BIRMANIA: Dictadura acepta ayuda por ciclón

La dictadura militar de Birmania dio un giro de 180 grados en su tradicional postura y aceptó cooperar con un masivo esfuerzo de la ONU para prestar asistencia a la zona devastada por el ciclón, que habría causado más de 100.000 muertes.

"Nuestros niveles de frustración han subido y bajado", dijo este viernes el subsecretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para Asuntos Humanitarios, John Holmes.

"Estábamos muy frustrados ayer (por el jueves), estamos un poco menos frustrados esta tarde (por el viernes), y esperamos estar mejor mañana. Pero no podemos darnos el lujo de renunciar", agregó.

La junta militar gobernante ha sellado el país a cal y canto de cualquier influencia exterior. El jueves requisó embarques de alimentos de la ONU el jueves y también se negó a facilitar el acceso a la zona del desastre a voluntarios.

Los suministros tenían el objetivo de cubrir las necesidades de más de 1,5 millones de personas que corren riesgo de morir de hambre y enfermedades infecciosas tras el ciclón Nargis la semana pasada.

El comienzo de las tareas de asistencia ha sido lento, lo cual es usual en caso de catástrofes. "El ritmo de la entrega de la ayuda se está acelerando, pero no tan rápido como nos gustaría", afirmó Holmes.

En cuanto a la posibilidad de que la dictadura militar domine totalmente el proceso de distribución de alimentos, el funcionario dijo: "No tenemos normas según las cuales los gobiernos no pueden distribuir asistencia alimentaria."

La ONU está más preocupada por el "grado de control" en el proceso de distribución. "Tenemos que negociar", afirmó.

El embajador de Birmania en la ONU, Kyaw Tint Swe, dijo que su gobierno estaba "agradecido con la comunidad internacional, nuestros amigos cercanos y lejanos por su solidaridad y generosidad".

Hasta el momento llegaron dos embarques y 11 aviones con asistencia de emergencia, sostuvo. "Necesitamos medicinas, alimentos, ropa, generadores de electricidad y material para construir refugios, además de ayuda financiera", afirmó.

Kyaw aseguró que su gobierno está dispuesto a cooperar con la comunidad internacional en el operativo.

El viernes, la ONU pidió a los donantes 187 millones de dólares para ayudar a 10 agencias del foro mundial y nueve organizaciones no gubernamentales, así como para apoyar al gobierno birmano en sus tareas de asistencia por al menos tres meses.

"Espero que el llamado de hoy logre expresiones concretas de solidaridad y generosidad", afirmó el embajador birmano.

Las declaraciones de Kyaw marca "un punto de inflexión en la cooperación internacional" entre la dictadura birmana y la ONU, según Holmes.

Hasta ahora, los países se comprometieron a entregar más de 77 millones de dólares. Japón y Gran Bretaña ofrecieron 10 millones cada uno.

La mayor contribución fue del Fondo Central de Respuestas de Emergencia de la propia ONU (CERF), con 20 millones de dólares.

El gobierno birmano informó que el ciclón segó 22.997 vidas y que 1.403 personas resultaron heridas y 42.119, desaparecidas. Otras estimaciones elevan la cifra de muertos a más de 100.000.

El Nargis fue el ciclón que ha causado el mayor desastre en Asia desde 1991, cuando otro mató a 138.000 personas en Bangladesh.

La cantidad de afectados severamente por el ciclón de la semana pasada es de entre 1,2 millones y 1,9 millones, según estimaciones de la ONU.

"Si no actuamos ahora, y rápido, se perderán más vidas", advirtió Holmes.

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