Un acuerdo entre los ministerios de Agricultura y de Ambiente de Brasil autoriza a emplear la palma africana (Elaeis guineensis) y otras especies exóticas en la recuperación de bosques de la Amazonia brasileña. El objetivo es ampliar el cultivo de oleaginosas para producir biodiésel.
Ambientalistas rechazan la decisión que consideran una forma de reducir de 80 a 50 por ciento la «reserva legal», la proporción de cada propiedad amazónica que debe obligatoriamente preservarse con bosques nativos, que impulsan los parlamentarios «ruralistas», con apoyo del ministro de Agricultura, Reinhold Stephanes.
«Tiene que haber manejo y aprovechamiento económico, pero eso no significa introducir árboles exóticos. Nos preocupa la pérdida de biodiversidad amazónica», dijo a Tierramérica el activista Nilfo Wandsheer, del Grupo de Trabajo Amazónico, compuesto de organizaciones ambientalistas y movimientos sociales.
