Ocho años después de que el Consejo de Seguridad de la ONU tomara cartas en el asunto, mujeres y niñas de todo el mundo todavía son víctimas de las agresiones sexuales más brutales en zonas de guerra.
"Aunque la violación es un crimen que nunca puede ser justificado, mujeres y niñas en situaciones de conflicto en todo el mundo son sometidas a actos de violencia sexual generalizados y deliberados", dijo el jueves la secretaria de Estado (canciller) estadounidense Condoleezza Rice ante el Consejo.
La jefa de la diplomacia estadounidense se refirió al asunto en un debate abierto realizado el jueves en el cuerpo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) sobre "Mujeres, paz y seguridad".
Estados Unidos, en ejercicio de la presidencia rotativa del Consejo este mes, eligió llamar la atención sobre la violencia contra las mujeres en contextos de conflicto. Asistieron al debate funcionarios de alto nivel de la ONU, incluido el secretario general, Ban Ki-moon.
"La violencia sexual supone una grave amenaza a la seguridad de las mujeres, en países en un posconflicto frágil, y socava los esfuerzos para consolidar la paz", dijo Ban.
"La ruptura de la ley y del orden vuelve a las mujeres más vulnerables a los ataques y las deja virtualmente sin recursos ante la justicia", afirmó.
Ban prometió la designación de un enviado especial de la ONU con la tarea de atacar el fenómeno.
La resolución 1.325 del Consejo de Seguridad, aprobada el 31 de octubre de 2000, propugna la participación equitativa de las mujeres en los procesos de paz y a todos los niveles del proceso de toma de decisión, así como "la necesidad urgente de introducir la perspectiva de género en las operaciones de paz".
También enfatizó en "la responsabilidad de todos los países de poner fin a la impunidad y de perseguir a aquellos responsables de genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra, incluida la violencia sexual contra mujeres y niñas".
De todos modos, estas palabras son, para miles de ciudadanos, sólo eso: palabras.
Rice recordó la violación regular de mujeres y niñas de hasta ocho años a manos de soldados birmanos, y el uso de la agresión sexual como arma de guerra en República Democrática del Congo y en Sudán.
Además, se refirió a las recientes acusaciones sobre explotación y abuso sexual a manos de soldados de paz de la ONU en varios países, como Liberia.
"Como comunidad internacional, tenemos la responsabilidad de castigar a los perpetradores de violencia sexual que representan a organizaciones internacionales", dijo la funcionaria estadounidense.
Algunos críticos acusan a la ONU de no hacer lo suficiente para castigar a los responsables de estas violaciones. En cambio, Rice afirmó que "los pasos dados" en ese sentido son "noticias alentadoras".
"Uno de los perpetradores cumple sentencia en su país y otros varios casos están en investigación. Esta situación debería servir de modelo para todos los países que aportan tropas a operaciones de la ONU", dijo.
El Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad el mismo jueves una resolución en que se admite que mujeres y niñas son víctimas frecuentes "como táctica de guerra para humillar, dominar, inspirar temor, dispersar o reasentar forzadamente a civiles de una comunidad o grupo étnico".
El órgano reclamó que los crímenes sexuales se excluyan de las amnistías acordadas para poner fin a los conflictos, y pidió a los países fortalecer sus sistemas judiciales y de salud para asistir a las víctimas.
Rice recordó que "en 60 años de operaciones de paz, sólo siete mujeres tuvieron el puesto de representante especial del secretario general" en estos emprendimientos.
Por su parte, Ban urgió a los países que envían tropas a las misiones a entrenar mejor a sus uniformados para impedir la violencia sexual y responder a ella. "El personal de la ONU debe ser parte de la solución, no del problema.
La resolución aprobada encomienda a Ban la elaboración de un plan de acción que recoja información sobre el uso de la violencia sexual en situaciones de conflicto, así como informes periódicos al Consejo.
"Seamos claros: la ONU y yo personalmente estamos profundamente comprometidos con una política de tolerancia cero hacia la explotación o el abuso sexual a manos de nuestro personal", dijo Ban.
"Cuando recibimos acusaciones creíbles, nos aseguramos de que sean investigadas plenamente", agregó.
Ban afirmó que no sólo los miembros de las tropas a título individual serán procesados, sino también sus superiores.