Bajo aguaceros de una temporada lluviosa que se extendió más de lo previsto, decenas de obreros labran un talud de 150 metros para reponer la canalización del río Guaire, que a lo largo de 53 kilómetros cruza la capital venezolana. Es que las crecidas del Guaire horadan el canal que lo contiene, y eso amenaza la estabilidad de la autopista Francisco Fajarlo, principal de Caracas.
«La vida de miles de personas podría estar en riesgo», dijo a Tierramérica Andrés Parucho, de la unidad de equipamiento ambiental del Ministerio de Ambiente.
Este año una pared del mismo sector del canal cedió, y una grieta de 20 metros alertó sobre el peligro de hundimiento de parte de la autopista.
La reparación costará 416 mil dólares y se espera terminarla este año. «Usualmente estos trabajos se llevan a cabo durante la estación seca, pero hay que impedir males mayores «, apuntó Parucho.