, comerciante de Chilecito, ciudad de 45.000 habitantes situada a 30 kilómetros de los Nevados de Famatina. "Hace 100 años esta era zona minera, pero eso no dejó oro ni progreso, sino un gran pasivo ambiental", añadió.

Chilecito y Famatina —de menos de 8.000 habitantes y a 20 kilómetros del cerro homónimo— están ubicadas en el norte de La Rioja, en la precordillera de los Andes, y unos 1.200 kilómetros al noroeste de Buenos Aires. En la última protesta contra la minería, realizada este mes, participaron más de 2.000 personas.

La Rioja es la provincia más árida de Argentina. Con ríos secos, casi sin agua superficial en todo el territorio, el recurso se obtiene en pozos de más de 200 metros de profundidad, y montañas como el Famatina, de 6.250 metros de altura, contribuyen durante el deshielo. Si ese caudal se contamina, las dos poblaciones aledañas podrían ver sus días contados.

El propio gobernador Luis Beder Herrera admitió este mes que el mayor problema de La Rioja es la falta de agua. "Somos la única provincia prácticamente sin ríos, el agua para nosotros es todo", dijo. Sin embargo, su administración impulsa la actividad minera.
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"No entiendo a los que dicen que vamos a contaminar, no conozco ningún caso de gente muerta por la famosa contaminación, a la gente le meten miedo, pero no vamos a parar esto", advirtió Beder Herrera en declaraciones públicas.

Crabbé integra la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Famatina y Chilecito, que ahora, junto a pobladores de otros sitios de la provincia conformaron la Asamblea Riojana, que reclama una consulta popular sobre la actividad minera y exige el amparo de leyes para evitar la contaminación.

La movilización contra de la minería está costando a Crabbé una verdadera persecución judicial. Ya le han iniciado tres demandas, por prohibir la libre circulación en el cerro Famatina, por calumnias e injurias contra una concejala y por presunta incitación a la violencia en una manifestación callejera.

El movimiento comenzó en 2004, cuando la corporación Barrick Gold, con sede en Canadá, inició trabajos de exploración aurífera en el Famatina, utilizando como base el campamento dejado por la empresa La Mexicana, que había extraído el metal un siglo atrás en un socavón del cerro.

El 8 de marzo de 2007, los habitantes preocupados por información que circulaba acerca del impacto del proyecto, sorprendieron a los empleados de Barrick con un piquete e impidieron desde entonces el ascenso de los camiones al cerro.

Ese mismo día, la legislatura provincial sancionó una ley prohibiendo la explotación a cielo abierto y mediante lixiviación con cianuro, otra que convocaba a una consulta popular en Famatina y Chilecito, y una tercera que creaba una comisión para investigar la cesión de permisos de explotación a Barrick.

En apenas dos jornadas, la empresa anunció que suspendía las labores y abandonó el campamento. Pero los habitantes movilizados mantuvieron el piquete día y noche hasta marzo de este año. A partir de entonces realizan guardias mínimas en invierno y permanecen el día entero en el camino, durante la primavera y el verano.

La gente de Famatina y Chilecito ya conocía las denuncias de contaminación hídrica en la vecina provincia de San Juan, donde Barrick explota la mina de Veladero, su mayor yacimiento aurífero a cielo abierto en territorio argentino.

Barrick, que asegura ser la mayor productora aurífera del mundo, sostiene además un polémico proyecto en Pascua Lama, zona cordillerana de Chile pero con una porción en suelo argentino, cuya puesta en marcha está en suspenso porque los dos países no se han puesto de acuerdo sobre el reparto de regalías e impuestos.

La protesta se sostuvo para presionar la aplicación de las leyes provinciales, que nunca llegaron a reglamentarse. Más aun, este mes fueron derogadas y en su lugar se votaron otras que promueven la actividad minera.

En una sesión a puertas cerradas, el 7 de este mes la legislatura provincial derogó las normas que había aprobado en 2007 y sancionó dos nuevas leyes que avalan la instalación de empresas mineras "responsables", que no contaminen el agua ni el ambiente en general.

"No es que la provincia cambió de postura", dijo a IPS el portavoz gubernamental Roberto Ludueña. "Las leyes de 2007 no se reglamentaron y no se aplicaban, por eso se aprobaron dos nuevas normas: una que designa a la Secretaría de Ambiente como autoridad de regulación de la minería y otra que crea un consejo consultivo", detalló.

Ese consejo estará integrado por funcionarios, profesionales, técnicos y representantes de organizaciones sociales y ambientales y deberá elaborar informes y recomendaciones sobre cada proyecto minero que se presente a las autoridades. "No estamos contra la minería, queremos tener una minería responsable", remarcó.

"Si contamináramos el agua sería un crimen en una provincia sin ríos donde casi toda el agua que se consume hay que extraerla del subsuelo", aseguró Ludueña.

El portavoz también admitió que, tal como señalan los vecinos, Barrick Gold no canceló su proyecto, sino que está "suspendido", mientras el gobierno ha trabajado en otros acuerdos para la explotación de uranio en los cerros del cordón de Famatina, posibilidad que también atemoriza a los pobladores de la región.

"La explotación minera de la época de La Mexicana dejó en las nacientes un drenaje tremendamente ácido, y el oro nosotros nunca lo vimos", dijo Crabbé. La exploración de uranio, en la vecina Sañogasta, hizo que residentes allí se sumaran a la Asamblea Riojana.

"Desde la derogación de las leyes contra la minería a cielo abierto estamos en estado de asamblea permanente", aseguró Crabbé. En los próximos días se iniciará la recolección de firmas para convocar a una consulta popular contra el proyecto de Barrick, siguiendo el ejemplo de la ciudad de Esquel, en la sureña provincia de Chubut.

Allí, un movimiento ciudadano combatió un proyecto de explotación a cielo abierto con cianuro mediante una consulta popular.

Para la gente de Famatina y Chilecito, la minería se llevará el agua y no sólo habrá dificultades para el consumo humano, sino que se dificultará aún más la actividad agropecuaria que ya está en situación crítica por la escasez hídrica.

"El Famatina produce unos 476 litros de agua por segundo y la Barrick, para un proyecto de este tipo, necesitaría 1.000 litros por segundo", dijo Crabbé.

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