El gobierno de México será demandado ante un organismo internacional si no ordena la demolición de un gran embarcadero construido «ilegalmente» a escasos metros de un arrecife en la llamada riviera maya, anunciaron ambientalistas. El muelle «Ultramar-Aquaworld», que inició operaciones en julio, viola leyes y atenta contra recursos naturales protegidos, dijo a Tierramérica Gustavo Alanís, presidente del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
Si no se desmantela el embarcadero, de 230 metros de longitud y ubicado a sólo 50 metros de un delicado arrecife en pleno caribe mexicano, el caso se presentará ante la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte, señaló Alanis.
Esa Comisión, integrada por Canadá, Estados Unidos y México, conocerá las ilegalidades y la «corrupción» que estuvieron detrás de la construcción del muelle, afirmó.
Desde que el proyecto fue anunciado en 2001, los ambientalistas se opusieron y demandaron sin éxito explicaciones a las autoridades.
