PETRÓLEO-MÉXICO: Reforma recibe un no simbólico

El partido más importante de la izquierda mexicana alcanzó su objetivo de plasmar en una consulta pública una negativa rotunda al plan gubernamental para reformar la industria petrolera.

Datos del escrutinio parcial del referendo consultivo celebrado el domingo en esta capital indican que casi 87 por ciento de unos 800.000 votantes rechazaron la participación privada en actividades fundamentales del sector, como refinación y transporte, una de las dos preguntas de la consulta.

Además, aproximadamente 84 por ciento expresaron su oposición a la iniciativa de reforma a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), enviada al Senado en abril por el Poder Ejecutivo, la otra cuestión incluida en las boletas.

El alcalde izquierdista de la capital, Marcelo Ebrard, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), destacó que los datos surgidos de la consulta, aunque no vinculante, no pueden ser soslayados por el parlamento.

"Es evidente que una consulta con más de 800.000 personas que participaron, la más grande en la historia de la ciudad y que es precedente a nivel nacional, va a tener repercusión en el Congreso de la Unión, y me parece que ignorar los resultados sería muy grave para cualquier fuerza política que lo intentara", dijo este lunes el funcionario en una rueda de prensa.
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Por iniciativa del PRD, el referendo se llevó a cabo también en otros 10 estados del país.

El PRD y el gobierno del distrito federal promovieron intensamente la consulta, pero el resultado fue una baja convocatoria. En la capital viven unos nueve millones de personas, y unos 20 millones incluyendo la zona metropolitana. En los 11 distritos que acogieron la votación, acudieron a las urnas entre dos y tres millones de ciudadanos.

Pero los organizadores se alzaron con una reacción pública negativa al plan oficial, resultado que Ebrard enviará al Senado, que tiene a su cargo el estudio de la reforma.

El gobierno nacional del conservador Felipe Calderón sostiene que sus propuestas apuntan a dotar a Pemex de autonomía de gestión y de un perfil que lo acerque más al funcionamiento de una empresa que de un ministerio. El proyecto pretende, según el discurso oficial, dar flexibilidad a la empresa estatal para negociar contratos con particulares y realizar todo tipo de compras, ámbitos en los que ahora enfrenta engorrosos pasos administrativos.

Pero la izquierda y numerosos expertos sostienen que es una propuesta privatizadora y carente de transparencia, que debe ser rechazada, mientras el oficialismo y otra porción de especialistas afirman lo contrario. Las reformas propuestas no alcanzan a la Constitución, que establece la propiedad estatal del crudo.

Respecto de la consulta, la población "no podrá saber si los datos que se le ofrecen son ciertos, porque el ejercicio no cuenta con las condiciones mínimas de certeza: no hay contrincantes involucrados, no hay independencia del gobierno, no hay un organismo ciudadano vigilante", criticó este lunes el analista político Macario Schettino en las páginas del diario capitalino El Universal.

Por su parte, Emilio Pradilla, académico de la estatal Universidad Autónoma Metropolitana, escribió en el boletín de la página electrónica Ciudadanos en Red que "en el mejor de los casos, creemos que la consulta y las etapas siguientes podrían alcanzar el estatuto de una encuesta de opinión muy amplia".

La jornada de consulta se completará los días 10 y 24 de agosto, cuando se efectúen ejercicios similares en el resto del país. Un comité ciudadano es el encargado de evaluar la operación de la consulta.

Luego de 21 foros de discusión sobre el contenido de la reforma gubernamental, escenificados en el Senado entre mayo y julio, las fracciones políticas representadas en la cámara alta empezaron el debate y acordaron emitir un dictamen para aprobar una reforma de Pemex en septiembre.

"Preveo que la reforma que surja será fruto de coincidencias entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el (gobernante) Partido Acción Nacional (PAN), tal vez con base en la iniciativa que presenta el PRI. Dudo de que el PRI y el PRD alcancen consensos, porque el PRD está dividido y su postura es más de oposición", dijo a IPS el experto en temas energéticos, David Shields.

El PRI, que gobernó México durante siete décadas hasta 2000 y al que se debe buena parte del esquema petrolero actual, presentó la semana pasada su propio proyecto de reforma, un clon de la iniciativa oficial, según sus críticos.

El PRD hará lo propio en el transcurso de esta semana, cuando dé a conocer su propuesta sobre Pemex.

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