Con un billete individual de 17 dólares, la industria del sexo da paso en México a 27.500 metros cuadrados con toda clase de oferta, incluyendo un zoológico simulado donde mujeres y hombres desnudos actúan como animales. Se espera que unas 110.000 personas visiten el lugar durante seis días.
La nueva muestra anual Sexo y Entretenimiento, inaugurada el miércoles y que se extenderá hasta el próximo lunes inclusive en un centro de exposiciones de la capital mexicana, viene precedida de cuatro similares. En la edición de 2006 dejó ganancias por más de 1,4 millones de dólares, con 105.000 asistentes, y este año podría superar los 1,8 millones de dólares.
La feria mexicana es ya la más grande de América Latina y una de las más importantes del mundo en su tipo. Cuando se realizó su primera edición en 2004, a la que asistieron 80.000 personas, portavoces de la Iglesia Católica y grupos conservadores pusieron el grito en el cielo, pero hoy pocos son los que se escandalizan.
El éxito de esta feria tiene que ver con "el fin del silencio en lo sexual", un proceso "bastante saludable" que se ha dado en México en los últimos años, dijo a IPS el sexólogo Eusebio Rubio, presidente desde 2005 de la no gubernamental Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés).
Cada año, la feria mexicana suma nuevos expositores. En su primera edición participaron 80 empresas en una superficie de 4.500 metros cuadrados, ahora son 300 en un espacio casi siete veces superior.
Durante los días de exposición se realizan pruebas a potenciales actores y actrices porno. Si resultan escogidos, los postulantes podrán hacer una película en menos de ocho horas, que será exhibida en el sitio de Internet de la feria.
"Del anonimato a la fama en un solo día", proclamó Alberto Kibrit, el empresario creador de la feria e impulsor de la industria de la pornografía en México.
Cálculos extraoficiales indican que la industria pornográfica recauda en México cerca de 1.000 millones de dólares al año a pesar de la boyante piratería cinematográfica que afecta sobre todo al rubro de las películas para adultos.
Según el presidente de la Asociación Mundial par la Salud Sexual, "está comprobado científicamente que la pornografía y la comercialización de lo sexual no genera ningún daño", postura que rebaten grupos conservadores que en cambio ven en esa expresión una tergiversación de los sexual.
"Si usted se expone a la pornografía o al mercado de lo sexual no le va hacer mal, eso no genera daños", sostuvo Rubio.
"Hay quienes acuden a la pornografía de un modo compulsivo, pero entonces el problema no es la pornografía sino los procesos internos que vive ese individuo y que lo hacen buscar esas imágenes", señaló el sexólogo.
En la feria mexicana se presentan expositores locales y extranjeros que ofertan toda clase de juguetes eróticos, lencería, películas y revistas, entre otros productos. Además, actores y actrices de esa industria, casi todos estadounidenses, hacen diversas presentaciones.
En la edición en curso hay áreas especiales para mujeres y homosexuales, quienes desde ferias anteriores habían exigido un espacio libre de acoso y homofobia.
La oferta incluye corredores donde se exhiben jaulas en las que personas semidesnudas simulan ser animales. También hay un juego de concursos por equipo en el que se debe superar retos vinculados a temas sexuales.
Todo lo relacionado a zoofilia y sexo con menores de edad está vetado en la feria, igual que los actos sexuales en vivo.
Según Kibrit, el mercado de la pornografía va en ascenso sobre todo en las áreas de juguetes y películas que se descargan por Internet.
Hasta comienzos de los años 90, casi todo lo relacionado a la pornografía estaba oficialmente prohibido en México. No obstante, esa industria funcionaba de modo clandestino con cierta tolerancia de las autoridades.
Pero la apertura de mercados y el desgaste del poder del Partido Revolucionario Institucional, que en 2000 y luego de siete décadas de ejercer el gobierno sin interrupciones fue vencido en las urnas por el conservador Partido Acción Nacional, desmontaron la mayoría de prohibiciones y se establecieron reglamentos específicos.
Cálculos de la revista estadounidense Fortune indican que la industria de la pornografía genera en el mundo ingresos anuales por unos 60.000 millones de dólares.
Unas 30 millones de personas están diariamente conectadas a la red de computadoras en busca de imágenes en las más de 260 millones de sitios que ofrecen pornografía, asegura N2H2, una firma de análisis sobre los contenidos en la red de computadoras.