TEATRO-MÉXICO: Contra la oscura sinrazón

Al terminar en México una de las funciones de la obra teatral «Por razones oscuras», en la que confrontan un sacerdote pederasta y su víctima, un espectador se levantó para confesar, por primera vez en público, que había sido abusado por religiosos.

"Nos sorprendió, pero eso demuestra que la obra cala en el público y que invita a denunciar a los pederastas, a sacarlos de la oscuridad impune", dijo a IPS Eric Barragán, director para México y América Latina de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual de Sacerdotes, organización no gubernamental con sede en Estados Unidos.

"Por razones oscuras" es una obra del dramaturgo estadounidense Mart Crowley que está en escena en un teatro de la capital mexicana desde fines de septiembre bajo la dirección de la conocida actriz local Angélica Aragón.

Varias semanas antes del estreno, Aragón y los actores se reunieron con Barragán y con base a sus conversaciones ajustaron la obra.

La trama se desarrolla en un cuarto de hotel desde el que se observa parte de la cúpula de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, la sede de la jerarquía mundial de la Iglesia Católica, institución que en los últimos años fue salpicada por escándalos de abusos sexuales.

Con un guión que marca una progresiva y creciente tensión dramática, "Por razones oscuras", que estará en escena hasta mediados de diciembre, expone la experiencia del abuso sufrido por uno de los protagonista, frente a la impunidad del abusador, un sacerdote atormentado por las culpas. Ambos personajes se encuentran por casualidad y desentierran la nefasta experiencia.

En la trama original, al finalizar la obra, el sacerdote se arrodilla para implorar y conseguir el perdón de su víctima, pero en la que se presenta en México el abusado se niega a concederlo.

"Para quienes hemos sido víctimas, el final de la obra es más real, pues deja en claro las huellas profundas y el resentimiento que marca el abuso", señaló el portavoz de la Red de Sobrevivientes.

Barragán relata que un sacerdote abusó sexualmente de él entre 1988 y 1991, cuando vivía en el occidental estado estadounidense de California. En 2004 se enfrentó con el religioso en un tribunal de ese país, que lo declaró culpable y encarceló.

"La obra que se está presentando retrata muy bien el enojo, el coraje, la desesperación y porque no decirlo el trauma de la víctima de un sacerdote pederasta. Es una pieza cruda y realista", opinó Barragán.

Al final de algunas de las funciones, se organiza un debate entre los asistentes. Barragán indicó que asistió a una función en la que uno de los espectadores se levantó al finalizar el espectáculo para confesar, por primera vez, según dijo en ese momento, que había sufrido abusos sexuales cuando estudiaba para sacerdote en el Seminario Conciliar de México.

"Subió al escenario y nos contó a todos a los presentes que en el Seminario las relaciones homosexuales eran comunes e, incluso, se practicaban a cambio de favores como derecho a tomar un baño caliente o acceso a libros de la biblioteca", relató.

Aragón, la directora, declaró que la puesta en escena de la obra del estadounidense Crowley es una "manera muy honesta, muy abierta, nada tendenciosa, sobre todo sin resentimiento, de tratar un tema que es de gran actualidad en nuestro país".

"Es una obra fuerte, es una obra que pretende generar polémica en el público, acompañar al espectador a formarse una opinión acerca de estas realidades contundentes".

"También nosotros como sociedad creyentes y no creyentes, católicos y no católicos, necesitamos tener una opinión respecto de lo que debe hacerse para resolver estos asuntos, castigar a los culpables, compensar a las víctimas, pero sobre todo cómo vamos a evitar que esos abusos se sigan dando", reflexionó Aragón.

Norberto Rivera, el máximo prelado católico de México, se encuentra involucrado en una denuncia civil presentada en Estados Unidos por una víctima que lo acusa de encubrir a un sacerdote pederasta.

Se trata de Joaquín Aguilar, quien afirma haber sido abusado sexualmente en los años 80 por un sacerdote sobre el que pesan más de 50 acusaciones similares y que está prófugo.

Aguilar presentó hace un año en una corte de la sudoccidental ciudad estadounidense de Los Ángeles la acusación civil por "conspiración a la pederastia" contra el cardenal de ese distrito, Roger Mahony, y contra Rivera.

El demandante sostiene que esos cardenales protegieron al sacerdote pederasta, quien abusó de él y de otros menores. El religioso acusado ejerció su ministerio en Puebla, en el centro de México, y en Los Ángeles.

Según la Iglesia Católica, los abogados de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual de Sacerdotes, que apoya a Aguilar, están movidos por el "negociazo (sic)" que representa ganar una demanda, pues podrían recibir "la alta suma de 40 por ciento de las indemnizaciones".

Por testimonios, evidencias e incluso confesiones de obispos de Estados Unidos, pero también de México, se sabe que algunos sacerdotes pederastas son trasladados de diócesis cuando se descubren sus delitos, enviados a centros de rehabilitación o simplemente sacados de escena por sus superiores para evitar el escándalo y la acción de la justicia.

La directora Aragón, señaló que "Por razones oscuras" "no cuestiona ni el dogma católico ni la fe de los creyentes, sino que subraya hechos que suceden no sólo dentro de la Iglesia, sino dentro de todos los ámbitos de la sociedad y que obligan a tomar conciencia".

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