El Programa Regional Forestal de Centroamérica (Procafor), clausuró sus operaciones en el istmo tras conformar más de 100 unidades productivas de indígenas y campesinos que ahora manejan los bosques en forma sustentable. Financiado por el gobierno de Finlandia, Procafor trabajó 12 años con comunidades vulnerables, en la recuperción de bosques de coníferas y de hoja ancha. El manejo abarca ahora más de 130 mil hectáreas en América Central.
Los campesinos «no agotan los recursos forestales ya que tienen novedosos mecanismos para la reinversión en actividades de mantenimiento con plantaciones, manejo de regeneración natural, raleos y mantenimiento de caminos», dijo a Tierramérica una de los responsables del proyecto, Anita Vasa.
Una de las recomendaciones de Procafor en Honduras es acabar con el corte ilegal de árboles, que junto a los incendios destruye 100 mil hectáreas de bosque por año, según la estatal Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal.
Su gerente, Gustavo Morales, dijo a Tierramérica que subsisten 11,3 millones de hectáreas boscosas.
