La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asumió este martes la gravedad de la crisis mundial de alimentos y adoptó decisiones de urgencia para afrontar «un desafío sin precedentes de dimensiones globales», dijo su secretario general Ban Ki-moon.
El líder de la ONU y los jefes de las agencias del sistema multilateral soslayaron el examen de las advertencias desatendidas sobre la inminencia de la crisis, efectuadas oportunamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y decidieron establecer un grupo de acción para afrontar el fenómeno.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, recordó que su organización había prevenido pertinentemente a la comunidad internacional de lo que se avecinaba. Por desgracia, no tomamos una decisión en el momento apropiado y como consecuencia hay gente que ha muerto, dijo Diouf.
La primera decisión de los jefes de la ONU ha sido dirigir un llamado, en particular a las naciones industrializadas, para que aporten con urgencia al Programa Mundial de Alimentos (PMA) la suma de 755 millones de dólares que necesita para equilibrar su presupuesto ante los nuevos precios internacionales de los productos básicos alimentarios.
La directora ejecutiva del PMA, Josette Sheeran, explicó que los recursos presupuestados para sus actividades de este año ascendían a 3.100 millones de dólares, necesarios para atender la alimentación de tres millones de personas de Darfur, al noroeste de Sudán, otras cinco millones en el resto del territorio sudanés, como también en asentamientos del norte de Uganda, entre otros programas.
Pero el incremento de los precios de los alimentos dio por tierra con tales cuentas y abrió ese déficit de 755 millones. El PMA pagó el 3 de marzo pasado 460 dólares por cada tonelada de arroz, mientras que la semana pasada necesitaba 980 dólares para adquirir el mismo volumen.
Ban alertó que, si no se cubren totalmente esas necesidades financieras, "otra vez afrontaremos el espectro del hambre generalizado, de la desnutrición y de disturbios sociales en una escala sin precedentes".
La ONU y las agencias, que deliberaron esta semana en Berna, se ocuparán también de asegurar los alimentos para el futuro, alentando a los agricultores de países en desarrollo a incrementar los cultivos.
Además de los aumentos de precios, observamos que los campesinos de esos países producen menos a causa del encarecimiento de los abonos y de la energía, explicó el secretario general.
Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, admitió que esa institución y, "francamente, los propios gobiernos han invertido menos en agricultura".
Organizaciones no gubernamentales han responsabilizado a las políticas del Banco Mundial por el desaliento de la producción agrícola en los países pobres.
A largo plazo, los jefes de las agencias multilaterales entienden que es necesario encarar las cuestiones estructurales y políticas que han causado la crisis actual y al mismo los desafíos que presenta el cambio climático a los sistemas productivos.
En ese aspecto se requerirán ulteriores investigaciones sobre los efectos de destinar cultivos de alimentos para la producción de biocombustibles.
Todas las subvenciones a los combustibles de origen vegetal deberán ser examinadas, dijeron.
El director general de la Organización Mundial del Comercio, el francés Pascal Lamy, observó que las subvenciones agrícolas otorgadas por los países ricos han perjudicado la producción de alimentos en los países en desarrollo.
Las negociaciones de liberalización comercial de la Ronda de Doha, establecida en noviembre de 2001, se ocupan de ese asunto, entre otros temas, recordó.
Los episodios relacionados con los actuales aumentos de precios son una razón más para concluir con urgencia esas negociaciones, insistió Lamy, quien antes de asumir este cargo fue Comisario de Comercio de la Unión Europea, el bloque responsable de montos millonarios en subvenciones a su agricultura.
La declaración adoptada por los jefes de las agencias en Berna menciona las causas del incremento de los precios de los alimentos sin hacer referencia a la especulación en los mercados internacionales de esos productos que han mencionado expertos y activistas de organizaciones no gubernamentales.
El texto atribuye el origen del aumento de precios al encarecimiento de la energía, la falta de inversiones en el sector agrícola, el rápido ascenso de la demanda de alimentos, las subvenciones que distorsionan el comercio, la persistencia de condiciones climáticas adversas y la degradación ambiental, la producción subvencionada de biocombustibles que suplantan la producción de alimentos y la imposición de restricciones a las exportaciones.
Sin embargo, en una exposición posterior de Ban, esta vez en Ginebra, se incluyó a la especulación y al "pánico comprador" entre las causas del fenómeno.
El secretario general de la ONU relacionó, en esa disertación, la crisis de alimentos con los Objetivos de Desarrollo para el Milenio (ODM), un plan de acción de ocho puntos con la finalidad de reducir para 2015 la pobreza, el hambre y las enfermedades, de mejorar el bienestar de la humanidad y su progreso social y económico, como describió el propio Ban.
Ban sostuvo que las soluciones a la crisis de alimentos promoverán a los ODM, pues todos están estrechamente vinculados y a su vez se relacionan con el cambio climático, dijo.
Una productividad agrícola superior reforzará directamente la supervivencia de los niños, que es uno de los ODM. De esa manera podrán ir a la escuela y la nutrición les permitirá aprender, dijo.
Por otro lado, las mujeres son las principales agricultores de África. Al fortalecerlas, se contribuirá al progreso de otro de los ODM, recordó.
Ban, que regresaba de una gira por África, dijo que algunos países de ese continente están alcanzando progresos. Burkina Faso, Ghana, Kenia, Tanzania, Ruanda, Niger y Uganda han incrementado de manera significativa el número de niños y niñas en la escuela primaria.
A su vez, Malawi encabeza la reducción de la mortalidad infantil y el aumento de la productividad agrícola.
Un número superior de africanos reciben ahora tratamiento antrirretroviral contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida. Niger, Ruanda, Togo y Zambia controlan el paludismo mediante la distribución de mosquiteros, expuso el secretario general.
Cada uno de los ODM, con la excepción notable de la reducción de la mortalidad maternal, será alcanzado por lo menos en uno, y a veces en muchos, de los países africanos, refirió.