COMERCIO: Últimos cartuchos de Doha

El director general de la OMC, Pascal Lamy, confió en que el anuncio de la reunión de ministros de un grupo selecto de países miembro de la institución, convocada para el 21 de julio, obre como acicate para destrabar las negociaciones de la Ronda de Doha atascadas desde hace casi siete años.

En principio, Lamy obtuvo la aprobación de los representantes de esos países o por lo menos no encontró oposición cuando les consultó este miércoles sobre su idea de fijar una fecha para esa reunión.

El consentimiento de esas naciones no implica que todos sus representantes alienten esperanzas de alcanzar el objetivo. Fernando de Mateo, jefe de la misión negociadora mexicana, evaluó que "en este momento las posibilidades de éxito son reales".

De todos modos, es un riesgo que hay que correr, dijo a IPS.

En cambio, Néstor Stancanelli, director de negociaciones comerciales internacionales de la cancillería argentina, comentó que ve lejos la posibilidad de lograr un equilibrio en la rueda de Doha.

Sin embargo, una solución balanceada se puede alcanzar con voluntad y liderazgo político de los países con mayor peso comercial, aceptó. Empero, estamos lejos, eso es evidente, insistió.

La comunicación oficial de la convocatoria de la reunión de ministros se hará este viernes, cuando sostendrá una sesión informal de discusiones el Comité de Negociaciones Comerciales, presidido por el francés Lamy, encargado de sacar adelante la ronda.

Desde hacía varios meses, el director de la OMC (Organización Mundial del Comercio) intentaba convencer a los 152 estados miembros de la institución multilateral de la necesidad de citar a los ministros para sacar a la Ronda de Doha del atolladero.

Pero gran parte de los delegados a la OMC, en particular los representantes del mundo en desarrollo, desalentaban la iniciativa de Lamy y de algunos países industrializados, con el argumento de que las negociaciones todavía presentan diferencias profundas.

Desde que fueron lanzadas, en noviembre de 2001 en la capital de Qatar, ya aparecieron las divergencias, fundamentalmente entre países del Norte y del Sur y focalizadas en el tema de agricultura.

Lamy hizo ver a los negociadores que en las próximas semanas se ponen en juego las últimas posibilidades de cerrar un acuerdo sobre las modalidades, como se denomina al marco en que se efectuará el intercambio de concesiones comerciales entre las partes.

La OMC estima que el plazo para concertarlas vence a fines de julio, con la intención de concluir el resto de las negociaciones al concluir este año, antes de los cambios de gobiernos en países clave, como Estados Unidos e India.

Los planes de Lamy prevén que los trabajos de distintos grupos, ocupados en las negociaciones de los temas, y a veces también de subtemas, de la Ronda de Doha, se acelerarán a partir de ahora para eliminar diferencias antes de la conferencia de ministros.

Un paso previo a la reunión ministerial será la presentación de nuevos borradores de acuerdos para los dos asuntos que se presentan como los más conflictivos: agricultura y bienes industriales o acceso a mercados de productos no agrícolas (Nama, por sus siglas en inglés).

De Mateo aclaró que todavía no hay fecha para la distribución de los borradores de agricultura y Nama. Los dos documentos provisionales presentados anteriormente este año fueron recibidos con objeciones, en especial por los países en desarrollo.

El jefe de la misión negociadora de India, Ujal Singh Bhatia, precisó que la cuestión más problemática sigue siendo la negociación de agricultura, como ocurre desde el lanzamiento de Doha, observó.

Por ejemplo, carecemos aún de claridad sobre cuáles son las ambiciones con relación a los montos de las subvenciones internas que distorsionan el comercio agrícola, dijo el representante indio en referencia a un tema que presenta a Estados Unidos como el país más presionado para reducir esa forma de proteccionismo.

Tampoco hay claridad en cuanto a dos cuestiones caras a los países en desarrollo, los productos especiales y el mecanismo de salvaguardias especiales, recordó, aludiendo a dos instrumentos concebidos para resguardar a los agricultores de esas naciones. Durante las últimas semanas hubo discusiones sobre estos temas, pero sin llegar a convergencias, precisó el negociador indio.

Stancanelli lamentó, igualmente, que "todavía no se conozca en qué grado Estados Unidos estará dispuesto a cortar su apoyo interno". Por qué, si existe libertad total para proseguir con las políticas de subvenciones, no vamos a solucionar este problema estructural de la agricultura, dedujo.

El representante de Argentina advirtió, además, que existen muchas diferencias en agricultura y NAMA, pero si las distancias se acortan, se puede ir trabajando en los borradores de acuerdos para esos temas, dijo.

Respecto de la propuesta de Lamy de convocar a los ministros de un grupo selecto de países, Stancanelli expresó que, "si hay que hacer un intento, todos los países de la OMC estamos dispuestos a encararlo".

Todos damos prioridad a esta organización porque las reglas multilaterales permiten una evolución ordenada del comercio y evitan el imperio de la ley de la selva, comentó.

Una declaración del representante comercial adjunto de Estados Unidos, Sean M. Spicer, observó que, a pesar de los progresos alcanzados en los últimos días, en las semanas previas a la reunión ministerial habrá que trabajar intensamente porque aún persisten diferencias en agricultura, NAMA y servicios.

Spicer comprometió sus esfuerzos y los de Susan Schwab, la representante comercial estadounidense, equivalente a ministra de Comercio Exterior, para resolver los problemas pendientes.

Si un número suficiente de países adopta el mismo enfoque, habrá una posibilidad de éxito, afirmó Spicer.

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