Colombia aparece como el país de América Latina menos preparado para enfrentar las consecuencias de la pronosticada recesión en Estados Unidos, entre otras razones por su excesiva dependencia económica con ese país, afirman analistas.
"Hasta los neoliberales lo aseguran dado el déficit fiscal, la inflación, las altas tasas de interés y por ser el único país de la región que sufre un enorme desbalance entre los dólares que gasta y los que puede generar", sostuvo el senador Jorge Robledo, del opositor Polo Democrático Alternativo.
"La recesión estadounidense afectará a Colombia, confirmando que el crecimiento económico de los últimos años no fue exactamente el resultado de la política de seguridad democrática", como afirma el derechista presidente Álvaro Uribe, agregó.
Según Robledo, esto "desnuda la irresponsabilidad del gobierno para tratar una crisis interna que anunciamos desde hace meses".
En declaraciones a IPS, el legislador izquierdista indicó que la firma del controvertido tratado de libre comercio (TLC) entre Bogotá y Washington es "un asunto menor frente a la crisis que afectará a Estados Unidos".
[related_articles]
Otros analistas creen precisamente lo contrario y es que esa alianza económica contribuiría a mermar los efectos de la recesión que se insinúa en Estados Unidos, disparada por la explosión de la burbuja especulativa con créditos inmobiliarios y las hipotecas de riesgo.
Robledo opina que la presión para lograr la firma del TLC por parte de Uribe encaja en la estrategia estadounidense, "que no es clara, ni es buena".
Eso explicaría la continuidad de las visitas que funcionarios de la administración y legisladores estadounidenses han realizado a Colombia en los últimos meses. En 2007, visitaron el país 28 miembros del Congreso del gobernante Partido Republicano y 48 del opositor Partido Demócrata.
La semana pasada, la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, viajó a Colombia para reunirse con Uribe y discutir, entre otros temas, el tratado de libre comercio.
Antes, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Michael Mullen, había llegado a Bogotá el 17 de enero para analizar la marcha del Plan Colombia, que involucró al ejército en el combate al narcotráfico y la guerrilla y cuenta con el apoyo financiero de Washington, que invirtió en los últimos siete años más de 4.000 millones de dólares. Mullen se declaró satisfecho.
Se trata de un camino de doble vía. La visita de Rice fue seguida esta semana por un viaje a Miami del vicepresidente colombiano, Francisco Santos.
En febrero irán a Washington los ministros Juan Manuel Santos, de Defensa, y Luis Guillermo Plata, de Comercio, a quien acompañarán representantes de grupos empresariales.
Por su parte los sindicalistas colombianos continuarán su estrategia de demostrar con cifras y hechos los inconvenientes del TLC para los trabajadores y la economía nacional, como lo han hecho desde que Uribe anunció el tratado en 2003.
"No sólo afecta los derechos humanos, porque la defensa de la vida de los sindicalistas y los trabajadores es importante, sino que el TLC también ocasiona daños en la agricultura, el comercio, la propiedad intelectual y propiciará la intención estadounidense de homogenizar mano de obra barata para su beneficio", dijo a IPS el sindicalista Tarcisio Rivera, directivo de la Central Unitaria de trabajadores (CUT).
Pero Robledo y Rivera consideran que las posibilidades de que el TLC sea firmado durante el gobierno Bush, que finaliza en enero de 2009, son totalmente remotas.
Actualmente, por efecto de la ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erradicación de Drogas más de mil productos colombianos ingresan al mercado estadounidense sin pagar aranceles de importación.
El sector más beneficiado es el floricultor, con ingresos por exportaciones a Estados Unidos que superan los 700 millones de dólares anuales, según la Asociación Colombiana de Floricultores.
Este lunes, en el discurso sobre el "Estado de la Unión" (balance anual), que Bush pronunció ante ambas cámaras del Congreso legislativo, el presidente estadounidense afirmó que, "si no logramos pasar el acuerdo (con Colombia), vamos a envalentonar a los proveedores de falso populismo en nuestro continente", en alusión a su par venezolano, Hugo Chávez.
En diciembre, Chávez había calificado a Uribe como un "triste peón del imperio" y la semana pasada denunció un plan "tramado" por Bogotá y Washington que tendría como objetivo final el estallido de una guerra entre Colombia y Venezuela.
"Debemos unirnos, aprobar dicho tratado y demostrar a nuestros vecinos en la región que la democracia origina una vida mejor", agregó Bush ante los legisladores en defensa del TLC con Colombia.