Brasil sólo conoce diez por ciento de su biodiversidad, muy poco si se considera que el país posee casi dos millones de especies animales y vegetales, que representan 14 por ciento del total mundial. La clasificación de especies no sólo es lenta, sino que tiende a concentrarse en las regiones sur, sudeste y amazónica, y es muy escasa en microorganismos como ácaros, hongos y bacterias, argumentan Thomas Michael Lewinsohn y Paulo Inacio Prado, en un libro recién editado.
Académicos de la Universidad Estatal de Campinas, cercana a la meridional ciudad de Campinas, Lewinsohn y Prado resumen en “Biodiversidad brasileña: síntesis del estado actual de conocimiento”, un amplio estudio en el que participaron otros expertos y que próximamente será publicado por el Ministerio de Ambiente.
El ocelote, uno de los más bellos felinos, habita en áreas tropicales de Brasil. Crédito: Claudio Contreras