DDHH-ARGENTINA: Tras los pasos del doctor muerte

Actuó en el campo de concentración de Mauthausen con un sadismo similar al de Josef Mengele. Se trata del médico austriaco Aribert Heim, el segundo criminal de guerra nazi más buscado del mundo, quien, a sus 94 años, parece estar cercado en una zona entre Argentina y Chile.

Su crueldad causa más estupor por tratarse de un médico y además muy joven en esa época. Con sólo 26 años, Heim mató a cientos de prisioneros en 1941 en Mauthausen, Austria, por donde pasaron más de 200.000 personas, entre ellas el luego "cazador de nazis" Simón Wiesenthal, fallecido en 2005.

Heim actuó también en los campos alemanes de Sachsenhausen y Buchenwald, pero sus crímenes más atroces los habría cometido en Mauthausen, donde estuvo apenas siete semanas practicando experimentos aberrantes con prisioneros sumamente debilitados por el trabajo esclavo y la inanición.

Sobrevivientes de ese centro de exterminio revelaron que aplicaba en el corazón de sus víctimas inyecciones de benceno, un combustible muy tóxico, para probar cuánto tiempo tardaban en morir. A algunos les extirpó órganos o les amputó miembros sin anestesia, para conocer detalles del proceso de agonía.

A pesar de su brutalidad, el llamado "doctor muerte" logró sortear la acción judicial al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y trabajó como médico en la propia Alemania hasta 1962, cuando la policía recibió orden de detenerlo. Entonces Heim se fugó y ya nunca lograron aprehenderlo. Se sabe que vivió en Egipto, Uruguay y España.
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Los últimos datos indican que estaría entre la ciudad argentina de San Carlos de Bariloche, 1.600 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires, y la chilena Puerto Montt, 1.000 kilómetros al sur de Santiago.

La policía alemana comprobó que Heim tiene una cuenta bancaria en una entidad financiera de Berlín con más de un millón de euros depositados, además de bonos y acciones por otro millón que sus herederos no reclamaron, detalló a IPS el argentino Sergio Widder, representante en América del Sur del Centro Simón Wiesenthal.

Confiados en las últimas pesquisas, investigadores de ese centro se trasladaron este mes a Puerto Montt y Bariloche para reunirse con autoridades políticas, policiales y para llamar la atención de los pobladores de estas ciudades del sur del continente, que podrían aportar datos sobre su paradero si conocieran estos antecedentes.

"Nuestro viaje a la zona no se produjo porque la captura fuera inminente sino con la intención de despertar conciencia en la región e intensificar la búsqueda", confió Widder. Si lo hallaran, la policía y la justicia deberían proceder a su extradición. Con Widder viajó el historiador israelí Efraín Zuroff, director del Centro Wiesenthal en su país.

"Heim está en el nivel de Mengele", advirtió Zuroff. El experto reveló que distintos testimonios refirieron que el médico fue visto en los últimos 45 días en esa región. "Recibimos información muy valiosa", aseguró.

Widder confirmó que la hija mayor de Heim, Waltraud Diharce, vive en Puerto Montt, viaja frecuentemente a Bariloche, y se presume que mantiene contacto con su padre. No obstante, la mujer se niega a hablar. "Recibimos denuncias, algunas muy sólidas, y debemos profundizar la pesquisa", dice el activista argentino.

Nacido en 1914 en Austria, Heim se unió siendo muy joven al Partido Nacional Socialista de su país. Una vez recibido de médico se alistó en las SS, siglas con la que se identificaba a la unidad paramilitar del nazismo. En 1941 fue incorporado a Mauthausen, donde los prisioneros trabajaban como esclavos.

Allí fueron a parar decenas de miles de judíos europeos, soldados soviéticos y también alrededor de 7.500 republicanos españoles que se habían refugiado en Francia tras su derrota en la guerra civil (1936-1939) y la instauración de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), afín al nazismo y el fascismo italiano.

La mayoría de los españoles, que fueron llevados por los alemanes tras la invasión a Francia, murieron luego de trabajar duramente en la cantera de granito que funcionaba en el campo.

Wiesenthal, quien estuvo en una docena de centros de reclusión, fue liberado por las fuerzas aliadas en Mauthausen.

Un caso que revela el sadismo de Heim es el de dos judíos holandeses de 18 y 20 años a los que les cortó la cabeza. El médico hirvió los cráneos, regaló uno a un colega y el otro lo usó como pisapapeles en su escritorio. También recuerdan testigos que tenía una lámpara que se jactaba de haber hecho con la piel de un prisionero.

Los experimentos aberrantes que practicaba evocan los crímenes perpetrados en Auschwitz, en Polonia, por el alemán Mengele, quien también huyó de Europa al finalizar la guerra en 1945 y se refugió primero en Paraguay y luego se mudó a Brasil. Su cuerpo fue encontrado en una playa de este último país donde murió presuntamente ahogado en 1979.

Heim es el segundo criminal nazi más buscado por el Centro Weiesenthal que se comprometió a pagar 350.000 euros a quien brinde información que derive en su captura. La oferta fue lanzada en el marco de la Operación Última Oportunidad que alude a la avanzada edad de los buscados.

El primero de los requeridos es otro austriaco, Alois Brunner, asistente de Adolf Eichmann y acusado de idear la llamada "solución final" que costó la vida a miles de judíos en la etapa última de la Segunda Guerra Mundial.

Eichmann fue capturado en 1960 en Argentina por el Mossad, el servicio secreto israelí, quienes lo trasladaron a ese país donde fue juzgado, condenado y ejecutado dos años después. Pero no fue el único encontrado en este país. Hubo otros criminales de guerra que se refugiaron también en América del Sur.

En 1985 fue capturado en Miramar, una ciudad balnearia de la oriental provincia argentina de Buenos Aires, el llamado "carnicero de Riga", el oficial alemán Walter Kutschmann, que vivía allí desde 1948. El ex criminal de guerra fue extraditado a Alemania, donde murió antes de ser juzgado.

También en este país se ocultó Erich Priebke, un capitán de las SS que participó en 1944 en la masacre de 335 personas en las Fosas Ardeatinas, en las afueras de Roma. Vivía en Bariloche, fue extraditado a Italia en 1995 y fue condenado a cadena perpetua.

Otros criminales de guerra nazis que estuvieron ocultos en Argentina fueron Joseph Schwammberger, Gerhard Bohne, y Dinko Sakic.

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